Cómo lidiar con los cambios de humor de los adolescentes
A menudo, los repentinos cambios de humor de los adolescentes desconciertan a los padres. Basta con apenas unos minutos para que los jóvenes pasen de la alegría a la tristeza o de la frustración al orgullo. La inestabilidad emocional característica de este período impacta en la convivencia familiar e instala una cuota de malestar general que a veces resulta difícil remover.
Posiblemente, buscas estrategias para lidiar con la fluctuación anímica de tu hijo adolescente. Vale, estás justo donde tienes que estar.
Entender los cambios de humor en adolescentes
La adolescencia es pura transformación. En esta etapa vital, la estabilidad, la constancia y la serenidad se presentan muy de vez en cuando. Hablamos de un momento de profundos procesos de cambio a nivel físico, psicológico y hormonal.
A su vez, estos cambios inauguran una nueva – y todavía ambigua- forma de pensar acerca del mundo, de los vínculos y de ellos mismos. Ellos tratan de encontrar su propia identidad al explorar nuevas formas de relacionarse y experimentar situaciones novedosas.
Si bien todo esto puede ser percibido con entusiasmo e interés, en cierto modo también los abruma, lo cual da lugar a cambios de humor abruptos. Es en este inestable contexto es que se dan las famosas oscilaciones emocionales en los adolescentes: sienten emociones muy diversas entre sí en un período breve de tiempo.
Conoce cómo lidiar con los cambios de humor de los adolescentes
Los vaivenes anímicos tan repentinos pueden provocar confusión e incomodidad no solo en los adolescentes, sino también en las personas que están a su alrededor. Los padres suelen ser testigos de sus cambios de humor que, a menudo, interpretan como ilógicos y desproporcionados. A continuación, te brindamos algunas ideas para manejar de forma satisfactoria esta situación.
1. Recuerda que la adolescencia no dura para siempre
Debes saber que los cambios de humor abruptos son naturales durante la adolescencia. Las transformaciones significativas en su cuerpo, su mente y el entorno social, representan razones más que suficientes que explican las variaciones en el estado anímico.
Por esto, es importante que comprendas que los cambios de humor de tu hijo tienen sentido. Sin embargo, recordar que la adolescencia no dura para siempre podría aliviarte. Eso te dará la pauta de que es probable que la estabilidad emocional llegue a la par de la madurez.
2. Escucha activamente y brinda apoyo
Ten en cuenta que reaccionar de una forma reactiva e impulsiva podría agravar la situación. Es entendible que sus cambios de humor te generen impotencia y fastidio. Sin embargo, es esencial saber que si recurres al grito o te enojas con ellos por su malhumor, difícilmente alcancen la calma.
Tu hijo adolescente debe lidiar con una gran cantidad de preocupaciones, por lo que necesita de tu comprensión y empatía. Por eso, es recomendable acercarse y ofrecerle un espacio seguro de diálogo para que pueda hablar de lo que siente y piensa.
En caso de que no sea consciente de los motivos que le hacen cambiar de humor tan repentinamente, puedes guiarlo a través de preguntas tales como las siguientes: ¿te preocupa algo que sucedió en el colegio?, ¿sientes algún tipo de presión o exigencia que te inquieta?, ¿hay algo sobre ti mismo que te incomoda? Así, juntos podrían reflexionar sobre las situaciones que le preocupan y buscar posibles soluciones.
3. Ofrece herramientas de regulación emocional
Puedes ayudarle a encontrar formas saludables para canalizar sus emociones y llevar a cabo prácticas de autocuidado. La simple pregunta «¿qué necesitas en este momento para sentirte mejor?» podría brindar opciones que le ayuden a conseguir tranquilidad. A lo mejor, precisa de un paseo, realizar algún deporte o hablar por teléfono con algún amigo. O, quizás, lo que necesita es escuchar música o escribir en un diario.
4. Establece límites, pero respeta sus necesidades
Sí, establecer límites es necesario. Plantear reglas claras en relación con su comportamiento en el hogar es importante para hacer posible una convivencia familiar amena. Es cierto que el resto de los convivientes no tiene por qué tolerar malos tratos por los cambios de humor de los adolescentes. Además, ellos necesitan saber que no todo está permitido. Por eso, al momento de marcar límites, es aconsejable hacerlo de manera firme pero no inflexible.
Sin embargo, es fundamental respetar los tiempos y las necesidades de los adolescentes. En ciertos casos, es conveniente dejar pasar la situación y permitir que busquen un espacio seguro para atravesar un momento emocional intenso. Si necesitan estar un tiempo a solas en su habitación, es clave respetar su privacidad.
Mejorar la convivencia familiar
En resumen, los cambios de humor son esperables durante la adolescencia y pueden ser causados por una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales. Entonces, resulta pertinente que los adultos que lo acompañan adopten una postura empática y comprensiva, aunque no del todo permisiva.
Es clave aceptar que no todos los días serán alegres o fáciles en el hogar, pero que es importante brindar estrategias de regulación emocional a los hijos adolescentes. Esto va a tener un doble beneficio: por un lado, ellos se sentirán mejor y, por el otro, la convivencia familiar será más placentera.
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