Actividades para trabajar las habilidades sociales en los niños

Desde iniciar una conversación hasta pedir disculpas. Con estas actividades los niños podrán aprender las habilidades sociales de forma sencilla y divertida.
Actividades para trabajar las habilidades sociales en los niños
Elena Sanz Martín

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Última actualización: 11 octubre, 2022

Es importante aprender cuáles son las mejores actividades para trabajar las habilidades sociales en los niños, pues la capacidad para relacionarnos adecuadamente no siempre es intrínseca, y necesita ser aprendida y entrenada.

De hecho, independientemente de si son más abiertos o más reservados, tímidos o extrovertidos, todos los niños necesitan establecer relaciones sociales. Comunicarnos, interactuar y compartir con otros es necesario para alcanzar un desarrollo físico y psicológico saludable.

Actividades para trabajar las habilidades sociales desde pequeños

No contar con las herramientas sociales adecuadas puede acarrear serias dificultades a los menores. Desde problemas de autoestima, tristeza y miedo al rechazo hasta estrés o ansiedad social. Así, es importante que, desde sus primeros años, les dotemos de recursos suficientes para que puedan ver la interacción social como algo sencillo y gratificante.

Las habilidades sociales que utilizamos a diario y que podemos trabajar con los niños son numerosas. Desde las más simples, como presentarse, hacer un cumplido o iniciar una conversación, hasta las más complejas, como seguir instrucciones, pedir ayuda o poner límites.

Niños haciendo algunas actividades para trabajar las habilidades sociales.

A continuación, nos centraremos en algunas de las más importantes y en cómo pueden entrenarse de forma sencilla y divertida.

Empatía

Varios investigadores de la Universidad de Costa Rica han afirmado que para trabajar la empatía con los niños hemos de ayudarles a identificar los estados de ánimo de los otros, comprenderlos y reaccionar adecuadamente. Para ello, uno de los ejercicios más sencillos es mostrarles imágenes de caras expresando diferentes emociones y pedirles que nombren lo que creen que está sintiendo. También puede realizarse a la inversa, es decir, darle una emoción al pequeño e invitarle a representarla con sus propios gestos.

Los libros y películas también pueden ser herramientas de gran ayuda para fomentar la empatía. Así, podemos preguntar a los niños qué sienten cada uno de los personajes y qué les lleva a sentir eso. De igual modo, será interesante instarles a pensar qué emoción experimentarían ellos en esa situación y cómo les gustaría ser tratados por su entorno.



Asertividad

La asertividad es una habilidad social imprescindible, ya que está muy relacionada con la autoestima. Para trabajarla, el role-play es una de las actividades más adecuadas. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Salamanca (España), el role-play o juego de rol tiene un efecto positivo en la mente de los niños y no suelen ser peligrosos.

Así, se trata de poner a los niños por parejas y explicarles la situación que deben representar. Estas pueden ser pedir un favor, decir “no” a una petición, expresar una opinión, negociar con la otra persona…

Antes de realizar esta actividad, es importante explicarles el modo adecuado de expresarse sin faltar al respeto a los demás, pero defendiendo nuestras opiniones y deseos. El resto de niños hacen de espectadores y deciden qué les parece la escena, qué está bien y qué se podría mejorar.

Cooperación

Para aprender a cooperar, es necesario enfrentar a los niños a juegos o actividades que requieran del trabajo en equipo. Las yincanas por equipos, por ejemplo, pueden resultar muy interesantes. En ellas los niños tendrán que poner en común sus habilidades para ir resolviendo las pruebas y acertijos.

“La gran tortuga” es otro juego tan útil como divertido. En él varios niños se colocan a cuatro patas y, sobre ellos, se pone una colchoneta, que sería el caparazón de la tortuga.

A continuación, se les pide que lleven a la tortuga de un punto a otro o que realicen un circuito. Al hacerlo, comprobarán que es necesario coordinar sus movimientos para que el caparazón no se caiga y la tortuga pueda avanzar.

Niños saltando a la cuerda, una de las actividades de movimiento libre más fáciles de hacer.

Algunos juegos para desarrollar las habilidades sociales en la escuela

Por su parte, existen otras actividades recreativas o juegos que, aunque parezca improbable, ayudan a trabajar las habilidades sociales en los niños. Muchos de estos juegos son ideales para los más pequeños de la casa y suelen realizarse en las escuelas. Las opciones más populares son las siguientes:

  • Abrazos musicales: los niños deberán dar vueltas por todo el salón mientras suena la música. Cuando la música se detenga deberán buscar un compañero para abrazarlo. La cantidad de niños en cada abrazo deberá aumentar en cada ronda, además es fundamental que ningún niño quede sin compañero.
  • Dibujos en equipo: los niños deben separarse en grupos entre 5 y 10 integrantes y formar una fila. El primero de cada fila tendrá un lápiz y habrá un papel varios metros delante de él. El profesor dará un tema sobre el cual dibujarán y cuando de la señal correrán hacia el papel. Luego, el profesor dará otra señal para que el niño regrese y le entregue el lápiz a su compañero para continuar el dibujo.
  • El dragón: se divide a los niños en varios grupos y deben hacer una fila. El primer niño será la cabeza del dragón y el último tendrá un pañuelo que será la cola. La idea es que la cabeza le robe la cola a los otros dragones, cuando esto ocurra los niños deberá unirse al dragón. El juego termina cuando todo el grupo forme un solo dragón.
  • El inquilino: se deben formar grupos de 3 niños, 2 de ellos formarán el techo y las paredes de la casa, mientras que el tercero se ubicará debajo y será el inquilino. Cuando el profesor grite ¡Inquilinos!, estos niños deberán buscar una nueva casa. Por su parte, si grita ¡Casa!, las casas deben buscar otro inquilino.
  • El aro: se colocan varios aros distribuidos en el salón y 5 o 6 niños deberán rodear cada aro. Los niños deben colocar sus brazos sobre los hombros de sus compañeros y tratar de elevar el aro sin utilizar las manos. El primer grupo que logre subir el aro sobre sus cabezas será el ganador.
  • El ovillo: los niños se sientan en círculo en el salón, para empezar el profesor lanzará el ovillo a un niño y dirá algo positivo sobre él sin soltar la punta. Luego, el niño que recibió el ovillo lo lanzará a otro compañero repitiendo el proceso, siempre sin soltar la punta. Cuando todos hayan participado, pueden hacer un diálogo sobre como se sintieron con esta actividad.


Otras actividades para trabajar las habilidades sociales con los niños

Para trabajar las habilidades sociales en los niños, lo más adecuado es hacerlo de forma natural y divertida en contextos cotidianos. Para ello, por ejemplo, los juegos de mesa pueden resultarnos de gran utilidad para enseñar a los pequeños a respetar los turnos.

El tradicional juego “Simón dice” será ideal para trabajar la capacidad de seguir instrucciones. Y dinámicas, como vendarse los ojos y dejarse guiar por un compañero, potenciarán la confianza interpersonal.

Ante todo, debemos recordar que la familia es el principal agente socializador y los padres las principales figuras de referencia. Por ello, nuestro propio comportamiento será la mejor guía para nuestros hijos.

Tomemos conciencia de cómo nos relacionamos, cómo nos expresamos y qué idea les transmitimos de la interacción social. Adquirir estas habilidades en la infancia con seguridad les preparará para el éxito en múltiples ámbitos de la vida.


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