La importancia de utilizar el humor en las aulas

La enseñanza es un asunto importante, pero no por ello ha de ser rígido y solemne. Introducir el humor en las aulas reporta grandes beneficios.
La importancia de utilizar el humor en las aulas
Elena Sanz Martín

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Última actualización: 18 febrero, 2020

No cabe duda de que la educación es un asunto de gran relevancia para el avance de cualquier sociedad. Sin embargo, esto no quiere decir que deba tratarse de una tarea rígida, solemne y estresante. Por el contrario, introducir el humor en las aulas ha demostrado reportar grandes beneficios, tanto para alumnos como para profesores.

Todos, en mayor o menor medida, hemos experimentado vivencias y emociones negativas durante nuestra época de estudiantes. Muchos recordamos la presión, la vergüenza, el miedo al profesor y el ambiente tan cargado que se respiraba en el lugar donde pasábamos la mayor parte de nuestros días. Afortunadamente, los modelos educativos están comenzando a cambiar y cada vez más docentes se esfuerzan por hacer del aprendizaje una experiencia gratificante.

El humor es la base del aprendizaje

Podemos considerar humor todo aquello que despierta en nosotros risas, diversión y emociones positivas. Aquí se incluyen chistes, juegos, bromas y otra gran variedad de estímulos. El humor estimula nuestro circuito de recompensa cerebral de una forma sana y sencilla. Es por esto que los niños utilizan el juego para ir descubriendo el mundo que los rodea.

Al jugar, exploran, descubren y ensayan importantes conductas. Pero lo hacen de una forma distendida y gratificante, por lo que, siempre que pueden, recurren de nuevo al juego para volver a experimentar esas emociones positivas.

Profesora utilizando el humor en las aulas con sus alumnos mientras explica.

Ha quedado claramente establecido que los aprendizajes más importantes solo ocurren cuando se asocian a una emoción, más aún cuando esta es agradable. Entonces, ¿por qué no recurrir al humor, esta valiosa herramienta, para ayudar a niños y jóvenes a disfrutar el conocimiento?

Beneficios de utilizar el humor en las aulas

Reduce el estrés y aumenta la motivación

El proceso de aprendizaje puede resultar duro. Con frecuencia, los estudiantes se enfrentan a frustraciones, fracasos, aburrimiento y tensión. El aula se convierte en un entorno estresante que genera emociones negativas. Esto puede derivar en la aparición de síntomas ansiosos y depresivos a edades cada vez más tempranas.

Del mismo modo, el profesor, inmerso cada día en este ambiente tenso y desgastante, puede terminar padeciendo burnout y viendo afectado su estado anímico. Introducir el humor en el aula ayuda a crear un clima positivo y distendido en el que el error no implica rechazo ni humillación, y en el que predominan emociones agradables de cooperación y empatía.

Eso, sin duda, contribuirá a que tanto profesores como alumnos logren una mayor felicidad y calidad de vida. Y, además, motivará a ambos grupos a realizar su labor de una manera más dispuesta y entusiasta. Cuando aprender resulta placentero y divertido, cuando genera sensaciones positivas, ¿quién no querría continuar haciéndolo?

Acerca posturas y potencia el aprendizaje

Dar clase implica, en gran medida, una relación social. El profesor ha de ser capaz de captar la atención del alumno y de comunicarle adecuadamente la información. Asimismo, las relaciones entre compañeros también tienen una gran importancia. El humor favorece la cercanía, la intimidad y la cohesión entre las personas.

Las barreras se destruyen y se forja una confianza interpersonal muy favorecedora. Así, gracias al humor, se suavizan tensiones, se acercan posturas y se potencia el efecto comunicativo. Pues se ha demostrado que las informaciones divertidas atraen más la atención y quedan más fácilmente grabadas en la memoria.

Profesora con sus alumnos llevando a cabo una educación en la que las emociones en el aprendizaje son muy importantes.

Propicia la flexibilidad mental

Aspectos como la creatividad, la flexibilidad cognitiva y la capacidad de análisis son esenciales para la vida. Sin embargo, las escuelas, muchas veces, implementan enseñanzas rígidas que no dan lugar a que los alumnos participen activamente en su aprendizaje. Así, pasan a ser meros receptores pasivos de información, previamente elaborada, que ni tan siquiera despierta su curiosidad.

Implementar el humor en las aulas favorece en los alumnos una mente despierta, abierta y flexible. Estimula su capacidad de pensamiento divergente y les ayuda a desarrollar perspectivas más amplias.

¿Cómo debe ser el humor en las aulas?

Por supuesto, no cualquier tipo de humor resultará beneficioso. Ridiculizar, humillar o reír a costa de algún otro únicamente generará sufrimiento y división. El humor que ha de emplearse ha de ser aquel enfocado en facilitar las relaciones sociales y relativizar el fracaso.

Por tanto, empleemos bromas que cohesionen al grupo, dando a los alumnos un sentimiento de afiliación, y fomentemos una actitud relajada y positiva ante los errores, viéndolos como parte natural del proceso.


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