¿Por qué se ríen los bebés? Esto es lo que dice la ciencia

Las cosquillas, los juegos, las sonrisas de mamá... Hay muchos elementos capaces de despertar la risa en un bebé. Pero ¿sabes por qué se produce y cómo evoluciona?
¿Por qué se ríen los bebés? Esto es lo que dice la ciencia
Elena Sanz Martín

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Última actualización: 30 mayo, 2021

No hay nada más contagioso y agradable que la risa de un bebé. El momento en el que un infante esboza su primera sonrisa es uno de los más especiales para una madre, y escuchar sus carcajadas mientras juega con él es todo un deleite. Pero ¿sabes por qué se ríen los bebés? ¿Te gustaría entender a qué responde ese dulce gesto que proviene de tu hijo? Te lo contamos a continuación.

Posiblemente aún recuerdes el primer momento en el que viste sonreír a tu bebé y conozcas perfectamente los juegos y situaciones que despiertan su risa. Pero tal vez no sepas por qué son específicamente esos estímulos los que lo hacen reír y por qué su risa apareció en ese momento determinado de su desarrollo. Afortunadamente, la ciencia tiene varias respuestas respecto a estos interesantes temas.

¿Cuándo comienzan a reír los bebés?

Bebé despierto durante una de las ventanas de sueño.

Es posible que, durante el embarazo, en alguna de tus revisiones ginecológicas, llegarás a ver sonreír a tu bebé dentro del útero. Sin embargo, aunque ese momento derritiese tu corazón, en realidad esa sonrisa respondía únicamente a un reflejo involuntario.

Esa sonrisa basada en un movimiento espontáneo sin motivo continúa durante las primeras semanas de vida del bebé. No obstante, cuando este se acerca a las seis u ocho semanas de vida, comienza a esbozar sus primeras sonrisas sociales; esto es, que surgen en respuesta a la estimulación de los adultos o con el fin de relacionarse con ellos.

Recordemos que los bebés, al no haber adquirido el habla todavía, solo pueden valerse de elementos no verbales como el llanto y la sonrisa para comunicarse con sus progenitores. Por lo mismo, tu bebé puede sonreír ante tus gestos, sonidos o juegos e incluso lanzarte una sonrisa cuando pasas por su lado con el fin de captar tu atención. Y es que el pequeño percibe que ese sencillo gesto es respondido y celebrado con una gran alegría por tu parte, por lo que comenzará a utilizarlo cada vez de forma más frecuente.

Más adelante, hacia los cuatro meses de edad, el infante puede comenzar a reír a carcajadas ante determinados juegos o actividades compartidos contigo. Sin embargo, esta edad es una referencia aproximada y hay que tener en cuenta que cada niño sigue su propio ritmo.

¿Por qué se ríen los bebés?

A los seres humanos nos causan risa infinidad de situaciones de lo más diversas. Por ejemplo, ver a alguien tropezar y caer al suelo o contemplar a otra persona que, en un descuido, ha salido a la calle con dos zapatos diferentes. Este tipo de eventos resultan totalmente indiferentes para los bebés. Y es que, pese a que la risa es natural y compartida por otros muchos mamíferos, tienen un alto componente social y cultural.

En los primeros años de vida los bebés suelen reír principalmente ante las cosquillas o en el contexto del juego brusco. Y, según algunas investigaciones, estas características son compartidas por los primates no humanos (es decir, son los mismos estímulos los que causan risa en ellos). Además, se ha encontrado que, en un inicio, la risa de los bebés es fonéticamente más similar a la de otros grandes simios (ríen tanto al exhalar como al inhalar) y va pareciéndose más a la de los humanos adultos a medida que crecen.

Padres haciendo reír a su bebé.

Si entre los cuatro y seis meses las cosquillas son el principal estimulante de la risa del bebé, de aquí en adelante surgen nuevas alternativas. A esta edad comienza a desarrollarse la permanencia de los objetos, por lo que juegos de esconder el rostro como el “cucú-tras” pueden hacer desternillarse a tu bebé.

La risa forma parte del proceso evolutivo

Como ves, la risa y sus causas evolucionan al tiempo que el bebé va creciendo. Está estrechamente relacionada con sus capacidades y aprendizajes, pero, sobre todo, con la esfera social y la capacidad de vincularse con otros seres humanos. Comprender y seguir el desarrollo de tu pequeño te ayudará a entender por qué ciertos estímulos lo hacen reír en cada momento. Pero más allá de esto, recuerda que la risa es una excelente herramienta para reforzar vuestra conexión. Por ello, no dudes en compartir momentos de juego y diversión con tu pequeño siempre que te sea posible.


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