Primeros auxilios en niños: ¿qué hacer en cada situación?

Los primeros auxilios para niños son acciones que se aplican para preservar la vida en caso de un accidente. A continuación, aprenderás cómo aplicarlos ante distintas situaciones de riesgo.
Primeros auxilios en niños: ¿qué hacer en cada situación?
Leidy Mora Molina

Escrito y verificado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Última actualización: 07 octubre, 2023

Conocer los primeros auxilios para niños es esencial para todos los padres y cuidadores. Saber cómo actuar en situaciones que pongan en riesgo la salud de un niño puede ser crucial para prevenir lesiones graves.

En este artículo, proporcionaremos una guía completa de primeros auxilios para niños, describiendo los pasos que se deben seguir en situaciones de emergencia, como asfixia, quemaduras, cortes, fracturas, hemorragias, convulsiones febriles y envenenamiento.

Lo primero que debes saber es que los primeros auxilios son cuidados inmediatos que se le practican a una persona víctima de un accidente, con el propósito de evitar la muerte, reducir más daños, aliviar el dolor, ayudar en la recuperación y asegurar el traslado a un centro de salud. Dado que los niños son más propensos a accidentes, aprender primeros auxilios es fundamental para actuar correctamente ante una emergencia.

Primeros auxilios para niños, ¿qué se necesita?

Lo más importante es tener un conocimiento básico de qué hacer y qué no hacer en situaciones de riesgo. La seguridad al aplicar los cuidados inmediatos es fundamental, ya que una técnica mal aplicada puede ser peligrosa y causar más daño que beneficio.

Además, es de gran ayuda contar con los materiales necesarios al aplicar los cuidados y técnicas durante los accidentes. Por lo tanto, es conveniente tener siempre a mano un botiquín de primeros auxilios en casa y en el automóvil. Este botiquín debe incluir lo siguiente:

  1. Cinta adhesiva para fijar gasas o vendajes.
  2. Apósitos estériles para cubrir heridas abiertas.
  3. Jabón neutro (blanco) para higienizar heridas.
  4. Tijeras para cortar gasas, vendajes o la ropa de la víctima.
  5. Alcohol en gel y líquido para limpiar las manos antes de prestar ayuda.
  6. Gasas y vendajes limpios (de 7 y 10 cm de ancho) para limpiar heridas y detener hemorragias.
  7. Antisépticos como yodo povidona, agua oxigenada (de 10 volúmenes) o alcohol para prevenir infecciones.
  8. Guantes desechables de látex para evitar la contaminación de heridas y garantizar la seguridad de la persona que presta ayuda.

¿Cómo practicar primeros auxilios en niños?

Al aplicar primeros auxilios en niños, mantener la calma es fundamental para pensar con claridad y brindar cuidados adecuados, transmitiendo seguridad al pequeño. Algunas recomendaciones generales al aplicar primeros auxilios en niños son las siguientes:

  1. Solicita asistencia médica.
  2. Asegura la zona del accidente.
  3. Realiza un examen detallado del niño.
  4. Transmite tranquilidad y seguridad al pequeño.
  5. No muevas a un niño con lesiones en el cuello o la espalda.
  6. Prioriza salvar la vida del niño y evitar lesiones adicionales.
  7. Coloca al niño en la posición correcta, evitando movimientos innecesarios.

Situaciones que requieren primeros auxilios en niños y qué hacer en cada una de ellas

Desde quemaduras hasta atragantamientos, conocer cómo actuar en estas situaciones es esencial. A continuación, abordaremos algunas de las principales situaciones que pueden requerir primeros auxilios en niños y qué medidas tomar en cada una de ellas para brindarles la ayuda necesaria.

1. Asfixia

Según la Organización Mundial de la Salud, la asfixia o el ahogamiento es una de las principales causas de mortalidad en niños. Aunque la prevención es crucial, conocer cómo aplicar las compresiones abdominales, también conocida como la Maniobra de Heimlich, puede marcar la diferencia en un momento crítico y salvar la vida del niño.

