Todo lo que debes saber sobre los lunares en los niños

Si quieres saber sobre la simetría, el tamaño, el color o la evolución de los lunares de tu hijo, no te puedes perder la información que te traemos a continuación. Con estos datos, podrás identificar síntomas anormales.
Todo lo que debes saber sobre los lunares en los niños

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 septiembre, 2018

Los lunares, o como se les conoce científicamente, nevus melanocítico, son pequeñas manchas de diversos pigmentos con formas generalmente circulares u ovaladas. Están presentes en cualquier parte del cuerpo y en las diferentes capas de la piel, desde la epidermis hasta el tejido subcutáneo.

Los lunares siempre se tratan con mucho respeto, entendiendo que son tumores benignos pero que merecen una atención especial. De allí que nos preguntemos qué cuidados merecen los lunares de los niños.

Aunque los nevus o lunales son más característicos de las razas caucásicas y las pieles muy blancas, todos los tonos de piel son candidatos para que aparezcan estas manchas en su piel. Por esa razón, se torna imperativo que sepas qué son, cómo debe ser su cuidado y cuál es la tipología y forma de cada uno.

¿Qué son los lunares?

Como se mencionó previamente, los lunares son en realidad tumores benignos; en otras palabras, alteraciones en los tejidos que conducen a que haya un crecimiento de bultos o un cambio de pigmentación en la piel.

Todos los tipos de razas y poblaciones de seres humanos tienen lunares, incluso las razas de pieles más oscuras. No obstante, sí es cierto que las personas de tez más blanca suelen presentar un número más elevado de nevus en la piel.

En promedio, un individuo en su edad adulta puede tener 20 lunares. En el caso de los niños, en tanto, podrán presentar al menos la mitad de esa cifra, que puede incrementarse o incluso llegar a desaparecer en el futuro.

Principales características de los lunares en los niños

Los lunares se caracterizan por ser asintomáticos. Es decir, no deben picar, arder o supurar líquidos. Eso es lo que principalmente define a los lunares entendidos como nevus benignos.

Su segunda característica común es su color; generalmente son de color marrón, aunque pueden variar a tonalidades más oscuras de esa tonalidad. También pueden presentarse en menor frecuencia en color rojo, también conocidos como lunares de sangre, y de color azul.

Los padres deben evaluar regularmente los lunares en los niños.

Con respecto a su forma, estos suelen ser circulares u ovalados,pero también se presentan lisos, de un solo tono, de dimensiones muy pequeñas —cerca de los 5 mm— o grandes y corrugados, de tamaños cercanos a los 8 o 10 mm.

¿Qué es el melanoma?

Este apartado resulta indispensable, pues es un término que se vincula con frecuencia al hablar de los lunares en los niños y adultos. El melanoma hace alusión al cáncer de piel, que, de hecho, es una de las patologías más frecuentes a nivel mundial.

Su vínculo con los lunares se debe a que, en apariencia, son prácticamente análogas en las primeras etapas de su aparición. No obstante, más adelante se distinguen porque tanto su forma como su color presentarán rasgos asimétricos, cosa que no ocurre en general con un lunar saludable.

“Los lunares son alteraciones en los tejidos que conducen a que haya un crecimiento de bultos o un cambio de pigmentación en la piel”

¿Se puede prevenir la aparición de lunares?

Queda claro que, dependiendo del tipo de piel, hay niños que serán más propensos a tener y desarrollar nuevos lunares. Sin embargo,también se estima que la exposición frecuente y prolongada a los rayos solares puede estimular la aparición de nevus.

En este caso, la recomendación es resguardar a los niños de la exposición al sol, sobre todo en horarios entre las 11 a.m. y las 3 p.m., siempre aplicarles protector adecuado para su piel y evitar posar bajo los rayos solares por largos lapsos de tiempo.

Con esta acción, no solo se reducirán en un 5% las posibilidades de que aparezcan o crezcan los lunares en los niños, sino que también se impedirá que surjan pecas en la piel.

Los lunares en los niños suelen ser benignos y asintomáticos.

¿Qué tipos de lunares se pueden extirpar?

Los lunares benignos son asintomáticos, pero aunque no producen ninguna molestia física, para muchas personas representan un problema estético y una molestia visual. Por eso, acuden a los dermatólogos para que se los extirpen.

En cuanto a los lunares en los niños, se recomienda no tocarlos de ninguna manera, a menos que  molesten, piquen, duelan o presenten un enrojecimiento. En esos casos, el médico lo evaluará para determinar cuál es el mejor tratamiento en ese caso particular.

Para finalizar, como dato curioso, vale aclarar que el término ‘lunar’ asignado en español a los nevus proviene de una antigua creencia popular en la que se aseguraba que la aparición de estos estaba vinculado a las fases de la luna. Ahora que conoces sus características, podrás estar atenta a su aparición en tus hijos.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.