Pilates y embarazo: una excelente combinación

Pilates y embarazo: una excelente combinación

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 24 marzo, 2020

Realizar pilates en el embarazo es una excelente opción, que trae incontables beneficios tanto para el bebé como para ti. Conoce aquí más sobre esta maravillosa combinación.

Como madres siempre queremos lo mejor para nuestros hijos y la mejor forma de comenzarlo a hacer es justo cuando se están formando dentro de nosotras.

Como muchas sabemos el ejercicio es excelente para el cuerpo humano, debido a que mejora la salud, disminuye los dolores musculares, ayuda a la concentración, entre otros beneficios.

Las bondades de ejercitarse no dejan de ocurrir cuando una mujer está embarazada; todo lo contrario, muchas veces los expertos en medicina recomiendan el ejercicio en esta hermosa etapa.

Si usualmente te ejercitas no te será difícil seguir cualquier rutina deportiva una vez que estés esperando un bebé.

Sin embargo, si no es tu caso debería evaluarse la realización de cualquier tipo de actividad física para evitar cualquier complicación.

Está comprobado que el ejercitarse mientras se está embarazada ayuda en la preparación física de un parto natural, atenúa los dolores ocasionados en el embarazo y además contribuye al crecimiento y buen desarrollo del bebé.

Del mismo modo, muchos especialistas e investigadores han concluido que practicar pilates durante la concepción fortalece el suelo pélvico.

¿Cómo el pilates puede ayudarme en el embarazo?

Pilates 3

El método pilates maneja una serie de movimientos y posiciones que ayudan a mejorar la fuerza, el equilibrio y  la coordinación de las personas.

Los movimientos se centran en su abdomen, músculos del suelo pélvico y la musculatura de la espalda. Estos son factores vitales para la buena postura, equilibrio y fuerza.

Cuando se practica pilates los movimientos que se realizan ayudan a fortalecer varias partes del cuerpo sin necesidad de agotar otras articulaciones, por lo que es un gran ejercicio para realizar cuando se está esperando un bebé.

Algunas investigaciones sugieren que realizar esto con regularidad puede ser tan eficaz como hacer ejercicios del suelo pélvico.

Por otro lado, es importante que compruebes que tu instructor de pilates ha tenido experiencia entrenado a mujeres embarazadas, siempre es importante elegir una clase que este dirigida únicamente para las madres.

El principal beneficio de este método es que se dirige a los músculos y las funciones exactas que pueden ser un problema durante el embarazo y después del nacimiento, de una manera segura.

¿Deseas probar antes de inscribirte en una clase?

Si no has realizado esto anteriormente no existe ningún tipo de problema. Aunque es bueno consultar al doctor antes de practicarlo para saber si físicamente somos aptas para realizarlo.

Después de que el médico tratante le dé el visto bueno, prueba estos efectivos movimientos y comprueba qué tan buena es su estabilidad o equilibrio:

  • Alínea las manos debajo de los hombros y las rodillas debajo de las caderas. Mantén la espalda plana. Trata de hacerlo al lado de un espejo, para que puedas comprobar tu posición correctamente.
  • Inhala, y luego al exhalar, aprieta los músculos del suelo pélvico. Al mismo tiempo, tira de tu ombligo adentro y hacia arriba.
  • Trata de mantener esto durante al menos 10 segundos. Sigue respirando normalmente durante la contracción, y mantén la espalda totalmente recta.
  • Relaja los músculos lentamente al final del ejercicio.
  • Si puedes realizar esto con facilidad, y repetirlo 10 veces, significa que los músculos pélvicos están funcionando de buena manera. Lo que quiere decir que estás más que lista para ir a clases de pilates.

Este ejercicio es seguro para llevar a cabo en cualquier etapa de su embarazo. No te preocupes

¿Con qué posiciones o movimientos debes tener cuidado?

Siempre se recomienda el hecho de que acuda a un profesional que trabaje con embarazadas, pero si este no es tu caso deberás tener cuidado con las siguientes posiciones:

  • Posiciones que impliquen estar acostada en tu abdomen o que estés de pie colocando todo tu peso en una  sola pierna.
  • No estires cualquier articulación en su completa gama, especialmente si estás en una posición sin apoyo.
  • Nunca coloques tu peso sobre las manos y las rodillas, esto podría ocasionarte dolor tanto en las muñecas como en otras extremidades.

Es de vital importancia que te asesores muy bien antes de empezar a realizar cualquier actividad física,  para que con el tiempo puedas notar verdaderos cambios beneficiosos.

 


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.