Esta maniobra solo debe emplearse en situaciones de asfixia, es decir, cuando se nota que el niño no respira, no puede hablar y comienza a ponerse morado. Para bebés menores de un año, la Maniobra de Heimlich se realiza de la siguiente manera:

  1. Coloca al bebé sobre tus piernas, con su cara hacia abajo y la cabeza más baja que los pies. Sujeta su mandíbula y cabeza.
  2. Da golpes suaves pero rápidos en la parte superior de la espalda, entre los omóplatos, utilizando la base de la palma de tu mano.
  3. Si el bebé no expulsa el objeto atragantado, gíralo boca arriba. Coloca tus dedos en la parte inferior del esternón y realiza cinco compresiones hacia adentro y hacia arriba.

La técnica difiere para niños mayores de un año. Debes seguir estos pasos:

  1. Da cinco golpes en la espalda, entre los omóplatos, utilizando la palma de tu mano.
  2. Si la persona está de pie, colócate detrás de ella con un pie ligeramente adelante del otro.
  3. Pasa tus brazos alrededor de su cintura y inclínala hacia adelante. Coloca una mano en la parte superior del abdomen, aproximadamente cuatro dedos por encima del ombligo, y ciérrala con la otra mano.
  4. Presiona el abdomen con firmeza hacia arriba y hacia adentro, como si intentaras levantar a la persona.
  5. Realiza cinco compresiones abdominales rápidas y repetidas. Si la persona sigue atragantada, continúa alternando con cinco palmadas en la espalda y cinco compresiones abdominales.



2. Quemaduras

Las quemaduras son lesiones en la piel causadas por el calor y son comunes en niños debido a su curiosidad. Las de segundo y tercer grado pueden tener graves consecuencias. Para manejar una quemadura de manera efectiva y reducir el riesgo de infección, sigue estos pasos recomendados por la Asociación Española de Pediatría:

  1. Elimina la fuente de calor. Si hay llamas, apágalas cubriendo al niño o haciéndolo rodar por el suelo.
  2. Enfría la quemadura con agua fresca (🚫nunca hielo) durante 10-20 minutos.
  3. Llama a emergencias para obtener ayuda profesional.
  4. Retira la ropa que no esté pegada a la piel y cubre la quemadura con gasas estériles o sábanas limpias, dejándolas holgadas para evitar que se adhieran a la piel.

Recuerda que no debes aplicar hielo, dentífrico ni remedios caseros en la quemadura. Tampoco rompas las ampollas, retires la piel muerta ni desprendas la ropa adherida.

3. Cortadas

Los juegos y deportes pueden llevar a los niños a sufrir cortadas y rasguños en la piel con frecuencia. La Academia Americana de Pediatría recomienda seguir las siguientes pautas para tratar estas lesiones en niños:

  1. Lava los cortes pequeños con agua hasta que estén limpios.
  2. Detén el sangrado aplicando presión directa con un paño limpio durante 1 o 2 minutos.
  3. Si el corte no es profundo, aplica una crema antibiótica y cúbrelo con un vendaje limpio.
  4. En casos de cortes grandes, profundos o heridas muy abiertas, busca atención médica. Cualquier corte abierto que tenga más de 1,30 cm de largo podría requerir puntos.
  5. Mientras llega la ayuda médica, sigue aplicando presión directa con un paño limpio.

4. Fracturas

Las caídas y fracturas son lesiones comunes en niños debido a su inmadurez motora en esta etapa. Cuando ocurren, pueden ir acompañadas de un chasquido o crujido durante la caída, seguido de inflamación y moratones en el área lesionada, además de que el niño experimentará dolor. Ante una sospecha de fractura, es importante tomar ciertas precauciones.

  1. Exponer la herida retirando la ropa de la zona afectada, utilizando tijeras si es necesario.
  2. Aplicar hielo en la zona para reducir la inflamación.
  3. No intentar mover ni reposicionar la extremidad lesionada.
  4. Inmovilizar el área con una férula, que puede ser improvisada con objetos como cajas de cartón, cartulina o tapas de libros, asegurándola con una venda elástica.
  5. Si el hueso sobresale, cubrirlo con una gasa estéril.
  6. Buscar atención médica lo antes posible.
  7. No dar comida ni bebida al niño en caso de que la fractura requiera cirugía.

5. Convulsiones febriles

Las convulsiones febriles pueden ocurrir en niños debido a fiebres altas. Aunque suelen ser transitorias y rara vez graves, es importante saber cómo actuar si se presentan.

