Cómo hacer los deberes sin que se convierta en una guerra

Es posible que hacer los deberes con tus hijos sea complicado. Pero, con estos consejos. será mucho más fácil. ¡Toma nota de todos ellos!
Cómo hacer los deberes sin que se convierta en una guerra
María José Roldán

Escrito y verificado por la psicopedagoga María José Roldán.

Última actualización: 29 septiembre, 2020

Es posible que los padres tengan que luchar con sus hijos en el momento de hacer los deberes. Para muchos niños, los deberes en casa son un suplicio porque no entienden el hecho de que su tiempo de juego tenga que verse afectado por culpa de las tareas escolares. ¡Sobre todo cuando pasan tantas horas en clase!

Pero es una obligación que deben realizar. Las tareas escolares ayudan a reforzar los contenidos que se han trabajado en clase y, además, también son buenas para el refuerzo de la memoria y la cognición.

Por supuesto, el tiempo de los deberes es importante, pero los niños también deben contar con tiempo libre. En este sentido, e l tiempo de ocio, juego y descanso es igual de importante que el tiempo de las tareas escolares.

Si te has encontrado muchas veces batallando con tus hijos debido a los deberes que tienen que hacer por la tarde en casa, entonces, no te pierdas estos consejos. Podrás ayudar a que se acabe esta batalla para siempre y que tus niños vean que los deberes solo son una parte de sus rutinas diarias, como lavarse los dientes.

Niña haciendo los deberes frustada por su perfeccionismo en exceso.

Habla con tus hijos sobre los deberes

Mantén una conversación con tus hijos sobre la importancia de los deberes en sus rutinas diarias. Si has peleado alguna vez con ellos por culpa de hacer los deberes a causa de su negativa, entonces, es momento de mantener una discusión tranquila y productiva al respecto. Es el primer paso para el cambio.

De una manera apropiada para la edad de tus hijos, tendrás que pensar en cómo explicarles esto. Escucha primero lo que piensan y después explícales la postura sobre los deberes. Después, podéis hacer un horario que funcione para ellos.

¿Sería mejor hacer el trabajo antes o después de la merienda? ¿Qué tipo de cosas pueden esperar para hacer una vez que termine el trabajo? ¿Preferirían hacerlo todo de una vez o tomar un descanso cada 30 o 60 minutos? Trabaja esto con tus hijos; si se sienten involucrado en este proceso de toma de decisiones, será más probable que cumplan.

Busca el lugar correcto para hacer los deberes

Después, escoge un lugar tranquilo en tu hogar y conviértelo en un sitio que solo se utilice para el trabajo escolar. Este espacio incluirá todo lo que se necesita para hacer los deberes, como lápices con punta, bolígrafos, libretas, calculadora, colores, regla, etc.

Es importante que los niños lo tengan todo a mano para evitar que se levanten y se distraigan de sus tareas. Un niño cansado que tiene que hacer una búsqueda del tesoro para hacer la tarea no es buena idea, por lo que es importante evitar que esto ocurra.

También es aconsejable que los niños no tengan nada que les pueda distraer, como la televisión. En cambio, sí les va bien tener música clásica (sin palabras cantadas) de fondo porque relaja, o un spinner para darle vueltas en la mano, así como una bola antiestrés. Esto pueden tenerlo en caso de que se frustren si algo no les sale bien y puedan relajarse.

Merienda

Es importante que tus hijos no tengan hambre o sed antes de comenzar a hacer los deberes. Su cerebro necesita energía y, para ello, necesitan alimentarse. En caso contrario, podría hacer que se sientan cansados y exhaustos. También puedes darles agua para que tengan en su escritorio y puedan beber siempre que tengan sed mientras está haciendo la tarea escolar.

Niño cansando en el momento de hacer los deberes.

Defiende a tu hijo

No tengas miedo de defender a tus hijo si es necesario y ayudarlos a defenderse a sí mismos siempre que sea apropiado. Cuando un alumno tiene 3 o 4 horas de deberes cada día, es demasiado volumen de tareas.

En este caso, si ves que la cantidad de deberes que tus hijos tienen que hacer es tan grande que no les permite jugar o ser niños, es decir, que no tienen tiempo libre, puedes pensar en la opción de acudir a la escuela para hablar este tema que te preocupa.

Un niño de 1º de primaria no debería tener más de 10 minutos de deberes, un de 2º de primaria, 20 minutos. Y, así, se van aumentando 10 minutos por curso escolar.

En definitiva, la tarea escolar no tiene por qué ser una batalla constante. En cambio, tienes que trabajar con tus hijos para conseguir que el rato de los deberes sea una experiencia placentera en lugar de una actividad tediosa para ellos. Haz que disfruten del proceso de aprender y estudiar cuando están en casa.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.