» Bebés

Estos son los tipos de gateo en bebés

¿Tu bebé gatea de la forma clásica, sobre su vientre o sobre sus nalgas? No te preocupes, hay distintos tipos de gateo que son normales en el desarrollo del bebé. Te contamos cuáles son.

Tipos de gateo de bebé

Si eres madre o tienes amigas que son madres y pudiste presenciar el desarrollo de sus hijos, habrás notado que hay diferentes tipos de gateo. Cada bebé es único y elige una forma de desplazarse que es variable, pero que se considera normal si cumple con el objetivo de ir de un lugar a otro.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció que el momento en que los bebés comienzan a gatear es alrededor de los 8 meses de vida. No obstante, esto es solo un promedio. La mayoría de los niños inician el gateo entre los 5 y los 13 meses.

Esto no significa que todos lo hagan del mismo modo. Hay maneras de gatear más clásicas, usando manos y rodillas, mientras que otras se basan en el arrastre del abdomen. Conoce a continuación cuáles son los tipos de gateo más importantes.

1. Gateo clásico o de manos-rodillas

Este tipo de gateo es el habitual desplazamiento de los bebés en posición cuadrúpeda. El pequeño apoya sus manos y rodillas en el suelo para moverse de un sitio a otro. La pose consiste en lo siguiente:

  • El bebé pone las rodillas dobladas, casi siempre separadas al ancho de los hombros.
  • Las manos están justo debajo de los hombros y los dedos se extienden hacia adelante.
  • La espalda estará más o menos recta, con una leve curva natural en la parte baja.


Aunque esta es la modalidad clásica, no es la única. El infante suele llegar a esta posición luego de probar otros mecanismos progresivos que son normales. Por ejemplo, muchos bebés, antes de lograr el gateo clásico, suelen arrastrar el abdomen por el piso. Luego, cuando adquieren ciertas destrezas motoras, se pueden incorporar un poco, asentando la fuerza en sus miembros superiores y en los muslos.

En ese sentido, un estudio publicado en Pediatrics señala que el tiempo que pasan los bebés sobre sus barrigas es importante. Mientras más horas están acostados boca abajo, pueden llegar antes al gateo y así lograrlo con mayor seguridad.

2. Gateo con abdomen en el piso

Uno de los tipos de gateo en bebés que se considera normal es el que implica el contacto del vientre con el suelo, a diferencia del clásico, en el que el abdomen se separa del piso. Ambos estilos son comunes y no implican una razón para preocuparse.

Como señala una publicación en Early Child Development and Care, usar el vientre para arrastrarse puede ser una etapa previa al gateo clásico, un periodo en sí mismo que luego se transforma en el acto de caminar erguido o una opción de desplazamiento que se combina con otras para ir hacia los puntos de interés.

Ahora bien, no hay una sola manera de usar el abdomen para que un bebé cumpla su objetivo. En realidad, existen dos variantes de este tipo de gateo.

Modo comando, soldado o militar

Aquí el bebé se desplaza utilizando de manera principal la fuerza de sus manos:

  • La pose es acostado boca abajo.
  • Las piernas van extendidas o dobladas de forma ligera.
  • Las palmas de las manos van contra el suelo, justo debajo de los hombros. Los codos pueden estar algo flexionados y contactar a veces con el piso.
  • Para avanzar, el bebé empuja hacia delante con las manos, mientras arrastra el abdomen y el pecho por el piso.

El gusano

También se conoce como gateo de arrastre del vientre. A diferencia del tipo comando o militar, hay un poco menos de estabilidad, porque se genera un impulso que separa el tórax del suelo:

  • Comienza igual, acostado boca abajo, con las piernas extendidas o dobladas de manera leve.
  • Las palmas de las manos también van contra el suelo.
  • El tronco se levanta y se sostiene el peso del cuerpo con las manos.
  • Para avanzar, el bebé empuja hacia delante y arriba con las manos, separa el tórax del suelo por un momento y «cae» algo más adelante.

3. Gateo del oso

Se llama así porque parece que vemos a un oso desplazarse. La diferencia con el gateo clásico está en que las rodillas no contactan con el suelo, sino que lo hacen solo los pies. De este modo, el abdomen queda mucho más alto.

Se trata de una variante común y saludable del proceso de exploración y movimiento de los bebés. De hecho, podría ser el paso previo para pasar del gateo al proceso de aprender a caminar. Al exigir más coordinación, fuerza y equilibrio, esta etapa de gateo puede permitir elevarse para alcanzar objetos, tomarse de sillas, sillones y practicar la marcha.

4. Gateo mixto o de tres miembros

En este caso, existe una mezcla entre arrastre y marcha, y se considera un tipo más de gateo según una publicación en la revista Journal of Neurophysiology. En general, se trata también de una etapa previa a caminar erguido, pues se basa solo en el uso de tres miembros.

Para desplazarse, los bebés se apoyan sobre sus pies o rodillas y añaden la estabilidad de una mano contra el piso. De este modo, el trípode les asegura menos caídas y liberan una extremidad superior para alcanzar objetos y aprender a caminar sin tropiezos.

