Bienestar docente: cuidarse para enseñar

Cuidar del bienestar docente es fundamental para garantizar el buen rendimiento académico de los alumnos. Pero, ¿qué más hay que tener en cuenta?
Bienestar docente: cuidarse para enseñar
María José Roldán

Escrito y verificado por la psicopedagoga María José Roldán.

Última actualización: 08 febrero, 2023

Cuando se piensa en los docentes, se recuerdan todas las vacaciones que tienen durante el año y sus 14 pagas. Quizás, es cierto que tienen muchas vacaciones, pero si las tienen, es por algo. Ser docente es una profesión que puede agotar emocionalmente si no se trabaja el bienestar. Por eso, hay que cuidarse para enseñar.

Lo que muchos se olvidan es el ritmo frenético que los profesores llevan cada día tanto en las aulas como en sus propios hogares. De ese modo, logran tener las clases al día, corregir los exámenes, preparar las tareas, coordinarse con sus compañeros y hacer reuniones, entre otras.

Cuando las emociones negativas vencen

La responsabilidad que tiene el maestro con las familias, los alumnos, el centro educativo y con ellos mismos es muy elevada. Sin embargo, esto no siempre se vea desde fuera.

Si el estrés se apodera del docente, es posible que entre en el «modo amenaza». Así, de manera inconsciente, hará que se generen conductas poco favorables para el aprendizaje de los alumnos y para su propio bienestar tanto físico como emocional. De ese modo, la salud del docente se resiente y esto puede ocasionar serios problemas.

En ocasiones, los docentes se pueden dejar arrastrar por las emociones negativas, como el enfado o la ansiedad. A veces, el estrés o los plazos se les echan encima aunque tengan una buena organización.

Cuando el alumnado percibe al docente desde el respeto

En el momento en que el alumnado no nota esa ansiedad ni estrés generada por el docente, mejoran los resultados académicos. Es decir, cuando la relación se basa en el diálogo, la comprensión, la empatía y el respeto. Esa forma, también repercute de manera positiva en el bienestar docente.

Por supuesto, esto no depende solo de la pedagogía del docente, sino más bien de su actitud ante el grupo clase. Su presencia y su comportamiento es lo que marca la diferencia. Si tiene entusiasmo, seguramente se lo transmitirá a sus alumnos; si es cercano, también lo serán los jóvenes con él; si reconoce y se responsabiliza de sus errores, también lo harán los menores.

Claves para el bienestar docente

Si eres docente, sabrás que no es nada fácil, ya que necesitas dedicación y mucho tiempo. Esto se suma a las horas que ya pasas en el centro educativo para poder ejercer tu profesión correctamente. Por eso, en muchas ocasiones puedes percibirlo como un trabajo estresante y exigente. Por todo esto, puedes sentirte agotado al final del curso. Para evitar esa situación, toma en cuenta los consejos que te brindamos a continuación.

Previene tu fatiga

Reconoce que tú eres primero y que debes cuidarte. Para ello, debes satisfacer tus propias necesidades. Así, si te cuidas, podrás enseñar mejor, serás más amable y consciente del aprendizaje de tu alumnado. ¡Reconecta con tu entusiasmo!

Sé tu mejor amigo

Para cuidarte bien debes ser tu mejor amigo. Comprende qué te ocurre y busca soluciones para sentirte mejor. Sé compasivo con los demás, pero también contigo mismo. De esa manera, ganarás en calidad de vida.

La resiliencia, la confianza, la comunicación y, sobre todo, la autorregulación emocional serán claves para el bienestar docente.

Empieza siempre por ti

Si no empiezas por ti y por lo que necesitas, no podrás continuar con los demás. Hacer las cosas por los otros está bien, pero siempre hasta cierto punto. Pon límites y no te exijas demasiado, porque si te agotas no podrás enseñar con calidad.

Respira hondo y cuenta hasta 10

Cuando notes que las fuerzas comienzan a flaquear, así te encuentre en casa o en clase, para un momento, busca un lugar tranquilo y cierra los ojos. Después, cuenta hasta 10 y haz respiraciones profundas. De esta manera, tu cerebro comenzará de nuevo y podrás ver las cosas desde otra perspectiva.

Recuerda que tienes que cuidarte

Nunca quites de tu perspectiva vital la importancia que tienes. Eres importante para ti, para tu familia, para tus amigos y para tus alumnos. Si no te cuidas lo suficiente, podrías comenzar a sufrir problemas emocionales y relacionales, no solo en tu trabajo, sino también en tu vida personal.

Entrar en ese círculo es peligroso y podría empeorar tu salud emocional y física. Así que pon de tu parte y comienza a pensar en cómo te puedes priorizar. De ese modo, tus alumnos podrán aprender mejor y tu bienestar y calidad de vida aumentarán progresivamente. Si hay una máxima que debes seguir es la frase que titula este artículo: «bienestar docente: cuidarse para enseñar». Al recordar esta frase, nunca pondrás en duda la importancia que tienes.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Withaker, T. (2018) Mi Primer año como docente: Gestionarlo y vivirlo. Editorial: Narcea

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.