¿Cómo se desarrolla la comunicación no verbal en los niños?

La comunicación no verbal es aquella en la que el mensaje es transmitido y enviado por medio de signos o gestos y no así por palabras. ¿Quieres saber cómo puedes desarrollarla en tu bebé?

La comunicación no verbal en los niños es la que primero desarrollan.

La comunicación no verbal en los niños es la primera manera a través de la cual ellos comienzan a desarrollar una relación con sus padres; ocurre cuando aún no pronuncian sus primeras palabras o apenas han comenzado a hacerlo.

Importancia de la comunicación no verbal en los niños

La comunicación no verbal es la forma interactiva en la que los niños expresan sus emociones sin pronunciar palabras; mientras que la comunicación verbal se adquiere por medio de la interacción activa, es decir, el desarrollo del lenguaje, y auditiva con los padres.

“El tiempo que se le dedica a la comunicación entre padres e hijos es un tiempo que marca una etapa trascendental en el desarrollo del infante”

Puesto que los bebés no pueden hablar, la comunicación no verbal es su única forma de interactuar con el adulto; siendo capaces de distinguir inclusive en sus padres diferentes tonos lingüísticos.

¿Cómo se desarrolla la comunicación no verbal en los niños?

Los niños emplean la comunicación no verbal como forma de llamar la atención de sus padres expresando sus emociones y necesidades básicas. Es importante observar detenidamente los sonidos y los gestos ya que revelan lo siguiente:

  • El estado de ánimo.
  • Pueden avisar de trastornos o desajustes.
  • A través de ellos llaman la atención.
  • Mediante ellos mantienen el contacto interpersonal.

Esta innata capacidad se desarrolla y va perfeccionando gracias a la propia experiencia personal. El aprendizaje y la madurez permiten la asociación de determinadas expresiones y palabras; así como acciones y emociones concretas.

La pérdida de la figura de apego puede generar ansiedad y depresión.

Expresiones faciales

El bebé o el niño empieza a comunicarse por medio de la expresión facial. Este tipo de comunicación no verbal en los niños se desarrolla mediante:

  • Los movimientos oculares.
  • Algunos movimientos faciales.
  • Movimientos labiales.

Cada uno de estos aspectos importantes va pasando por un proceso de madurez que se va organizando hasta que llegan a una unidad concreta. Existen numerosos signos faciales que los padres deben visualizar bien para observar qué quiere comunicar el pequeño.

Observar bien

Observar bien la expresión de la cara es vital para poder interpretar bien lo que el niño quiere transmitir.

Un ejemplo de ello es que si el bebé quiere expresar sorpresa, lo hará abriendo los ojos; elevando las cejas y dejando su boca bien abierta y el párpado superior subido.

Si expresa alegría es fácil observar que se elevan las mejillas; se entrecierran los ojos y se desplaza la comisura de los labios. Algunos ejemplos como estos ayudan muy bien a fijarse en el tipo de comunicación no verbal en los niños.

Consejos para crear una buena comunicación

No es necesario esperar a que el pequeño crezca o comience a hablar para crear una buena comunicación con él; ya que a través del lenguaje no verbal se puede lograr también. Algunos consejos importantes que pueden propiciarla son los siguientes:

Mirar al bebé a la cara

La expresión facial es una forma básica y vital para desarrollar una buena comunicación entre los padres y el pequeño; así se irá estrechando la relación entre ambos, creando una especie de vínculo que se fortalecerá progresivamente.

Cualquier comunicación del pequeño con el padre se puede realizar adecuadamente aunque no se pueda hablar. Solo necesita colocarse frente al pequeño cara a cara para aprovechar la oportunidad.

Al mirarse a la cara, el intercambio que se genere entre ambos estrechará el vínculo y reforzará esta relación tan importante.

Sonrisa “interactiva”

Al tratar la comunicación no verbal en los niños es importante destacar que la sonrisa es un factor clave. Tratar de estimular la sonrisa en el niño y sonreír constantemente como reacción a sus gestos se convierte en uno de los principales elementos que propician la comunicación perfecta.

Interactuar con sus expresiones

Las expresiones del bebé son variables pero no por ello menos intensas. La pedagoga Cristina García explica que “cuando un niño o niña pasa de la risa al llanto o del llanto a la risa es porque ha expresado lo que estaba sintiendo en dos momentos diferentes, aunque muy cercanos en el tiempo.”

Los padres cuentan entonces con una oportunidad preciosa para interactuar con gestos de alegría, asombro, tristeza, entusiasmo, acercando expresivamente su cara a la del bebé. La réplica conduce a la imitación y de la imitación a la intención comunicativa.

Atender a los gestos y las palabras

Todo lo anterior conlleva prestar atención a los gestos y palabras que los padres emplean. El bebé es literalmente una esponja y la enorme plasticidad del cerebro lo dispone a recibir y procesar infinidad de estímulos. Entre ellos, el complejo universo de la comunicación humana.

En un interesante trabajo la investigdora Isabel Santis afirma: “Cuando se interactúa cara a cara con un bebé, se producen neurotrofinas, lo que favorece la creación de sinapsis, plasticidad sináptica y desarrollo de la corteza; también se producen endorfinas que estimulan la conducta lúdica en ambos”.

El juego de roles y el teatro, herramientas de comunicación no verbal

El teatro sin palabras o pantomima es muy antiguo y cuenta con innumerables recursos universales con base en gestos, señas, mímicas, ruidos y silencios. Imitar es también un instinto humano y los bebés comienzan a hacerlo a partir del mes de nacidos, de modo que el role-playing junto a la música y la caracterización de personajes, van llenando de significado el entorno.

Emplear la música y el canto

Muchos padres han probado que la música y el canto son factores determinantes para propiciar la comunicación no verbal con el pequeño. Estos dos ayudan de forma perfecta a la maduración cerebral lo cual sienta las bases neurológicas de la futura comunicación verbal.

Cuando el bebé comienza a manifestar “gorgoreos” o ciertas vocalizaciones, los padres deben reaccionar y tratar de interactuar con el bebé de la misma forma, intentando repetir los sonidos que el bebé produce.

De modo que la comunicación se irá afianzando cada vez más hasta llegar con el paso de los meses a la comunicación verbal. Creando una relación mucho más afectiva y profunda.

Escuchar música relajante ayuda a los niños a desarrollar sus habilidades sociales.

Modulación de la voz

Cuando el pequeño va creciendo los padres no deben dejar de emplear la sonrisa interactiva ni dejar de mirarlo a la cara; de hecho es adecuado seguirlo haciendo y, si es posible, hablarle cerca del oído.

Además, utilizar distintos tonos de voz y ritmo desde diversos lugares (lejos, cerca, de un lado, de frente) lo ayudará a desarrollar sus capacidades sensoriales.

Emplear los sonajeros

Los sonajeros son uno de los aliados más destacados para los padres, pues desarrollan la maduración de las áreas auditivas del cerebro. Con el fin de potenciar este ejercicio, los padres pueden colocarse a distintas distancias (30 o 40 cm).

También utilizar el sonajero acompañado de ciertas expresiones faciales es una muy buena forma de estimularlo.

Los padres nunca deben olvidar que la comunicación no verbal en los niños debe estimularse empleando sistemas multisensoriales que permitan la integración de todos los sentidos, un método de estimulación global del cerebro que propicia la maduración verbal.

Y sobre todo, recordar que los pequeños

“…saben mucho más de emociones que nosotros porque ellos sobre todo sienten y nosotros llegados al mundo adulto, sobre todo pensamos.”

Cristina García

Bibliografía

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