Atender y apoyar a los hermanos de niños con discapacidad

Siempre se habla de los cuidados especiales que precisan los niños con discapacidad. Pero los hermanos de estos también necesitan recibir mucha atención, cariño y ayuda.
Atender y apoyar a los hermanos de niños con discapacidad
Ana Couñago

Escrito y verificado por la psicóloga Ana Couñago.

Última actualización: 09 noviembre, 2019

Las intervenciones de apoyo hacia familiares de personas con discapacidad, frecuentemente, van dirigidas a los padres y madres de dichos niños. Estos suelen precisar ayuda para aceptar y comprender la situación, por lo que se procura dotarles de estrategias de observación, intervención y afrontamiento, facilitarles información, ponerlos en contacto con otras familias que están en la misma situación, etc. Pero ¿qué ocurre con los hermanos de niños con discapacidad?

Muchas veces, dichos hermanos quedan en un segundo plano, por lo que pueden llegar a sentirse desamparados e incomprendidos. Ellos también necesitan un apoyo y una atención incondicional.

“Parte del problema con la palabra ‘discapacidad’ es que sugiere una inhabilidad para ver, escuchar, andar o hacer cosas que muchos de nosotros damos por sentado. Pero ¿qué ocurre con la gente que no puede sentir, hablar de sus sentimientos, controlar sus sentimientos, establecer relaciones cercanas, realizarse, gente que ha perdido la esperanza, que viven en la desgracia y la amargura? Para mí, esas son las discapacidades reales”.

-Fred Rogers-

Nina con su hermana con discapacidad dando un paseo por el parque.

Las necesidades de los hermanos de niños con discapacidad

Debido a la situación que les toca vivir, los hermanos de niños con discapacidad tienen ciertas necesidades que hay que intentar solventar. Así, según la pedagoga Olga Lizasoain Rumeu, estos pequeños suelen tener la necesidad de:

  • Recibir información sobre la discapacidad, sus repercusiones y sus implicaciones.
  • Poder comunicar y expresar sus sentimientos, siendo escuchados y comprendidos.
  • Ser respetados en su individualidad (gustos, aficiones, actividades, etc.).
  • Establecer un pacto de responsabilidades en relación a su hermano.

Consecuencias que experimentan

Además, existe una serie de consecuencias que pueden experimentar estos niños al convivir con un hermano con discapacidad. Algunas de ellas son:

  • Celos.
  • Sentimiento de culpabilidad.
  • Conductas desadaptadas para llamar la atención.
  • Problemas de sueño o alimentación.
  • Problemas escolares.
  • Compensación, intentando proporcionar a los padres aquello que su hermano no puede darles por su condición.
  • Vergüenza y miedo al qué dirán en determinadas ocasiones.
  • Sobreprotección hacia su hermano, convirtiéndose en ‘segundos padres’.
  • Miedo, desconcierto y preocupación.
  • Aislamiento y soledad.
  • Enfado y rabia por la situación que viven.
  • Resentimiento por la pérdida de atención por parte de los padres.

Pero no todo son consecuencias negativas, ya que los hermanos de niños con discapacidad también se caracterizan por:

Atender y apoyar a los hermanos de niños con discapacidad

Las madres y los padres que tienen un niño con discapacidad, dedican mucho tiempo a su cuidado, pero deben hacer el esfuerzo de atender y apoyar al resto de sus hijos, proporcionándoles un trato de equidad.

Para ello, es importante que, desde pequeños, se les explique cuáles son las capacidades y limitaciones de su hermano. Además, los progenitores deben encargarse de solucionar todas sus dudas y preocupaciones al respecto. Asimismo, es conveniente crear espacios de ocio en familia, de tal modo que los hermanos puedan jugar y divertirse juntos.

Otra opción que resulta muy beneficiosa para los hermanos de niños con discapacidad es llevarlos a asociaciones y ponerlos en contacto con otros niños que estén en la misma situación. Así, pueden compartir sus sentimientos y oír las experiencias de los demás. Con esto, se pretende:

  • Evitar el sentimiento de soledad, aislamiento y diferencia.
  • Favorecer la expresión de sentimientos y vivencias.
  • Promocionar crecimiento personal.
  • Intercambiar información con otros niños que tienen hermanos con discapacidad.
  • Mejorar la comprensión de lo que supone la discapacidad.

Por tanto, tener un hermano con discapacidad no tiene que verse como algo negativo, sino como una oportunidad enriquecedora y excepcional.

“Se nos pone en situaciones difíciles para construir nuestro carácter, no para destruirnos”.

-Nick Vujicic-


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Agustín, P. y González-Simancas, A. (2017). Guía de autocuidado emocional para hermanos de personas con síndrome de Down. Down España.
  • Lizasoáin, O. (2009). Discapacidad y familia: el papel de los hermanos. M. R, Berruezo y S., Conejero, El largo camino hacia una educación inclusiva: la educación especial y social del siglo XIX a nuestros días. XV Coloquio de Historia de la Educación, Pamplona-Iruñea1, 653-660.
  • Lizasoáin, O. et al. (2011). Hermanos de personas con discapacidad intelectual: Guía para el análisis de necesidades y propuestas de apoyo. España: Editorial Siníndice.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.