8 técnicas para ayudar a los niños a manejar la ira
La ira es una de las emociones primarias del ser humano y es la que nos provoca enfado, irritabilidad o rabia ante alguna situación que no nos gusta o nos causa frustración, y esto ocurre igual en los niños. A veces, los pequeños sienten con tanta intensidad la ira, que no son capaces de controlarla. En las siguientes líneas vamos a ver algunas técnicas para ayudar a los niños a manejar la ira.
La ira se expresa de dos maneras en nuestro cuerpo: una de forma interna, acelerando el ritmo cardiaco y aumentando la presión sanguínea y la producción de adrenalina; y otra externa, que es el cambio de expresión que nos produce, el tono elevado de la voz, la tensión de los músculos, etc.
En una situación en la que los niños sientan ira, pueden gritar, pegar, lanzar objetos o insultar. ¿Qué podemos hacer los padres si nuestros hijos actúan con ira? Vamos a intentar dar respuesta a esto.
Técnicas para ayudar a los niños a manejar la ira
La ira no es una emoción agradable para nadie, pero no la podemos considerar de una forma negativa, puesto que con ella podemos aprender mucho.
Es normal que, ante una determinada situación que a los niños les produzca frustración, sientan ira. Los padres no debemos invalidar esa emoción con nuestras palabras o comportamiento, ya que los haríamos sentir peor.
En este sentido, los progenitores tenemos que ayudar a los niños a manejar la ira, y podemos hacerlo a través de algunas técnicas como las que vamos a ver a continuación.
Ayudar a reconocer la ira
Cuando el niño se encuentra inmerso en un ataque de ira, es muy complicado hablar con él, por eso, debemos esperar a que este suceso pase para tener una conversación sobre qué es lo que ha pasado. Tenemos que preguntarle por qué ha reaccionado así y cómo se siente después de este episodio. Todo esto con el fin de que el pequeño se dé cuenta de esa emoción y sepa por qué la ha sentido.
Mantener la calma y evita gritar
Los padres tenemos que mostrar ejemplo y no debemos perder los nervios, gritar, zarandear al niño o dar portazos. Si queremos que el pequeño aprenda a manejar la ira, tiene que ver en nosotros un ejemplo de control de esa misma emoción, a pesar de que haya situaciones en las que sea fácil perder la paciencia.
También corremos el riesgo de que, si nosotros reaccionamos de una forma agresiva o violenta, el enfado y la rabieta del niño aumenten mucho más.
Enseñar a actuar sin ira al niño
En muchas ocasiones, los menores reaccionan con ira porque no tienen las habilidades suficientes para controlarla y no saben cómo pueden solucionar el problema en el que están inmersos. Por esta razón, debemos enseñarles a:
- Identificar qué es lo que provocó esa emoción de ira.
- Conversar con él sobre lo que ocurrió y explicarle que esa manera de actuar no es la adecuada, y cómo puede actuar mejor para otra ocasión.
- Ayudarle a buscar soluciones para futuras situaciones difíciles.
- Reforzar al niño cuando responda ante una situación sin ira y de forma calmada.
Cambiar a otra actividad
Cuando el pequeño comience a sentir la emoción de la ira, podemos ayudarle cambiando a otra actividad que le resulte divertida. De esta manera, lo sacaremos de ese estado de frustración.
- Contar cuentos mientras ve las imágenes.
- Jugar a algún juego de mesa con la familia.
- Ver alguna película que le guste mucho.
- Jugar con plastilina y hacer figuras.
- Fabricar un bote de la calma y utilizarlo cuando se sienta enfadado.
- Hacer un dibujo mientras escucha música.
Salir físicamente de la situación
Intentaremos sacar al niño físicamente de la situación que le provoca ira con acciones como:
- Dar un paseo con papá, mamá o ambos.
- Salir al jardín, si lo tenemos.
- Buscar un rincón que le aporte calma y tranquilidad para que se relaje.
Más técnicas para ayudar a los niños a manejar la ira
Enseñar a liberar tensiones
Vamos a ver algunas de las formas que pueden ayudar a los niños a liberar tensiones:
- Deporte. Es excelente para manejar la ira y el estrés, pues libera endorfinas que ayudan a tener sensación de calma y bienestar. Además, se gasta el exceso de energía de los niños.
- Técnicas de relajación o respiración. Sobre todo en los momentos en los que está sintiendo esta emoción, le vendrá bien para volver a la calma
- Actividades como el yoga o mindfulness también pueden ayudar.
Fomentar la empatía para ayudar a los niños a manejar la ira
Es muy importante enseñar y fomentar la empatía en los niños para que entiendan cómo se sienten los demás y sepan ponerse en el lugar del otro. Esto es fundamental para que puedan manejar la ira, así que debemos transmitirles, desde pequeños, este valor a los niños.
Enseñar estrategias de autocontrol
Podemos indicarle a nuestro hijo algunas técnicas que le ayuden a tener autocontrol cuando esté sintiendo ira, como, por ejemplo, la técnica del semáforo.
Con este método le indicaremos al niño, mediante tarjetas de los tres colores del semáforo, si debe parar, si debe analizar lo que está pasando y por qué se comporta así o que puede expresar lo que está sintiendo.
En definitiva, si a los adultos a veces nos cuesta controlar la ira, a los niños les es más difícil aún, ya que todavía no tienen control sobre sus emociones. Cuanto más pequeño es un niño, peor se manejará ante esta emoción, por lo que estas técnicas para ayudar al niño a manejar la ira pueden serte de gran utilidad para enseñarle cómo debe manejarla.
Es verdad que no todos los niños reaccionan ante una situación con ira, pero si lo hicieran, los padres somos los encargados de enseñar a gestionar esta emoción en nuestros hijos. Con paciencia y amor todo se consigue.
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