¿Cómo afectan las pantallas al lenguaje de mi hijo?

¿Cómo afectan las pantallas al lenguaje de los niños? ¿Pueden llegar a limitarlo? ¿De qué forma? ¿Cómo se puede reducir el uso de las pantallas? ¡Te lo contamos todo, aquí!
¿Cómo afectan las pantallas al lenguaje de mi hijo?
Laura Ruiz Mitjana

Escrito y verificado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 07 enero, 2021

Cada vez es más frecuente encontrar por la calle, en la consulta del médico, en el parque, etc., niños “enganchados” a las pantallas de diferentes dispositivos escuchando canciones, viendo vídeos… Hemos normalizado esta acción diaria y no vamos a ser drásticos, ya que las pantallas también pueden favorecer algunas áreas del desarrollo de los pequeños, pero ¿qué ocurre con la área del lenguaje? ¿Cómo afectan las pantallas al lenguaje de los niños?

La realidad es que su uso, especialmente si este es excesivo, puede interferir en el desarrollo de su lenguaje y comunicación. Pero ¿por qué? Quédate leyendo y lo descubrirás; además, comentamos algunas ideas clave para reducir el tiempo que pasa tu pequeño expuesto a las pantallas. Al reducir su uso, el niño podrá fomentar no únicamente su lenguaje, sino también su creatividad y su curiosidad por explorar más allá de una pantalla.

¿Cómo afectan las pantallas al lenguaje de tu hijo?

Es una realidad: en el día a día vemos a niños cada vez más pequeños literalmente “enganchados” a las pantallas de móviles, tablets y otros dispositivos electrónicos. Pero ¿hasta qué punto es esto beneficioso para ellos? ¿Cómo puede perjudicarles? ¿Cómo afectan las pantallas al lenguaje?

Niño jugando con un móvil.

Si quieres conocer las consecuencias que tiene o que puede llegar a tener el uso de las pantallas en el lenguaje de los niños, especialmente en edades tempranas, quédate y sigue leyendo.

No fomentan su intención comunicativa

El primer punto relacionado con cómo afectan las pantallas al lenguaje tiene que ver con la intención comunicativa. A través de ella, el niño persigue un propósito, bajo el cual se esconde un deseo de comunicar, de expresar un mensaje.

Pero ¿qué ocurre con las pantallas? Que estas no estimulan, precisamente, esta intención, sino todo lo contrario, pues la limitan. ¿Por qué? Porque con este tipo de dispositivos (pantallas) no hay interacción social ni la necesidad de utilizar el lenguaje para comunicarse.

“Cuando se abre la puerta de la comunicación todo es posible”.

-Anónimo-

Las pantallas limitan la exploración del entorno

Por otro lado, el uso de las pantallas puede limitar la exploración de otras áreas del entorno real del niño. Esto es así porque, al tener un dispositivo que puede emitir sonidos, en el que aparecen juegos, imágenes, fotos, vídeos, etc., es muy difícil levantar la vista de él y empezar a investigar otros ámbitos, ya que los móviles y las tablets “lo dan todo hecho”.

Es por ello que, en este sentido, pueden limitar el esfuerzo del niño a seguir explorando, lo que interferiría en su lenguaje y comunicación.

Ofrecen una estimulación difícil de igualar

En línea con lo que comentábamos, las pantallas ofrecen una estimulación muy potente y muy difícil de igualar a través de otros métodos o materiales. Los niños, al comparar uno de estos dispositivos con juegos más tradicionales, como, por ejemplo, un juego de bloques, ven los primeros mucho más atractivos.

En cierta manera es normal, ya que están dotadas de multitud de funcionalidades que estimulan sus sentidos y llaman su atención (colores, música, luces…).

No hacen necesario el uso del lenguaje

Asimismo, el uso de las pantallas (concretamente, algunos juegos y vídeos), muchas veces, implica que no se requiera el lenguaje para dar vida a los personajes, por ejemplo. Es decir, el niño no tiene que simular la voz de los personajes, como lo haría con un muñeco, por ejemplo, porque esta ya aparece, “ya viene dada”.

Así, vemos cómo afectan las pantallas al lenguaje del niño a la hora de jugar y simular realidades, lo que tiene que ver con la creatividad. En cambio, a través del juego simbólico y de juegos más alejados de las nuevas tecnologías, esa estimulación del lenguaje sí se produce.

¿Qué hacer para que las pantallas no afecten al lenguaje de tu hijo?

¿Conviene eliminar las pantallas por completo? Cada familia deberá escoger la opción que mejor se ajuste a sus circunstancias, logística y día a día. Si bien es cierto que los expertos recomiendan eliminar las pantallas completamente, sobre todo en niños más pequeños (de edades tempranas).

Esto es así porque, como hemos visto, su uso puede interferir en el desarrollo normal del lenguaje y la comunicación. Sin embargo, nos parece interesante dejaros algunas ideas clave que hay que tener en cuenta y que se pueden aplicar para reducir progresivamente el uso de pantallas, lo cual facilitará la estimulación del lenguaje del pequeño.

Disminuye progresivamente su uso

No hace falta ser radicales si, por X circunstancias, no deseas eliminar por completo las pantallas de la vida de tu hijo. Sin embargo, sí puedes empezar por reducir su uso, especialmente con niños que pasan muchas horas expuestos a ellas.

Niño viendo películas en el móvil porque es incapaz de desconectar de las pantallas.

Ofréce alternativas que le motiven

Más allá de disminuir el uso de las pantallas, debes ofrecerle a tu hijo alternativas que despierten su interés y que “sustituyan”, en cierta manera, estas primeras. No se trata de que simplemente quiera cambiar unas cosas por otras, sino de que encuentre otras motivaciones más allá de las pantallas. Para conectar con él, puedes empezar partiendo de lo que le gusta y planteándole diferentes actividades que le llamen la atención.

Dedica tiempo con él para que las pantallas no afecten al lenguaje de tu hijo

La compañía de los padres es una de las cosas que más valoran los niños. Así que, opta por permanecer a su lado mientras descubrís juntos qué más le puede interesar aparte de los móviles y las tablets

Por otro lado, también puedes estar a su lado mientras juega con la tablet para estimular, aunque sea poco, la interacción, lo que permite trabajar y promover también el lenguaje.

¡Hay un mundo entero por descubrir! Y, a través de los ojos de un niño, este proceso es aún más emocionante. ¿A qué esperas para poner en práctica estos consejos y darle lo mejor a tu hijo durante su desarrollo?


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