Cómo convertirte en padre tranquilo

Un padre tranquilo es un padre tranquilizador. Tus hijos necesitan de tu paciencia para poder crecer emocionalmente estables.
Cómo convertirte en padre tranquilo
María José Roldán

Escrito y verificado por la psicopedagoga María José Roldán.

Última actualización: 02 marzo, 2020

Es habitual que los padres sientan ira y frustración, ya que son emociones humanas universales, pero esto no significa que debas ser esclavo de sentimientos negativos que te hagan sentirte mal cada día y que tus hijos reciban las consecuencias de tu malestar emocional. Como adulto, sientes muchas obligaciones en tu espalda, pero es tu deber convertirte en un padre tranquilo.

Tienes el poder de ser un padre tranquilo

Como adulto que eres, tienes el poder tranquilo dentro de ti. Esto significa que puedes conseguir que tus emociones negativas o intensas no se apoderen de ti. La paternidad y la maternidad no es sencilla, pero no tienes que permitir que eso te afecte en tu estado de ánimo, incluso en esos días cuando no tienes ni un segundo para ti mismo puedes ser un padre tranquilo.

También puede que pierdas los nervios cuando le tienes que repetir a tus hijos una y otra vez las cosas para que te hagan caso. Hay padres que expresan su enfado gritando a sus hijos, y lo que es peor, dándole algún cachete ‘para que aprendan la lección’. Esto, en muchas ocasiones, no lo hacen porque quieran hacerlo, sino porque el estrés provoca que pierdan el control.

Padres paseando por el campo con su hija.

Tanto si eres padre como si eres madre, también puedes perder el control porque es más fácil enfadarse que permanecer tranquilo en la crianza de los hijos. Pero no hay que perder de vista que gritar a los niños hará que estos se vuelvan agresivos, tanto física como emocionalmente.

Probablemente, no quieres esto para tus hijos. Si gritas a tus pequeños, los asustas y los haces sentir inseguros, y esto les provoca ansiedad, baja autoestima y tristeza.

Si tienes tranquilidad, serás tranquilizador

Un padre tranquilo será capaz de tranquilizar a sus hijos en el momento que lo requieran. Esto hará que los hijos se sientan amados y aceptados a pesar de haber tenido un comportamiento poco correcto. Los niños son niños, y deben aprender a diferenciar un buen comportamiento de otro no adecuado. Para ello, los padres deben educar desde la calma y el respeto continuo.

Son muchas las opciones que puedes optar cuando tu hijo tiene un mal comportamiento. Recuerda que tus hijos necesitan tu paciencia no solo para aprender a comportarse, sino también para convertirse en personas emocionalmente estables.

Algunas de las maneras de encontrar la paz en estas situaciones y controlar tu enfado manteniendo una solución pacífica es siguiendo las siguientes estrategias:

  • Ten en cuenta las consecuencias negativas de expresar tu enfado.
  • Date un tiempo de espera, respira hondo antes de abordar la situación. Los adultos también necesitamos tiempos cortos para calmarnos.
  • Permite que tus hijos se equivoquen de vez en cuando, siempre que sea seguro. También es bueno que aprendan de las consecuencias naturales de sus actos.
  • Decir qué es lo más importante: ser feliz o tener razón.
    Padre paseando con su hijo por la ciudad aprendiendo a ser un padre tranquilo.
  • Ten un minuto para sentir tu enfado y poder entenderlo. Imagina que eres otra persona y te ves así desde fuera. ¿Qué te dirías?
  • Reflexiona para averiguar por qué estás molesto.
  • Concéntrate en el panorama general para ser un padre tranquilo. Imagina que el mundo acabara mañana, ¿te enfadarías tanto porque tu hijo olvidó colgar la mochila en su sitio? Por supuesto que no.
  • Busca soluciones. No te centres solo en los problemas, busca soluciones y te sentirás mejor. Pero tienes que hacerlo sin ira. En lugar de gritar, busca una solución pacífica junto con tus hijos. El resultado será mejor para todos.
  • Entiende lo que está pasando. ¿Por qué te tienes que enfadar con tus hijos antes de saber lo que ocurre exactamente? Asegúrate de que el problema no es solo falta de comunicación.
  • Aprende y practica técnicas de relajación. Cuanto más relajado estés, más tranquilo te sentirás y más difícil será que te enfades tan rápidamente. Las técnicas de respiración siempre son una buena idea.
  • Busca en la adversidad oportunidades de crecimiento y aprendizaje interno. Cada vez que te sientas molesto, practica habilidades de manejo de la ira. De esta manera, aprenderás a manejar mejor la frustración y podrás sentirte más tranquilo todo el tiempo.

Recuerda que eres un ser humano; no eres perfecto, pero puedes ser un padre tranquilo.En este sentido, nuestra perfección reside, realmente, en esa imperfección. No te preocupes si cometes errores; es una necesidad humana para poder aprender de ellos y convertirte, poco a poco, en una mejor persona. Escoge tu camino por tu bien, por el de tus hijos y por el bien de tu familia en general.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.