¿Qué es el autismo?

¿Qué es el autismo?
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 22 abril, 2019

Se trata de un trastorno neurológico complejo, cuyos síntomas aparecen en la niñez y se pueden padecer durante toda la vida. El autismo, o el trastorno del espectro autista (TEA), es una condición que afecta la capacidad para comunicarse y relacionarse con otras personas, lo cual también influye en el proceso de aprendizaje y de adaptación del niño.

Los síntomas de esta condición neurológica pueden oscilar desde leves hasta muy severos y ser muy variados. Pero, por lo general quienes padecen este trastorno pueden tener problemas para hablar contigo, también es posible que no te miren a los ojos cuando les hablas, que tengan intereses muy limitados y comportamientos repetitivos que incluyen dedicar mucho tiempo a ordenar objetos y repetir una frase casi sin cesar.

Este tipo de personas “parecen estar en su propio mundo”; por eso es frecuente los padres de un niño con autismo son quienes se den cuenta en primera instancia de que  algo ocurre con su hijo. Esto se debe a que notan un comportamiento poco común y que además se percatan de que tiene incapacidad en alcanzar adecuadamente los hitos del desarrollo infantil.

Existen padres que explican que desde que su hijo nació notaron que era diferente, mientras que otros afirman que su hijo se estaba desarrollando normalmente, pero que luego fue perdiendo aptitudes. Es muy importante estar atentos a las señales de desarrollo de tu hijo y buscar ayuda si tienes inquietudes sobre el desarrollo del bebé.

Causas del autismo en los niños

Hasta ahora no se conocen las causas que producen este trastorno neurológico complejo, sin embargo es posible que el factor genético y ambiental incidan en esta enfermedad.

Algunos científicos han descubierto que ciertos genes están relacionados con el desarrollo del autismo. También hay estudios hechos a personas con autismo que evidencian irregularidades en varias zonas del cerebro.

Hasta ahora se sabe que este trastorno lo pueden presentar personas de cualquier raza, cultura o nivel socioeconómico, no obstante la incidencia en los varones es cuatro veces más alta que en las hembras. Hay estadísticas que revelan que a escala mundial 5 de cada 10 mil personas padecen autismo clásico.

 

Síntomas que pueden ayudar con el diagnóstico

Indicadores precoces:

  • El niño no balbucea ninguna palabra al año de edad
  • No señala ningún objeto hasta los 12 meses
  • No responde a su nombre
  • No pronuncia palabras hasta los 16 meses, o frases de dos o más palabras hasta aproximadamente los dos años
  • No establece un contacto visual correcto
  • Alinea de manera excesiva los juguetes u otros objetos
  • No sonríe ni muestra receptividad social

Indicadores tardíos:

  • No tiene interés en hacer amigos
  • No es capaz de comenzar o mantener una conversación
  • Es poco imaginativo a la hora de jugar
  • Utiliza un lenguaje repetitivo
  • Tiene rutinas y cualquier intento de modificarlas le genera una gran angustia
  • Muestra un apego excesivo a determinados objetos

Un diagnóstico a tiempo garantiza una atención oportuna

Como en la mayoría de los casos en los que la salud está en juego, un diagnóstico oportuno incide en la temprana atención del niño, quien puede beneficiarse de la gran variedad de terapias existentes y de un entorno educativo adecuado. Si este tipo de terapias se aplican por los menos durante dos años durante la etapa preescolar, pueden derivar en mejoras significativas para muchos niños.

La mayoría de las terapias se enfocan en el desarrollo de habilidades de comunicación, socialización y cognoscitivas. Muchas de ellas resultan ser muy positivas; y aunque hasta ahora no existen tratamientos 100% eficaces, el entorno educativo adecuado ayuda a mejorar los síntomas, por lo que es imprescindible que los padres del niño lleven al pequeño a terapia lo más pronto posible.

Los trastornos del espectro autista, que incluyen lo que se conocía como síndrome de Asperger y el trastorno generalizado del desarrollo no especificado, pueden ser diagnosticados de manera formal a los 3 años de edad, sin embargo, existen investigaciones que están retrocediendo la edad de diagnóstico a los 6 meses de nacido.

Si sospechas que tu hijo puede padecer este trastorno, lo ideal es que sea sometido a una evaluación integral en la que participa un psicólogo, un neurólogo, un psiquiatra y un terapeuta del lenguaje, entre otros especialistas capacitados para diagnosticar a niños con autismo.

El proceso de diagnóstico también incluye un cuestionario para los padres con el que se busca reunir la mayor cantidad de información posible sobre la conducta y el desarrollo del niño. Es vital que los padres que sospechan que su hijo tiene autismo acudan lo antes posible a un especialista o a su pediatra, pues lo mejor que pueden hacer por su hijo es diagnosticar precozmente el trastorno para poder ayudar al niño.

 


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