Cómo convertir las luchas de poder con los hijos en cooperación

Si tienes un hijo con personalidad fuerte, no te pierdas estos consejos para que su crianza no se vuelva demasiado complicada y puedas evitar las luchas de poder en casa.
Cómo convertir las luchas de poder con los hijos en cooperación
María José Roldán

Escrito y verificado por la psicopedagoga María José Roldán.

Última actualización: 04 septiembre, 2020

Si tienes un hijo con una personalidad potente, es más que probable que ya hayas probado el sabor amargo de las luchas de poder. Lo cierto es que los niños de personalidad fuerte presentan en la crianza un gran desafío, pero si son criados con sensibilidad, se convertirán en adolescentes y jóvenes maravillosos. ¡Puedes convertir las luchas de poder con los hijos en cooperación!

Cuando se sienten automotivados y orientados hacia el interior, persiguen lo que quieren y son casi impermeables a la presión de sus compañeros. Mientras los padres resistan el impulso de “romper su personalidad”, los niños de personalidad fuerte, a menudo, se convierten en líderes.

¿Qué es exactamente un niño de personalidad fuerte?

Algunos padres los llaman “difíciles” o “tercos”, pero también los podemos ver como personas íntegras que no se dejan influenciar fácilmente, pues ellos tienen sus propios puntos de vista. Suelen ser personas valientes que quieren aprender las cosas por sí mismos en lugar de aceptar, de primeras, lo que otros les dicen.

Niña desafiando a sus padres con la mirada a punto de iniciar una lucha de poder.

Por este motivo, son niños que ponen a prueba los límites una y otra vez. Quieren tener siempre la “voz cantante” y decidir por sí mismos. Quieren tener la razón por encima de todo lo demás y hacen lo que sea por conseguirlo.

Se obsesionan con aquello que les interesa. Les gusta la adrenalina, la pasión por las cosas que hacen y sus sentimientos, habitualmente, son bastante intensos. Cuando tienen emociones profundas, les cuesta mucho equilibrarlas de nuevo.

A menudo, los pequeños de personalidad fuerte son propensos a las luchas de poder con sus padres. Sin embargo, se necesitan dos personas para tener una lucha de poder.

No permitas que un niño de cuatro años te haga actuar como un niño de cuatro años… Tú debes ser su mejor ejemplo a seguir y, por eso, debes respirar profundo y saber cómo actuar cuando tu hijo muestra su personalidad.

Las luchas de poder surgen porque no les gustan que les digan qué hacer

A nadie le gusta que le digan qué hacer, pero a los niños de personalidad fuerte les resulta insoportable. Los padres pueden evitar las luchas de poder ayudando a su hijo a sentirse comprendido, incluso cuando se establecen límites. Intenta sentir empatía, ofrecer opciones y comprender que el respeto va en ambas direcciones.

Buscar soluciones en las que todos ganen en lugar de simplemente imponer la norma evita que los niños de voluntad fuerte se vuelvan explosivos y les enseña habilidades esenciales de negociación y compromiso.

Claves para acabar con las luchas de poder y que haya cooperación

A continuación, vamos a hablar sobre algunas claves para acabar con las luchas de poder y que, de esa manera, en casa tengas cooperación en lugar de una “lucha de titanes” constante. ¡ No te las pierdas para ponerlas en práctica cuanto antes!

Es un aprendiz experimental

Eso significa que tiene que ver por sí mismo si la estufa está caliente. Entonces, a menos que estés preocupada por una lesión grave, es más efectivo dejarlo aprender a través de la experiencia, en lugar de tratar de controlarlo.

Puedes esperar que tu hijo, de voluntad fuerte, ponga a prueba tus límites repetidamente. Así es como aprende. Una vez que sepas esto, es más fácil mantener la calma, lo que evita el desgaste de la relación y tus nervios.

Quiere el dominio por encima de todo y creará luchas de poder

Deja que se haga cargo de la mayor cantidad posible de sus propias actividades. No le regañes para que se cepille los dientes, sino pregúntale qué más necesita hacer antes de que os vayáis.

Si se ve en blanco, dale pistas, como: “Todas las mañanas comemos, nos cepillamos los dientes, usamos el baño y preparamos la mochila. Te vi preparar tu mochila. Ahora, ¿qué necesitas hacer antes de salir de casa?”.

Los niños que se sienten más independientes y a cargo de sí mismos tendrán menos necesidad de ser opositores. Sin mencionar que asumirán la responsabilidad desde el principio. Esta es imprescindible para que se sientan con el control de lo que sucede a su alrededor.

Madre desesperada con dolor de cabeza debido a los gritos de su hija.

Dale opciones en lugar de tener luchas de poder

Los niños de personalidad fuerte necesitan opciones. Si le das órdenes a tu hijo, es más que probable que se acabe enfadando y poniéndose en tu contra. Por supuesto, ofrece solo opciones con las que puedas vivir y no te resientas si tienes que ceder un poco tu poder.

Si ir a comprar a la tienda no es negociable, pero tu pequeño quiere seguir jugando, una opción adecuada es decirle algo como: “¿Quieres ir ahora o en 10 minutos? Está bien, en 10 minutos nos vamos sin rechistar más”.

No le presiones o se opondrá a ti

La fuerza siempre crea un “retroceso” con personas de todas las edades. Si tomas una posición firme, puedes presionar fácilmente a tu hijo para que te desafíe, solo para demostrar que él también tiene su propio criterio. Sabrá cuándo es una lucha de poder y estará obcecado en ganarte.

En este punto, simplemente detente, respira y recuerda que ganar una batalla con tu hijo siempre te prepara para perder lo más importante: la relación.

En caso de duda, di: “Está bien, puedes decidir esto tú mismo”. Si no puedes, di qué parte puede decidir o busca otra forma de satisfacer su necesidad de autonomía sin comprometer su salud o seguridad.


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  • Ramos-Paúl, R. (2015) Niños desobedientes, padres desesperados: El método para que tu hijo te haga caso a la primera. Editorial: Clave.

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