9 formas de aliviar el dolor durante el parto

9 formas de aliviar el dolor durante el parto

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 29 marzo, 2020

No te vamos a mentir: el parto suele ser por lo general un proceso doloroso. Además el dolor que sientes durante la fase de alumbramiento normalmente puede ir en aumento, pero esa sensación puede trascender, manejar o controlar. ¿Cómo lograrlo? Con técnicas para aliviar el dolor…

No hay grandes diferencias entre la sensación que tienes en el proceso de dilatación y expulsivo, aunque obviamente cada caso es diferente para cada madre.

De hecho, la tolerancia y la vivencia del dolor durante el parto es una sensación que varía en cada mujer, por lo tanto no debe idearse un solo tipo de analgesia o forma de aliviar el dolor durante el parto, pues a ti puede que te sirva un método que a otras mujeres no favoreció tanto.

No te desesperes ni te llenes de pánico al leer sobre el proceso, pues es posible llegar a tener un parto con poco dolor (aunque insisto es relativo) y para lograrlo es recomendable que la te prepares y planees algunas estrategias para manejarlo de la mejor forma posible.

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El dolor se puede tolerar

Planear cómo actuar ante el dolor es una de las mejores maneras de estar prevenida y de asegurarse que permanecerás calmada y que serás capaz de controlar las cosas cuando llegue el momento.

Aquí te ofrecemos unas sugerencias para ayudarte y que puedes poner en práctica para aliviar el dolor durante el parto:

  • El ejercicio regular y razonable previamente aprobado por un médico puede ayudar mucho a fortalecer tus músculos y a preparar tu cuerpo para el estrés del trabajo de parto ya que esto demandará mucha resistencia de tu parte. El ejercicio aumenta tu resistencia, lo cual te será útil si tienes un trabajo de parto largo. Lo importante que debes recordar que no debes sobrepasarte con ningún ejercicio, habla con tu médico acerca de cuál ejercicio considera seguro para ti.
  • También está la conocida técnica Lamaze; este es el método utilizado más ampliamente en Estados Unidos. La filosofía Lamaze promueve que el parto es un proceso normal, natural y saludable. Y partiendo de esto busca que las madres deban capacitarse para abordarlo con confianza y con el menor dolor posible. La técnica de Lamaze enseña las formas en que pueden hacer disminuir su percepción del dolor mediante técnicas de relajación, ejercicios de respiración, distracciones o masajes proporcionados por el acompañante que hayas decidido. El enfoque Lamaze adopta una postura neutral con respecto a los analgésicos.
  • El método Bradley, también conocido como “parto asistido por el esposo” hace insistencia en un abordaje natural del parto y en la participación activa del padre del bebé como acompañante principal del parto.  El objetivo primordial de este método es evitar el uso de medicamentos, a menos que sea absolutamente muy necesario. El método Bradley se centra en la nutrición y el ejercicio adecuado durante el embarazo, así como en técnicas de relajación y respiración profunda como método para afrontar el dolor del trabajo de parto.
  • Los analgésicos también son una opción para aliviar el dolor de parto y se pueden administrar de muchas formas. Si se administran de forma intravenosa o mediante una inyección en un músculo, los medicamentos pueden afectar todo el cuerpo.

Estos medicamentos pueden ocasionar efectos secundarios en la madre, incluidas somnolencia y náuseas. También pueden tener efectos sobre el bebé, hoy en día se apuesta por buscar en la medida de lo posible vías más naturales para aliviar el dolor de parto, siendo los analgésicos la última de las opciones a considerar.

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  • Parto natural: algunas madres eligen dar a luz sin usar ningún medicamento en absoluto, apoyándose en cambio con técnicas como la relajación y la respiración controlada para aliviar el dolor. Los medicamentos por lo general pueden aliviar mucho el dolor, pero no lo eliminan completamente. Como futura madre debes considerar que el trabajo de parto puede ser más doloroso de lo que te imaginas o te encuentras preparada. Algunas madres que expresan antes de dar a luz que no desean ningún tipo de analgésico cambian de opinión al comenzar el trabajo de parto.
  •  Anestesia regional: Esto es lo que la mayoría de las mujeres piensan cuando consideran los medicamentos para el dolor durante el trabajo de parto. Mediante el bloqueo de la sensación de regiones específicas del cuerpo, estos métodos se pueden utilizar para aliviar el dolor en los partos tanto vaginales como por cesárea.
  •  Masajes: con la manipulación de tejidos blandos se consigue relajar los músculos que están más contraídos además de disminuir la ansiedad de la madre. Los masajes, proporcionados por una persona de confianza que brinde apoyo continuo a la embarazada, relajan los músculos y alivian las tensiones. Especialmente en la zona lumbar que es una de las que más se tensa, aportando un gran alivio.
  •  Hidroterapia: Sumergir a la madre en agua caliente durante la dilatación puede ser muy positivo, dado que contribuye a la relajación, lo cual puede reducir la ansiedad. No existen evidencias de que acorte el proceso del parto, pero sí puede mejorar mucho con la percepción y subjetivamente convertirlo en un proceso más corto. La temperatura del agua no debe superar los 37 grados y no se aconseja estar sumergido más de 2 horas.
  • Distracción: con esto se trata de crear una protección sensorial que permita a la gestante aumentar en nivel otros estímulos sensoriales para desviar el dolor de parto, sobre todo estímulos auditivos, visuales y táctico-cinéticos como música o moverse constantemente en búsqueda de la posición adecuada donde el dolor sea menor.

Cualquier técnica de relajación o distracción conviene empezar a practicarla meses antes del parto para que así sea más efectiva en el momento de dar a luz.

De cualquier forma, por más intensos o leves que hayan sido los dolores de parto, las mujeres tienden a olvidar todo eso. Los recuerdos del dolor vivido en ese momento desaparecen con el paso del tiempo pues la felicidad ante la llegada de un hijo es mayor que cualquier dolor experimentado y dura para siempre.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.