La importancia de transmitir a los niños las ganas de superación

Descubre por qué es importante transmitir a los niños las ganas de superación desde temprana edad.
La importancia de transmitir a los niños las ganas de superación
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 02 enero, 2020

Los niños se rinden cuando no pueden dibujar cierta figura o construir la figura con piezas que aparecen en la caja de juegos. Aparentemente esto es normal y les pasará más de una vez, pero es nuestro trabajo como padres motivarlos a que luchen por lo que desean hasta el final. En esto consiste transmitir a los niños las ganas de superación.

No desairar a los niños siempre es bueno. Pero acostumbrarles a dejar a la mitad todo lo que comienzan podría no ser la mejor decisión.

Otra postura que no es aconsejable es completar los adultos todo lo que ellos no pueden culminar. ¿Cuál es el mensaje correcto entonces? Fácil: ”el que persevera, alcanza”.

Pensemos en que el futuro de nuestros hijos puede depender de esta mágica lección que les invitará a no rendirse. Perseverancia, superación y optimismo son ideas que no pueden faltar en la mente de los chiquitines del hogar.

El niño de hoy está bajo constante presión

El mundo actual es muy técnico. Las dificultades de la actualidad no tienen que ver con las capacidades artísticas y atléticas solamente. Ahora se añade la necesidad de aprender a dominar las nuevas tecnologías y apropiarse de ellas.

Por ello es fundamental enseñarles a gestionar las emociones y, en especial, la frustración cuando algo sale mal. El objetivo es construir a niños con inteligencia emocional para superar los pequeños desencuentros.

Hay que hacerles saber que en la vida hay muchas oportunidades y que los errores nos llevan a mejorar y a alcanzar otros logros.

La importancia de transmitir a los niños las ganas de superación

También es importante que los niños vean a sus padres completar todo lo que se proponen. Pero no manejarlo bien podría frustrar a cualquier niño al ver que sus resultados no son los mismos. Permitir el abandono y presionar a que las cosas salgan perfectas son posturas destructivas.

Nuestro mensaje debe ser de motivación, apoyo y liderazgo

Dicho todo lo anterior es importante lo que le decimos al niño cuando este siente que ha fallado en algo. Una anécdota propia que le explique al pequeño que los logros son progresivos y requieren de constancia es una excelente idea.

Otro aspecto fundamental está en el manejo emocional del niño con respecto a sus pequeñas frustraciones. Ellos deben poder expresarnos lo que opinan y nosotros debemos escuchar con atención. De lo contrario, la molestia se incrementará y estaremos alentando al pequeño a dejarlo todo a la mitad.

La escucha directa y un buen argumento fomentarán lo que conocemos popularmente como: motivación. Las ideas comenzarán a llegar y pronto los niños volverán a la carga nuevamente.

Nuestra finalidad es invitarles a que lo intenten una y otra vez hasta que se sientan bien consigo mismos. Por otra parte es necesario que sepan cuándo desistir. Hay que hacerles saber extremos son perjudiciales.

Transmitir a los niños las ganas de superación: resalta sus mejoras

“Mamá quiero dibujar pero no me salen las ideas”. El niño ve que su dibujo no ha quedado como él quería y deja la hoja de papel a un lado, molesto. Probablemente está bloqueado y el resultado final no ha sido lo que ha imaginado. En este momento debemos explicar cómo funciona el éxito.

Lo que los niños deben comenzar a interiorizar es la idea de que todo proceso de aprendizaje y realización es progresivo y que mediante la práctica logrará sus objetivos.

Cada vez que vuelva a intentarlo, debemos animarlo y darle una crítica constructiva para que pueda continuar con buena disposición hasta el final.

La importancia de transmitir a los niños las ganas de superación

La importancia de dejar que los niños hagan sus tareas

Para transmitir a los niños las ganas de superación es necesario dejar que hagan sus tareas. En el caso de las tareas más complejas, lo lógico es que les guiemos y ayudemos. Pero no debemos intervenir a tal punto que les anulemos su intervención en el proceso. En las tareas fáciles, lo correcto es supervisar y dejar que ellos hagan el resto.

Los hijos cuyas padres se encargan de hacerles las tareas no se hacen responsables ni aprenden a enfrentarse adecuadamente a las situaciones. Serán personas poco perseverantes que buscarán apoyarse en otros para evadir realidades y, sobre todo, realizar un esfuerzo.

Finalmente, para transmitir a los niños las ganas de superación debemos dar nuestro propio ejemplo de perseverancia. Después de todo, ¿Qué podemos exigirles si como adultos tiramos la toalla?


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