Enseñar a un niño a estudiar solo no se trata exclusivamente de un acto de cooperación sino de responsabilidad. Y es que, durante la infancia, el apoyo de los padres nunca es poco cuando se trata de aprender y consolidar el conocimiento.
La participación de los padres en las tareas escolares del pequeño influirá en su rendimiento escolar. Por lo tanto, es muy importante mantener una actitud proactiva.
Unos buenos hábitos de estudio a partir del primer día harán que los niños logren todos los objetivos académicos, tanto en el aula, como por cuenta propia. Por otra parte, esto les ayudará a llevar con buena disposición el estrés por las evaluaciones (escritas u orales).
Enseñar a un niño a estudiar solo es una herramienta para toda la vida. Recordemos que, gran parte de lo que adquirimos en la infancia, permanece en el tiempo. La disciplina es un valor importante a la hora de mantener y aumentar la motivación en el aprendizaje, sin importar la edad que se tenga.
“La motivación es lo que te pone en marcha, el hábito es lo que hace que sigas”– Jim Ryun.
Trucos para enseñar a un niño a estudiar solo
El primer paso para enseñar a un niño a estudiar consiste en la preparación del área de estudio. Despejar la mesa, retirar los elementos que puedan distraer, colocar una buena lámpara de escritorio y colocar organizadamente los folios, el lápiz, los cuadernos, diccionarios y aquellos elementos necesarios.
Por supuesto, no debemos olvidar que siempre debemos incluir una botella de agua, para que los niños no olviden beber mientras estudian.
1. Divide el temario
Una vez lista el área de trabajo, lo primero que debemos hacer es dividir el tema por secciones. De esta manera tendrá una idea más clara de lo que va a estudiar y el volumen de información le resultará más fácil de manejar.
2. Involúcrate
A pesar de que el objetivo es que el niño logre estudiar por su cuenta, no debemos dejar de involucrarnos en el proceso. Es bueno que al comenzar, le animemos y que, una vez finalice, le preguntemos cómo se siente y le hagamos saber que ha hecho un buen trabajo.
Si el niño ha quedado con alguna duda, debemos aclarársela y ayudarlo, con paciencia y sin prisa, a superar sus dificultades. En otras palabras, se trata de enseñarle a encontrar y aplicar las soluciones para no agobiarse y, por ende, perder el interés.
Si necesita memorizar algo, procura ayudarle con una sesión de interrogatorio. Trata de hacerla lo más amena posible para que el niño se sienta seguro de sí mismo y no se intimide ante las preguntas.
Debes tratar de evitar estar todo el tiempo encima de él, e incluso sentarte con él mientras estudia. Esta acción puede enviar un mensaje no deseado al niño y puede interpretar que siempre debes estar presente para que él deba estudiar.
3. Trata de no forzarlo
Si lo presionas constantemente sobre la importancia de estudiar y le muestras autoridad cuando no lo hace, es posible que el niño empiece a molestarse. Por lo tanto, debes pedirle que estudie de forma relajada y lograr que sea consciente de la importancia que tiene el hecho de estudiar.
4. Descansos
Enseñar a un niño a estudiar solo también implica indicarle que los descansos siempre son justos y necesarios. Asegúrate de que tu hijo tome descansos cortos cada cierto tiempo, para evitar que se sature. Ten en cuenta que si obligas al pequeño a trabajar durante más tiempo del que puede enfocarse, es posible que no obtenga tanto provecho de su estudio y que asocie el acto de estudiar como algo negativo.
5. Ofrece recompensas sutiles
Otro consejo que puede ayudarte mucho a la hora de enseñar a un niño a estudiar solo es el hecho de implementar un sistema de recompensas, basado en la equidad, para mantener la motivación y la buena disposición.
6. Enseña a tu hijo a aprender
Debes enseñar a tu hijo a aprender, no solo a estudiar. Anímale a aprender cosas nuevas todos los días para que comprenda la importancia del conocimiento en el día a día de todas las personas. De hecho, puedes encontrar formas interactivas para que tu hijo aprenda en casa, como pueden ser documentales, juegos educativos o libros. También es bueno que le hagas preguntas y le enseñes a cuestionarse y a reflexionar acerca del mundo que le rodea.
7. Encuentra maneras divertidas de estudiar
Puedes probar diferentes métodos y modificar el sistema de estudio de tu hijo hasta que funcione. Por ejemplo, puedes usar tarjetas didácticas, una guía de estudio personalizada o notas adhesivas en su habitación. Los juegos educativos, los documentales y los libros son otra forma divertida mediante la cual tu hijo puede estudiar.
Si tu hijo quiere aprender de una manera particular, para hacerlo divertido, es bueno que cedas. Si, por el contrario, no quiere estudiar es bueno que le ayudes a recuperar el interés. Puedes hacer sugerencias y dejar caer ciertos datos de interés para picar su curiosidad.
8. Minimiza distracciones
Otro aspecto crucial para enseñar a un niño a estudiar solo es evitar que se distraiga. Para ello, es necesario apagar el televisor, la radio y los demás dispositivos electrónicos a su alrededor. En caso de que sea necesario, puedes limitar el acceso a Internet por completo durante los tiempos de estudio programados.
9. La escritura, un recurso útil y valioso
Para enseñar a un niño a estudiar solo es necesario usar el lápiz y el papel. Y es que muchos niños retienen mejor la información si escriben las cosas. Por lo tanto, es una buena idea enseñarle a tomar un folio y escribir las preguntas relacionadas con la temática que le interesa estudiar. En otras palabras, se le enseña a prepararse un cuestionario.
Lo importante es que sea capaz de responder a todas las preguntas y que, una vez termine, las revise cada cierto tiempo para fijar la información. Este tipo de simulaciones reducirán su estrés en los días de examen.
10. Establece una rutina
El cerebro humano funciona mejor cuando se establecen rutinas y se cumplen al pie de la letra. En este sentido, una gran idea es programar un par de horas específicas dedicadas al estudio todos los días. De esta manera, el pequeño adquirirá el hábito de estudiar de forma constante sin inconvenientes.
En la rutina también pueden incluir los momentos de descanso, así como las horas de comida. La idea es que el pequeño tenga una especie de cronograma a seguir, pero que no resulte tan agotador.
11. Reconoce su esfuerzo y celebra sus logros
Al terminar de estudiar, es importante que motives a tu hijo, lo felicites por los logros alcanzados y lo animes a seguir aprendiendo. Quizás en algún momento te pueda parecer que esto carece de importancia, sin embargo, si el niño siente que su esfuerzo es valorado se sentirá más motivado a estudiar por su cuenta.
Como puedes ver, existen múltiples estrategias útiles para enseñar a un niño a estudiar solo. Recuerda que si inicia los hábitos de estudio a temprana edad, se desenvolverá mejor en su vida académica a medida que crezca.