Cómo mejorar la disfluencia del habla

Cuando sucede la explosión del lenguaje en los niños, a veces, los pequeños tienen dificultades a la hora de pronunciar determinados sonidos.
Cómo mejorar la disfluencia del habla
Mara Amor López

Escrito y verificado por la psicóloga Mara Amor López.

Última actualización: 17 julio, 2022

La explosión de vocabulario que tiene lugar entre los 2 y 6 años en los niños, en algunas ocasiones, viene acompañada por algunos problemas en el habla. Por ello, a continuación vamos a ver algunos consejos para mejorar la disfluencia del habla.

En la medida de lo posible, cuando empiece el proceso de desarrollo del lenguaje, debemos acompañar al niño y facilitar la comunicación para que podamos prevenir o minimizar estos problemas. ¿Quieres saber qué has de hacer y qué no para mejorar la disfluencia del habla? Lo tienes a continuación.

¿Cómo podemos mejorar la disfluencia del habla?

A veces, los niños, cuando comienzan la adquisición del lenguaje, tienen bloqueos, empiezan a tartamudear, les cuesta pronunciar determinadas sílabas, etc., y esto les impide hablar con facilidad.

Es importante que estos consejos puedan mantenerse en el tiempo y utilizarlos tanto en casa como en el colegio. Los niños van a ir modelando su lenguaje a través de lo que ven en su entorno. Los maestros también pasan mucho tiempo con los niños, por lo que es altamente recomendable que tanto padres como profesores caminen en la misma dirección.



Padre hablando con su hijo sentados en la cama para mejorar la disfluencia del habla del pequeño.

Consejos para mejorar la disfluencia del habla

  • Dejar que los niños terminen de expresar una idea que tengan y no interrumpirlos ni acabar sus frases.
  • Prestar atención a lo que el niño esté diciendo, no en cómo lo está diciendo.
  • No hay que preocuparse por la forma en la que el niño habla. Si te ve preocupado, enseguida captan que los papis no están bien.
  • Mientras habla, hay que mantener contacto visual con el niño.
  • No hay que intentar expresar lo que el niño quiere decir terminando su frase. Hay que dejar que el pequeño hable usando sus propias palabras.
  • Cuando el niño haya terminado de hablar, entonces, hay que responder despacio y usar alguno de los términos que él empleó al explicar su idea.
  • En el caso de que se esté realizando una actividad que requiera concentración y no se pueda mirar al pequeño, hay que hacerle saber que, a pesar de no mirarlo, está siendo escuchado atentamente y se le está prestando atención.

¿Qué hay que evitar hacer para mejorar la disfluencia del habla?

Además de qué cosas se han de tener en cuenta para mejorar los problemas en el habla, también se tienen que tomar en consideración las cosas que no hay que hacer.

Completar sus frases

Nunca intentes adivinar lo que quiere decir ni termines sus frases, porque, de esta manera, cada vez se va a comunicar menos contigo.

Interrumpir mientras habla

Tienes que respetar los turnos para hablar. Así, cuando él termine de explicar lo que desea decirte, entonces, puedes empezar a hablar tú. Es importante trabajar esto, sobre todo si tiene hermanos, para que se respeten los turnos, ya que los niños tienen un menor autocontrol que los adultos.

Corregirlo frecuentemente

No debes criticar la forma en la que habla, en la que pronuncia los sonidos o las palabras, etc. Si lo haces, el pequeño terminará observando que tiene dificultad y se atascará antes de llegar a pronunciar las palabras o sonidos que le cuestan más.

Madre hablando con su hijo tumbados en el suelo.

Meterle prisa para que termine de expresar sus ideas

Muchas veces, sin darte cuenta, solo con la mirada, estás indicándole al niño que estás impaciente porque termine de explicar alguna de sus ideas. Tienes que ser cuidadoso, tanto en lo que dices, como en lo que gesticulas.

Animarlo constantemente para que hable rápido y preciso todo el tiempo

Todos los niños son diferentes y tienen sus propios ritmos, por lo tanto, cada niño necesita su tiempo para organizar sus ideas y expresarlas. Si le dices que lo haga con rapidez, el niño puede acabar bloqueándose y atascándose en las palabras e, incluso, en lo que quiere contar.

Hablarle muy deprisa

Si le pides que hable despacio, no debes hablarle deprisa. Los padres, como hemos dicho anteriormente, somos su modelo de lenguaje y habla, así que, de la misma manera en la que tú hables, lo hará tu pequeño.

Hacer que el niño lea en voz alta ante amigos, vecinos o parientes

Si el niño tiene un problema de disfluencia del habla y lo obligas a que lea o exprese alguna idea ante otras personas con las que no se siente seguro, lo que estás conseguiendo es que estos problemas se acentúen y que el pequeño sea más consciente de sus dificultades.



Sobre la disfluencia del habla

Estos son algunos de los consejos que hay que poner en marcha para mejorar la disfluencia. Pero no está de más decir que si los problemas del desarrollo del habla son persistentes y no notas mejoría con estos consejos, busques la ayuda de un profesional para que haga una valoración y un tratamiento adecuado al problema del pequeño.

Valga considerar, que las investigaciones afirman que en la literatura no existe un consenso en la categorización de las disfluencias, de modo que estudiar la fluidez del habla “contribuye tanto a la comprensión del desarrollo típico del habla como a la comprensión del habla patológica”.

La fluidez se compone de continuidad, facilidad, velocidad, ritmo de habla e inteligibilidad. Ahora bien, las disfluencias se presentan en todos los hablantes, tanto en los que tienen problemas de fluidez como en los que no.

No obstante, algunas disfluencias son más frecuentes en el grupo de hablantes con alteración en la fluidez. Esto es cuando se presentan repeticiones de parte de las palabras, prolongación de sonidos, palabras rotas y bloqueos.

Cuándo acudir al médico

Como hemos visto, la diferencia entre el habla fluida y la disfluente es a veces pequeña o tienden a confundirse, de modo que te dejamos acá unas señales de cuándo sería prudente ir al especialista:

  • Te preocupa el lenguaje del niño.
  • Hace esfuerzos o evidencia tensión al hablar.
  • Incluso, evita hablar.
  • Es motivo de burlas en el colegio.
  • Presenta cambios de comportamiento o en la forma de comunicarse.
  • Manifiesta no poder controlar el habla.

Ante cualquiera de estos signos, un diagnóstico profesional será útil y oportuno.


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