Cambio de dientes en los niños: lo que necesitas saber
La pérdida de las piezas de leche y su reemplazo por las definitivas es un momento significativo para toda la familia. Con el recambio llega el hada de los dientes o el ratón Pérez y los padres son testigos de cuánto ha crecido su hijo.
Saber qué esperar en esta etapa y cómo actuar ayuda a acompañar mejor a los peques. En este artículo te contamos de qué se trata este proceso y los cuidados que hay que considerar.
El cambio de dientes en los niños
La etapa de cambio de dientes en los niños comienza alrededor de los 6 años de edad. Aunque esta edad es estimativa, pues cada pequeño tiene su propio ritmo de crecimiento. Así, algunos pueden empezar antes y otros después, sin dejar de considerarse normal.
Este proceso conocido como recambio dental consiste en la caída de las piezas de leche y el reemplazo de sus sucedáneas permanentes. Dicho evento ocurre de manera progresiva y gradual y culmina alrededor de los 12 años.
Las modificaciones mencionadas en la boca indican que el niño poco a poco madura hacia el estado adulto. Los dientes de leche resultan muy débiles y pequeños como para cumplir las funciones orales de una persona mayor y por eso, deben ser reemplazados.
El proceso del cambio de dientes comienza cuando las piezas definitivas están listas para erupcionar. Sus células especializadas reabsorben las raíces de los dientes de leche en el espesor del hueso maxilar. Es así que, cuando los elementos temporarios pierden la fijación de sus raíces, se empiezan a mover hasta caer por completo.
En el espacio que queda vacío erupciona la pieza permanente. Esto también ocurre de forma progresiva, hasta que el diente logra ubicarse en su sitio correcto.
Los elementos definitivos son más grandes que los temporarios y por esta razón, los espacios entre los dientes tienden a desaparecer.
Es bastante común que algunas piezas nuevas salgan torcidas, pero con la caída de los dientes vecinos y con el crecimiento del maxilar suelen alinearse por sí mismas. De todos modos, es conveniente que un odontopediatra supervise esta etapa.
¿A qué edad y en qué orden sucede el cambio de dientes en los niños?
La aparición y la caída de los dientes depende del ritmo de crecimiento propio de cada niño. Pero en general, es cerca de los 6 años cuando comienza el proceso.
Para los 12 años, el niño habrá cambiado sus 20 dientes temporarios y también, le habrán salido los primeros y segundos molares definitivos. Esto completará las 28 piezas permanentes, que serán 32 en la edad adulta si erupcionan las muelas de juicio.
A continuación, mencionaremos la edad y el orden estimativo del recambio, para que los padres sepan qué esperar.
- Los incisivos centrales son las primeras piezas en cambiarse. Se caen entre los 6 y los 7 años. Primero se salen los de abajo y luego, los de arriba.
- Los incisivos laterales se cambian entre los 7 y los 8 años. En este caso, suelen caerse primero los superiores y luego los inferiores.
- Entre los 9 y los 11 años se caen los primeros molares de leche. Estos son reemplazados por los primeros premolares, piezas propias de la dentición definitiva.
- Entre los 9 y los 12 años se cambian los caninos de arriba y de abajo.
- Alrededor de los 10 y 12 años se caen los segundos molares de leche, que son reemplazados por los segundos premolares.
Las muelas definitivas
El proceso que recién describimos comprende el cambio de dientes propiamente dicho. Es decir, que una pieza de leche debe caerse para darle lugar a una definitiva.
Pero además de eso, es necesario que los padres conozcan que en esta etapa también aparecen las muelas definitivas. Este fenómeno ocurre de manera espontánea, en la parte posterior de la boca, sin reemplazar a ningún diente temporario.
Alrededor de los 6 años aparece el primer molar permanente, el cual erupciona en el espacio libre que está detrás de los segundos molares temporarios.
A los 12 o 13 años erupcionan los segundos molares permanentes y para este entonces, la mayoría de los infantes poseen 28 elementos definitivos en la boca.
Es recién entre los 18 y los 20 años cuando aparecen los terceros molares o muelas de juicio. De esta manera, se completa la dentadura adulta con sus 32 piezas definitivas, aunque no a todas las personas les salen las cordales.
Cuidados a considerar durante el cambio de dientes en los niños
El mejor acompañamiento que pueden recibir los niños durante el recambio de dientes es permitir que el proceso suceda de manera natural. Esto quiere decir, que no se deben forzar ni arrancar las piezas dentarias.
Muchas veces, pasa bastante tiempo desde que el diente empieza a moverse hasta que se cae y es necesario tener paciencia y evitar movimientos bruscos para acelerar los tiempos. Pues con estas maniobras se pueden lastimar los tejidos de la boca, dañar las piezas definitivas y asustar al niño.
La pieza está lista para salirse cuando se suelta y el pequeño no debe sentir molestias ni dolor al moverla. En ese momento, se puede motivar al infante a que se la quite por sí mismo o ayudarlo suavemente con la tarea.
Luego de sacar el diente, debe enjuagarse la encía con agua limpia y morder un trozo de gasa por unos segundos para detener el sangrado. También, es bueno recomendar al pequeño que no se toque el sitio vacío ni se coloque objetos en la boca. Esto es para evitar dañar la nueva pieza que saldrá después.
Los controles odontológicos semestrales permiten que el profesional supervise el proceso de recambio, pero no es necesario llevarlo al dentista cada vez que se mueve un diente.
De todos modos, si surgen dudas acerca del tiempo del recambio, la salida de un diente torcido o en doble fila, lo ideal es adelantar la cita. En algunos casos particulares puede ser necesaria la intervención del dentista.
Cuidar los nuevos dientes
El cambio de dientes en los niños trae un gran compromiso en el cuidado de su salud bucal. Pues los dientes nuevos que aparecen en la infancia son los que nos acompañarán por el resto de la vida y es preciso ocuparse de ellos desde el principio.
Reforzar los hábitos de higiene dental, llevar una dieta saludable y hacer controles odontológicos cada 6 meses permiten atender la salud de loa dentadura permanente. Acompañar el proceso de recambio y ayudar a los niños a cuidar estos nuevos elementos es una gran responsabilidad de los adultos.
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