¿Los alimentos orgánicos son mejores para mi bebé?

Los alimentos orgánicos no tienen por qué ser mejores que aquellos cultivados de manera tradicional. Si bien es cierto que a nivel organoléptico cuentan con una calidad superior, desde el punto de vista nutricional presenten una composición semejante. Por otra parte, resultan mucho más caros y esto los hace no aptos para todos los bolsillos.

¿Qué son los alimentos orgánicos?

Los alimentos orgánicos son aquellos que se producen de manera respetuosa con el medio ambiente, sin la utilización de productos químicos que puedan alterar su salubridad. En el caso de los productos de procedencia animal, se asegura el bienestar del mismo a través de su alimentación saludable y su tenencia en libertad.

Si bien la producción orgánica es más compleja y costosa, resulta en comestibles de mayor calidad desde el punto de vista organoléptico. Eso sí, la diferencia a nivel nutricional no siempre compensa el incremento en el precio del producto.

En el mercado es que es posible encontrar alimentos orgánicos y otros producidos a partir de los mismos. Este sería el caso de la leche de fórmula orgánica, que está elaborada a partir de un lácteo obtenido de vacas alimentadas con pastos y criadas en libertad.

A continuación, vamos a contarte en detalle de qué se trata cada uno de los productos orgánicos para que puedas elegir a conciencia su consumo.

Leche entera orgánica

La leche orgánica presenta variaciones en cuanto al perfil lipídico con respecto a la tradicional. Su contenido en ácidos grasos omega 3 es mayor, lo que podría generar un beneficio en el crecimiento del niño. Sin embargo, la literatura científica no ha podido demostrarlo.

Siempre y cuando se plantee una dieta variada con presencia de dichos nutrientes, no debiera de haber problemas en el desarrollo físico del pequeño.

Leche de fórmula orgánica

Hay que destacar que el mejor alimento para el bebé que ha demostrado superioridad frente a cualquier otro es la leche de su madre. No obstante, en algunas situaciones se hace difícil su administración, por lo que no queda más remedio que recurrir a las fórmulas.

Entre las principales ventajas de la leche de fórmula orgánica podemos destacar la ausencia total de antibióticos en su interior. No se utilizan estos fármacos para tratar a los animales de los cuáles se extrae la leche o la carne de más alta calidad. Eso sí, los controles al respecto son más rigurosos, por lo que el producto en sí cuenta con una mayor salubridad.

Ahora bien, no existen evidencias contundentes que confirmen que estas fórmulas orgánicas son más beneficiosas para la salud con respecto a las tradicionales. No se puede asegurar que el desarrollo del bebé será mejor ni que se reducirá el riesgo de sufrir patologías crónicas o complejas, como las de tipo autoinmune.

Lo que sí es cierto es que las leches orgánicas suelen concentrar una mayor cantidad de ácidos grasos omega 3. Estos elementos son clave para el desarrollo del sistema nervioso y para prevenir alergias, según indica un estudio publicado en la revista Nutrients. De todos modos, las fórmulas tradicionales suelen estar suplementadas con dicho nutriente para promover también este beneficio.

Frutas y verduras orgánicas

También es posible encontrar en el mercado frutas y verduras orgánicas. Estas se cultivan sin el uso de fertilizantes y de pesticidas, lo que previene la acumulación de químicos en el organismo. Algunos expertos afirman que el consumo regular de estos tóxicos podría alterar el estado de salud a medio plazo, aunque su excreción suele ser eficiente.

De todos modos, no existen evidencias conforme alimentar al bebé con frutas y verduras orgánicas genere beneficios sobre su salud. Al menos, en estudios a corto o medio plazo.

Lo cierto es que hay otros hábitos que pueden condicionar el funcionamiento del organismo de manera mucho más determinante. Por ejemplo, es mucho más productivo incrementar la variedad de alimentos en la dieta que consumir productos orgánicos.

Carne orgánica

Respecto a la carne orgánica existen diferentes opiniones. Por un lado, el perfil lipídico del alimento es superior: se obtienen cortes más magros, con una mayor concentración de proteínas. Por el otro, se reduce el riesgo de ingerir pesticidas, antibióticos y otra serie de compuestos químicos de forma inadvertida.

De esta manera, se propone que el alimento cuenta con una calidad mayor, pero faltan estudios controlados que comprueben los efectos beneficiosos a largo plazo del consumo de este tipo de productos.

Alimentos ecológicos para el medio ambiente

Lo que sí parece claro es que el consumo de alimentos ecológicos resulta positivo para el medio ambiente. Esto es porque la producción de desechos tóxicos es menor y por lo tanto, se podría frenar el cambio climático.

Ahora bien, resulta bastante utópico pensar en este método de producción como el único posible. Pues no existe la posibilidad de abastecer a toda la población mundial de esta forma.

En este sentido, el principal motivo para optar por esta clase de productos sería el mejor sabor de los mismos, aunque no siempre la diferencia de precio lo compensa. Al fin y al cabo, desde el punto de vista de la salud, los métodos de producción extensivos resultan bastante adecuados y seguros.

Los alimentos ecológicos no son mejores para el bebé

Como has podido comprobar, no se ha demostrado que la alimentación por medio de productos ecológicos resulte mejor para el bebé. A pesar de su mayor contenido en ácidos grasos omega 3 o de su menor concentración en pesticidas, no existe un beneficio claro apoyado por la literatura científica.

Por este motivo, más allá de los métodos de producción, es determinante leer con atención el etiquetado nutricional de los productos que se consumen de manera regular. En cuanto a las leches de fórmula, hay que evitar las que cuentan con azúcares añadidos en su interior.