Para reconocer una convulsión febril, observa si el niño responde con menos frecuencia, arquea la espalda, aprieta los puños, endurece el cuerpo y se sacude vigorosamente. La cara puede enrojecerse, sudar y sentirse caliente al tacto. La Cruz Roja de Reino Unido ofrece las siguientes pautas de actuación:

  1. Proteja al niño de lesiones sin sujetarlo, moviendo objetos que puedan dañarlo durante la convulsión y utilizando un acolchado suave, como una manta o ropa, para proteger su cabeza.
  2. Retire la ropa exterior del niño para ayudarlo a enfriarse, ya que las convulsiones febriles se deben al aumento de la temperatura corporal. Si la habitación está caliente, abra puertas y ventanas.
  3. Una vez que termine la convulsión, coloque al niño de lado con la cabeza inclinada hacia atrás para facilitar la respiración y la oxigenación. Luego, busque atención médica.

6. Sangrados

Cuando se trata de sangrados por heridas pequeñas, generalmente se detienen por sí solos en unos minutos o con una leve presión. Sin embargo, si la pérdida de sangre es significativa, es importante actuar rápido para prevenir un shock hipovolémico. La Cruz Roja Española proporciona las siguientes instrucciones para tratar los sangrados:

  1. Mantén la calma y tranquiliza al niño, ya que la sangre puede causar alarma.
  2. Siéntalo en una silla o acuéstalo en el suelo para evitar desmayos que podrían resultar en nuevas lesiones.
  3. Cubre la herida con gasas o un paño limpio y aprieta firmemente sobre ella con la mano durante 10 minutos.
  4. Utiliza un vendaje compresivo si tienes uno disponible en el botiquín, ya que proporcionará una presión más uniforme y eficaz sobre la herida.
  5. Si las compresas se empapan de sangre, no las retires; coloca otras encima y sigue aplicando presión.
  6. Busca ayuda médica o dirígete a un servicio de urgencias si el sangrado no se detiene.

Hemorragias nasales

Una situación que puede ser habitual en algunos niños es el sangrado por la nariz. De observarse, sigue estos pasos:

  1. Tranquiliza al niño.
  2. Coloca al niño en posición sentada hacia delante, no tumbado.
  3. Comprimir con fuerza el orificio nasal sangrante, a modo de pinza, durante 8-10 minutos
  4. Acuda al médico si después de 10 minutos persiste el sangrado.

7. Envenenamientos

Es común que los niños tiendan a llevarse objetos a la boca, lo que aumenta el riesgo de intoxicación. Si tienes sospechas de que un niño ha sido envenenado, sigue estas recomendaciones:

  1. Si el niño ha ingerido algo, retira el resto del objeto y pídele que escupa si aún queda algo en su boca.
  2. Si el niño ha tragado una batería, busca atención médica de inmediato.
  3. Si el veneno ha entrado en contacto con su piel, retira la ropa y lava la piel con agua tibia durante al menos 15 minutos.
  4. En el caso de que el veneno haya afectado los ojos, enjuaga los ojos del niño con abundante agua durante 15 minutos, asegurándote de apuntar hacia la esquina interior de los ojos.
  5. Si el niño ha inhalado vapores tóxicos, llévalo al aire libre o permite que respire aire fresco varias veces. Si deja de respirar, realiza maniobras de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) de inmediato.

    Prevención de accidentes

    La mayoría de los accidentes que involucran a niños son prevenibles. Estos incidentes tienden a ocurrir en el hogar y en la guardería, siendo más comunes cuando los niños están aprendiendo a caminar, ya que sus habilidades motrices aún son inmaduras y están en una fase activa de exploración de su entorno.

    La supervisión constante y la corrección de ciertas situaciones, como la instalación de protectores en los enchufes eléctricos, son medidas efectivas para evitar muchos accidentes. Enseñar a los niños desde temprana edad a reconocer riesgos también contribuye a prevenir situaciones peligrosas.

    A pesar de que la prevención reduce las posibilidades de accidentes, es importante recordar que los niños no tienen una noción clara del peligro y los accidentes pueden ocurrir en momentos inesperados. Por esta razón, conocer cómo administrar primeros auxilios en niños se convierte en una valiosa herramienta para proteger a toda la familia en situaciones de emergencia.


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