Los adolescentes necesitan padres con autocontrol

La adolescencia es una etapa de gran confusión e intensidad emocional. Por ello, el joven necesitará encontrar en sus padres calma y contención.
Los adolescentes necesitan padres con autocontrol
Elena Sanz Martín

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Última actualización: 03 noviembre, 2020

Los adolescentes tienen fama de rebeldes, desobedientes y respondones. Muchas veces esta descripción se ajusta bastante a la realidad. Sin embargo, no es menos cierto que estos jóvenes se enfrentan a una etapa de profundas transformaciones, de retos que pueden desbordar su capacidad para afrontarlos. Por eso, ante la intensidad emocional que se desata en su interior, necesitan un entorno capaz de contenerlos. Necesitan padres con autocontrol.

Nadie dijo que la paternidad fuera fácil. Es una tarea que requiere un enorme trabajo personal para poder ofrecer a los hijos la mejor versión de nosotros mismos. Para poder darles, en cada momento, lo que necesitan de nosotros.

Para ser padre se necesita ser adulto, en la más amplia extensión de la palabra. Debemos ser capaces de analizarnos, revisarnos y escoger nuestro comportamiento con cuidado, ya que este influirá de manera importante en el desarrollo de nuestros hijos, y el autocontrol es uno de los aspectos que más debemos cuidar.

Padre hablando con su hija adolescente porque necesita padres con autocontrol.

¿Qué es el autocontrol?

El autocontrol es la capacidad de contener nuestros impulsos, de pensar antes de actuar, de escoger deliberadamente nuestras acciones. Se trata, en definitiva, de ser capaces de elegir cómo queremos comportarnos en cada momento, en lugar de reaccionar automáticamente ante lo que pasa a nuestro alrededor.

Las personas con un buen autocontrol son pacientes, reflexivas y tolerantes. No suelen tomarse de forma personal el comportamiento de los demás y optan por la conciliación, la comprensión y el respeto en lugar de buscar tener razón o sentirse superiores. En definitiva, son capaces de respirar, sosegarse y contar hasta 10 antes de responder, de forma que puedan escoger su siguiente paso buscando el mayor bien.

Por el contrario, quienes carecen de autocontrol suelen actuar movidos por su ego herido. Son susceptibles, impulsivos y poco empáticos. Es decir, no son capaces de preguntarse por qué la otra persona actúa del modo en el que lo hace, automáticamente se sienten ofendidos y responden para devolver el daño.

Los adolescentes necesitan padres con autocontrol

La capacidad de controlar nuestros impulsos es necesaria en muchos ámbitos de la vida. Nos ayuda a tomar mejores decisiones y a evitar arrepentirnos después de lo que hicimos “en caliente”. Sin embargo, cuando eres padre de un adolescente, esta es una habilidad fundamental que habrás de desarrollar si aún no la posees. ¿Por qué? Porque ante el descontrol y la tempestad emocional que trae la adolescencia, deberás ser para tu hijo el ancla, la roca y el sostén.

Son muchos los padres que ante una discusión, un conflicto o una salida de tono de su hijo se ponen a su nivel. Así, devuelven el grito, la falta de respeto y el comportamiento inmaduro. Reaccionan de forma automática y desproporcionada ante las conductas negativas de su adolescente.

Si el joven grita, ellos gritan más alto. Si da un portazo, ellos dan otro. Cuando en un arrebato de ira el adolescente afirma “te odio, eres el peor padre del mundo”, los padres sin autocontrol responden “y tú el peor hijo”. Como vemos, se trata de una dinámica en la que el objetivo es simplemente quedar por encima y no importa arrasar con las bases de amor y respeto que deben primar en toda relación familiar.

Madre e hijo gritando porque no tienen autocontrol.

Sé la calma ante su tormenta interior

Estos padres pueden pensar que con dicho comportamiento están imponiendo autoridad, que están marcando límites. Pero no es así. Tenemos muy interiorizada la idea de que los niños y jóvenes deben “tener claro quien manda” y, en ocasiones, pagamos un precio muy alto para demostrarlo.

Cuando tu hijo pierda el control, no puedes colocarte a su altura. Él es un adolescente, tú un adulto. Cuando actuamos sin autocontrol perdemos la razón y, además, estamos siendo modelos justamente de aquellas conductas que queremos eliminar en nuestro hijo. No podemos pedirle que sea maduro, responsable y respetuoso si nosotros no lo somos.

Así, es imprescindible que nos convirtamos en padres con autocontrol, capaces de mantener la tranquilidad y las formas. Que sepamos comprender a nuestro hijo y cómo pueden estarle afectando los cambios, retos y búsquedas que trae aparejada la adolescencia. Recuerda que ciertos comportamientos son propios de la edad.

Entonces, respira, piensa antes de reaccionar y recuerda que su adolescencia pasará, pero el ejemplo que hayas dado perdurará en el tiempo. Conviértete en calma y refugio ante su tempestad interior.


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  • Vallet, M. (2006). Cómo educar a nuestros adolescentes: un esfuerzo que merece la pena. WK Educación. https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=ijG-kqovzsUC&oi=fnd&pg=PA34&dq=educar+a+nuestros+adolescentes&ots=7F3gEkbMLl&sig=4Sbbz6NI8pz39KWTeN_EbJ8gN1w#v=onepage&q=educar%20a%20nuestros%20adolescentes&f=false

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