En esta variante de gateo mixto, los miembros inferiores no siempre trabajan igual. Mientras que una rodilla puede estar en el piso para hacer el movimiento clásico, del otro lado podría apoyarse de toda la planta del pie, como si se tratase de una marcha erguida.

5. Desplazamiento sobre las nalgas

Este método se denomina en inglés bottom scoot. Implica sentarse y deslizarse mediante el uso de los glúteos, en lugar de hacerlo como en el gateo habitual. Consiste en lo siguiente:

  • El bebé comienza sentado en el suelo, con las piernas extendidas o dobladas.
  • Apoya las palmas de las manos en el piso para empujar y deslizarse.
  • Se utilizan los músculos de los glúteos y las piernas para la propulsión.

Aunque no es una forma clásica, para algunos niños es un paso más dentro de su desarrollo motor. A algunos padres les llama la atención esta manera de desplazarse de sus hijos, pero para los pediatras es un gateo en sí mismo y se trata de una variante normal que no requiere ser corregida, como lo menciona una publicación en Pediatrics Physical Therapy.

6. Gateo de cangrejo

Este tipo de gateo está descrito de dos maneras diferentes, aunque se usa el mismo nombre. Por un lado, el gateo de cangrejo puede referirse a la posición del cuerpo del bebé y al método de tracción que usa. En ese caso, la pose sería la siguiente:

  • Las palmas de las manos están contra el suelo.
  • Las rodillas y las piernas contactan también con el piso.
  • Se hace una flexión pronunciada de las rodillas para que generen impulso al arrastrarse, de modo que complementen la fuerza de las manos.

No obstante, otras veces se habla de gateo de cangrejo cuando la dirección del bebé no es hacia adelante. Es decir, cuando el niño, con una posición clásica, se desplaza de costado o hacia atrás.

Estas direcciones pueden ser intencionales, sobre todo la de costado. Pero también podrían aparecer al inicio del gateo, hasta que el niño comprenda cómo coordinar sus extremidades para ir hacia donde tiene deseos de llegar.

7. Gateo de conejo

Este tipo de gateo, que también se denomina «en salto», es normal cuando sucede de modo ocasional. Consiste en que los bebés, con sus manos sobre el suelo, se apoyan o se sientan sobre sus rodillas y hacen un pequeño salto con las mismas para ir hacia delante.

Si esta variante persiste en el tiempo o si se repite a diario y constituye casi la única forma de desplazamiento del bebé, debería llamarnos la atención. Algunas investigaciones la vincularon con problemas en la locomoción que se asocian a enfermedades neurológicas de base.

No es para asustarse si lo detectas algunas vez, pero sí deberías realizar una consulta con el pediatra. La características más evidente es que los miembros inferiores no se disocian en el salto, es decir, ambas rodillas permanecen juntas todo el tiempo.

8. Rolado

Rolar o rodar sobre sí mismo para ir de un lugar a otro, podría o no ser un tipo de gateo. Hay discusión al respecto, debido a que girar de boca arriba a boca abajo, en realidad, es un hito del desarrollo por sí mismo. Se espera que los bebés puedan concretar esa tarea en un determinado momento.

Ahora bien, en general, rodar es un paso previo al gateo y algunos pequeños, durante un tiempo, pueden aprovechar este mecanismo para desplazarse de un sitio a otro. De todos modos, si la dinámica se prolonga y el bebé no avanza hacia otra modalidad para moverse, podría ser indicativo de un retraso madurativo. En ese caso, es conveniente consultar con el pediatra.

¿Cuándo deberías preocuparte?

Antes de empezar a caminar, hay una amplia variabilidad de formas de desplazarse que los niños usan para ir de un lado a otro de manera autónoma. Hay pequeños que combinan el gateo con el recorrido crucero, que consiste en moverse sosteniéndose de objetos para estar erguidos. Otros pasan del gateo a la marcha en poco tiempo y hasta un 7% comienza a caminar sin gatear antes.

El intervalo de gateo y los tipos de desplazamientos son tan variados que es difícil establecer lo que es y lo que no es normal en este campo. Por ello, te recomendamos que tomes en cuenta también otros factores (hitos) que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) incorporan para conocer sobre el desarrollo normal de tu hijo.

De todas maneras, siempre deberías consultar con tu pediatra de confianza si tienes dudas sobre cómo se desplaza tu bebé. Las evidencias más importantes que podrían alertarte son las siguientes:

  • Los brazos o piernas del niño tienen una rigidez excesiva o son muy laxos.
  • El bebé parece no tener interés en desplazarse o alcanzar objetos tras los 6 meses de vida.
  • Persisten movimientos poco clásicos a diario durante varias semanas. Por ejemplo, el gateo de conejo.
  • Hay asimetrías notables en el movimiento. El bebé podría mover muy bien el miembro inferior derecho y hacerlo con dificultad del lado izquierdo o viceversa.

Lo más probable es que tu bebé opte por un tipo de gateo que le sea útil y lo lleve a donde desee. Los problemas en el desplazamiento, a esta edad, no son tan frecuentes. Aun así, si tienes dudas, habla de tus inquietudes con el pediatra de tu hijo. La consulta a tiempo podría aportarte seguridad y descartar cualquier condición.

Bibliografía

Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.

Scroll al inicio