7 signos de enfermedad que no debes ignorar en tus hijos

7 signos de enfermedad que no debes ignorar en tus hijos
Marisol Rendón Manrique

Escrito y verificado por la licenciada en preescolar Marisol Rendón Manrique.

Última actualización: 21 diciembre, 2021

Como padre o madre, es muy natural que te preocupes al advertir cualquier síntoma anormal en tus hijos. Es muy difícil discernir cuándo es el momento adecuado para buscar la ayuda de un profesional de la salud.

Los que verás a continuación, son signos que no se deben ignorar cuando se trata de la salud de los hijos, se trata de señales que pueden ser normales pero que también pueden insinuar que es momento de tener cuidado con la salud de los niños.

¿Es una enfermedad grave? Síntomas que no deberías ignorar

1. Temperaturas muy altas. Si un niño de menos de 3 meses tiene 37 o más grados de temperatura, uno entre los 3 y los 6 meses más de 38 o uno entre los 6 meses y los dos años más de 39 grados, es motivo para prestar atención. Las temperaturas que sobrepasan los valores mencionados, pueden ser señales de infecciones bacterianas o virales. También debes poner atención a sus reacciones anímicas.

2. Brotes en la piel, especialmente si tiene forma circular. Los puntos rojos que no desaparecen cuando haces presión en la piel o cuando aparecen en grandes concentraciones, pueden ser señales de reacciones alérgicas e incluso de problemas a nivel del sistema circulatorio; si este síntoma aparece junto con dificultades respiratorias, es momento de acudir al médico.

3. Lunares y manchas. Aunque la mayoría de las veces son normales y no hay nada de qué preocuparse, debes poner atención si hay un lunar o una mancha nueva o alguno existente que ha cambiado de color y forma. Si un lunar aparece desde el nacimiento, es importante revisarlo para verificar que no sea maligno. Haz una revisión con frecuencia, especialmente a la hora del baño.

4. Dolor de estómago repentino. Un síntoma al que hay que ponerle especial atención cuando aparece en el lado inferior derecho del abdomen y cuando se presenta en forma de calambre. Si el dolor se extiende a la pierna y se producen fiebres, diarrea y vómito, es necesario descartar que se trate de apendicitis.

child-with-stomachache-i-l

5. Labios de color azulado. Estos tonos o la falta de color alrededor de la boca, junto con respiración entrecortada, son señales de advertencia y siempre se debe poner atención a que no se trate de una reacción alérgica o un ataque de asma; chequea también que no haya un  sonido extraño en el pecho o en la nariz. La lengua, los labios o los ojos inflamados son síntomas que requieren de cuidado. Este tipo de inflamación repentina, puede ser la manifestación de una intoxicación o de anafilaxis por algún medicamento.

6. El vómito durante el momento del sueño. Es una situación de emergencia que se debería consultar inmediatamente a un profesional, especialmente cuando los niños no han superado los 6 meses de edad.

7. Sangrado excesivo. Es muy normal que los niños pequeños se hagan heridas como consecuencia de sus juegos, pero si el sangrado es profuso y no puedes controlarlo, incluso después de haber aplicado presión, es un caso en el que debes buscar ayuda para evitar las consecuencias de una lesión grave.

February 28, 2011

Otras señales que podrían llevarte a ver a un pediatra:

  • Labios excesivamente resecos.
  • Ausencia de lágrimas cuando los niños lloran.
  • Cuando los niños duran mucho más de lo normal sin mojar o ensuciar sus pañales.
  • Cuando notas que tus hijos tienen una actitud letargada o se percibe mucha debilidad.
  • Una diarrea que se prolonga por más de diez días. Si esto pasa se considera que es una diarrea severa.
  • Cuando en las heces de tu hijo encuentras sangre o sustancias con textura mucosa.
  • Cuando un niño ha vomitado por más de 24 horas y no parece detenerse.
  • El niño o niña ha pasado varios días sin defecar.
  • Cuando los niños no tienen apetito y evitan consumir los alimentos que les proporcionas.
  • Se presenta tos que no se detiene  y produce sonidos extraños a la altura del pecho.
  • Cuando notas que la respiración es muy rápida y no se da normalmente.
  • Una fiebre que dura en el cuerpo por más de tres días.
  • Cuando se presentan brotes en el cuerpo que lucen como moretones y no desaparecen con el paso de las horas.

Si percibes una o más de las señales anteriormente mencionadas, tal vez no sea prudente acudir al uso de remedios caseros. Es conveniente consultar con un profesional de la salud.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.