6 formas divertidas de reforzar la concentración en niños

No hay duda de que los niños necesitan aprender a concentrarse. Es una forma de poder terminar ciertas tareas en su día a día y algo muy útil tanto en la vida en general como en sus procesos de aprendizaje en particular.
6 formas divertidas de reforzar la concentración en niños
Azucena Fernández

Escrito y verificado por la maestra Azucena Fernández.

Última actualización: 08 agosto, 2019

Es posible ayudar a reforzar la concentración en niños. Pero ¿cómo podemos saber si nuestros hijos tienen una baja concentración o sus periodos de atención son demasiado cortos? Es muy sencillo. Solo necesitamos observar y buscar señales. Algunas de ellas pueden ser:

  • Se sienta en sitios distintos en poco tiempo.
  • Se distrae fácilmente.
  • Le cuesta organizarse.
  • Pierde sus cosas con frecuencia.
  • Tiene dificultad para aprender algo o recordar.

Si has notado alguna de estas conductas, es un buen momento para empezar a trabajar en mejorar su concentración. Vamos a ver algunas formas divertidas de reforzar la concentración en niños.

6 formas divertidas de reforzar la concentración en niños

1. Puzzles

Los puzzles son grandes herramientas para mejorar la concentración. Podemos comprar algunos eligiendo bien. Es importante que la imagen que tenga la elija el niño o, al menos, estemos seguros de que le va a parecer interesante.

Dependiendo de la edad del niño, el puzzle tendrá más o menos piezas y mayor o menor dificultad. Podemos apoyarlo mientras lo hace, ayudar un poco, pero debe aprender a hacerlo por sí solo.

Niños, haciendo un puzzle, una de las mejores formas para reforzar la concentración.

2. Los alfabetos o series de números incompletos

Esta puede ser una actividad muy divertida. Le explicaremos a los niños que vamos a decir el alfabeto en voz alta y en orden, y que, cuando vean que nos saltamos una letra, deben gritar para pararnos. Lo mismo se puede hacer con números. Es un juego apto para niños que ya conozcan el alfabeto y sepan contar.

  • 1, 2, 3, 4, 7, 8, 9…
  • A, B, C, D, F, G, I…

3. Trabalenguas para reforzar la concentración en niños

Los trabalenguas son divertidos y, además, son excelentes para mejorar la concentración y la pronunciación. Podemos jugar con ellos a los trabalenguas. Para ello, podemos escribirlos en pizarras pequeñas o en trozos de papel. El niño puede elegir uno de los que escribamos y le pediremos que lo lea.

Una vez que lo haya leído, le podemos pedir que aumente la velocidad a la hora de leerlo y podemos ir observando cómo va siendo capaz de evitar los titubeos. Otra opción, una vez se familiarice con los trabalenguas, es pedirle al niño que invente los suyos propios.

4. A contrarreloj

Dependiendo de la edad de nuestro hijo, podemos decidir realizar algunas actividades que se puedan terminar en menos de un minuto en ese tiempo. Por ejemplo, guardar los juguetes, resolver un problema de matemáticas, colocar los libros en una bolsa, etc.

Pondremos el temporizador, les explicaremos el juego y le pediremos que termine la tarea antes de que se acabe el tiempo. Es un juego muy motivador que potencia el mindfulness en los más pequeños.

5. Tarjetas de memoria

El juego consiste en ir encontrado pares de tarjetas iguales e ir descartándolas. Se da la vuelta a 2 tarjetas en el turno de cada jugador y hay que intentar ir dando la vuelta a pares de la misma tarjeta.

Cuando un jugador consigue emparejar las tarjetas, porque son iguales, las quita de la mesa y, además, tiene otra oportunidad de dar la vuelta a otras dos cartas. El que consiga el número máximo de cartas emparejadas al final gana el juego.

Niña jugando con las tarjetas de memoria para mejorar la concentración.

Una opción es fabricar nuestras propias tarjetas con dibujos y, así, trabajaremos también la creatividad del niño. Otra opción es coger dos barajas de cartas idénticas y colocar todas las cartas del revés y jugar de esa manera; esta sería la versión ‘difícil’ del juego.

6. Encuentra las diferencias para reforzar la concentración en niños

Nuestro hijo tendrá que adivinar qué es lo que hemos cambiado en un escenario concreto. También es un juego. Por ejemplo, podemos vestirnos de una forma determinada y ponernos en una zona. El niño lo observará todo. Después, cerrará los ojos 15 segundos y, en ese momento, cambiaremos cosas en el escenario y en nuestro vestuario.

El niño tendrá que saber qué cosas han cambiado. Es como jugar al ‘busca las diferencias’ sobre papel, pero más creativo e interactivo.

Todos son juegos muy divertidos y a la vez muy útiles para reforzar la concentración en niños. Mientras jueguen, estarán concentrados sin darse cuenta y, poco a poco, su capacidad de mantener esa concentración irá aumentando.


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  • Joe L. Frost, Sue Clark Wortham and Robert Stuart Reifel. (2001). Play and child development. Merrill, Prentice Hall.

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