Tener rutinas ayuda a que tu familia sea más feliz
En el caos de estrés moderno, la vida con niños pequeños puede ser complicada de llevar. Las cenas, las actividades y la hora de acostarse comienzan a parecerse más a un estilo caótico que a algo que tenga una intención y un objetivo. Sin embargo, la ciencia muestra que las rutinas y los rituales pueden ser uno de los contribuyentes más importantes para una familia alegre y conectada.
Una investigación publicada en el Journal of family psychology sugiere que las rutinas familiares están relacionadas con la competencia parental, el ajuste del niño y la satisfacción conyugal.
Otros estudios descubrieron que las rutinas también pueden promover la adquisición del lenguaje de los niños, las habilidades académicas, las habilidades sociales y los lazos emocionales con sus padres.
Las rutinas mejoran la familia
A continuación, vamos a mostrarte cuatro formas en que las rutinas reducen las luchas de poder, calman las circunstancias estresantes y promueven el humor, la estabilidad y la cercanía entre las familias.
Las rutinas invitan a la cooperación
Establecer rutinas ayuda a evitar que los niños se sientan “empujados” porque saben que la actividad es justo lo que se hace a esa hora concreta del día. Saber qué esperar les ayuda a desarrollar un sentido de dominio y les ayuda a ser menos opositores, más cooperativos y más independientes.
Una forma de desarrollar rutinas es utilizando el “cuando… luego…” . Por ejemplo, “Cuando te pongas el pijama, podemos leer un libro”. Para reducir drásticamente las luchas diarias por el poder, es bueno establece expectativas tales como:
- “Toda la tarea debe hacerse antes de encender un dispositivo electrónico”.
- “Debes estar vestido para la escuela antes de desayunar”.
- “Tu habitación debe estar limpia antes de salir el viernes por la noche”.
La alternativa (cantidades arbitrarias de tiempo de televisión, horas de acostarse al azar, responsabilidades inconsistentes, cenas al azar o un orden confuso de actividades) invita a los conflictos. En cambio, si tus hijos saben qué tienen que esperar en cada momento y cuáles son las rutinas, será mucho más fácil para ellos poder hacer las cosas bien.
Ofrecen seguridad, comodidad y facilidad durante el día
Saber qué esperar y cuándo esperar ayuda a los niños a sentirse seguros y pasar sus días con mayor facilidad. Por ejemplo, los niños con rutinas regulares para dormir tienden a conciliar el sueño mejor y por más tiempo.
Ser coherente con el bebé y llevar a cabo la misma rutina antes de acostarse, como el baño, el libro, encender la misma luz, cantar la misma canción de cuna, reproducir el mismo ruido blanco y darle el mismo chupete y amor en el mismo orden todos los días le dice a un bebé que es hora de acostarse, proporciona consuelo y lo ayuda a dormir más fácilmente.
Asimismo, tener una rutina establecida para después de la escuela o los fines de semana también ayuda a los niños a relajarse y cooperar.
Actúan como un ancla de estabilidad y alivian el estrés
La comodidad y la previsibilidad derivadas de las rutinas actúan como un ancla de estabilidad para los niños y sus progenitores. Así, ayudan a padres e hijos a aliviar el estrés, refuerzan la calma emocional y disminuyen la ansiedad.
Las rutinas también ayudan a consolar a los niños en circunstancias desconocidas o difíciles. Por ejemplo, si a tu hijo le encanta escucharte leer un cuento antes de que se apaguen las luces, hacerlo puede ayudarlo a dormir cuando está en un entorno diferente.
En un entorno de primera infancia, se puede desarrollar una rutina entre un padre y un niño o un maestro y un niño para facilitar las separaciones. En el consultorio de un médico o en un hospital, los rituales pueden aliviar el estrés por extracciones de sangre, inyecciones o procedimientos difíciles.
El estrés familiar, a menudo, se nota primero por la interrupción de las rutinas familiares. Sin embargo, si las rutinas se mantienen en condiciones potencialmente vulnerables, como el divorcio o la tensión financiera, las familias pueden adaptarse mejor al cambio. Las rutinas también puede ayudar a los miembros de la familia a mantenerse conectados a pesar de los conflictos interpersonales.
Tener rutinas ayuda a que tu familia sea más feliz
Como ves, las rutinas son importantes no solo para los niños, sino también para los padres que sienten estabilidad al poder ofrecérselas a sus hijos de manera constante. ¡Las rutinas harán que tu familia sea más feliz! ¿A qué esperas para poner estos consejos en práctica?
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