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5 motivos por los que deberías permitirle a tus hijos ensuciarse

4 minutos
¿Te saca de quicio que tu hijo no esté limpio? ¿No toleras que tenga la ropa manchada? En este artículo, te contamos por qué es tan importante para su sano desarrollo permitirles que se ensucien.
5 motivos por los que deberías permitirle a tus hijos ensuciarse
Última actualización: 17 diciembre, 2022

La mayoría de los niños disfrutan de ensuciarse mientras juegan con barro, comida, pintura, agua, césped o cualquier otro elemento. Generalmente, mancharse no es el objetivo, sino la consecuencia de jugar con libertad. A menudo, la curiosidad y el deseo de exploración hace que pierdan su pulcritud. Este asunto incomoda a muchas madres que se preocupan excesivamente al notar que la ropa de sus hijos está sucia y les regañan a cada rato.

Nadie niega que la higiene es importante pues, además de garantizar el buen olor, protege a los niños de tener contacto con gérmenes y bacterias. Sin embargo, ensuciarse tiene beneficios relevantes que impactan positivamente en su salud física y emocional. Por el bien de ellos, es importante ser más flexibles en este punto. 

Descubre los motivos por lo que deberías permitirle a tus hijos ensuciarse

Desde luego que es importante cuidar que los menores no se lleven todo a la boca, principalmente cuando se trata de elementos contaminados o que recogen de la calle. Alejarlos de los microbios ayudará a prevenir enfermedades, pero permitirles que se ensucien también es importante para favorecer su desarrollo. A continuación, te contamos el porqué. 

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Es válido enseñarles a los niños a cuidar sus prendas de vestir y atender la higiene personal. Sin embargo, dejarlos que se ensucien es imprescindible para su sano desarrollo.

1. Mejora el sistema inmunitario

El mundo real no es higiénico. Al contrario, estamos rodeados de mugre e impurezas. Cuando los niños se exponen a los gérmenes y a la suciedad, su sistema inmunitario se pone en marcha y hace que se fortalezca cada vez más. Esto significa que mantenerlos en cajas de cristal y resguardarlos de cualquier bacteria puede ser contraproducente. Esto solo hará que sus cuerpos no estén preparados para defenderse de posibles infecciones.

2. Produce placer

Los niños son exploradores por naturaleza. Y en este proceso de descubrimiento se conectan con diferentes objetos, texturas, olores y sensaciones. En este sentido, pedirles que eviten ensuciarse, es pedirles que dejen de explorar. 

Cualquier actividad de la vida cotidiana puede convertirse en juego y puede llevar a los niños a despreocuparse por las manchas. Pues, el foco está puesto en disfrutar. Sabemos que el juego es una fuente de placer y una vía de descubrimiento del entorno. Un chico que juega libremente se ensucia, pues no tiene miedo de meter las manos en el barro o de que su pelo se llene de harina. Tampoco le preocupa arrastrarse por el suelo o que su ropa se manche con pintura de colores.

3. Fomenta la tolerancia a las diferentes texturas

Muchos niños tienen hipersensibilidad y aversiones a algunas texturas pegajosas, rugosas o poco homogéneas. Generalmente, esta particularidad la manifiestan a la hora de comer, por ejemplo, un puré granulado o un huevo revuelto. Además, si únicamente juegan con elementos lisos, suaves y regulares, les resultará más difícil adaptarse a diversas sensaciones.

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Cuando los pequeños están acostumbrados a manipular objetos con texturas que pueden llegar a ser desagradables o incómodas, se vuelven más tolerantes a ellas.

4. Potencia la curiosidad

Un niño que disfruta de ensuciarse es capaz de asumir una actitud curiosa ante la vida. Así, logra conectarse con su entorno desde un rol activo y creativo. Además, observa, toca y prueba sin miedo a descuidar la prolijidad de su ropa o el aseo de su piel.

“Los niños necesitan mucha libertad para indagar, probar, equivocarse y corregir, para apreciar los infinitos recursos de las manos, de la vista, del oído, de las formas, de los sonidos y los colores”.

– Loris Malaguzzi –

De esta manera, mancharse estimula la curiosidad y fomenta la creatividad. Permitirle a tus hijos que se ensucien no solo les brindará alegría y diversión, sino que también estimulará su imaginación y flexibilidad cognitiva.

5.   Favorece la conexión con la naturaleza

Aunque la suciedad también está presente en los espacios cerrados, los entornos naturales están repletos de elementos que pueden generar manchas, como la tierra, el césped o el agua. Lo cierto es que es prácticamente imposible llevar a un niño a pasar la tarde a un parque y que regrese limpio a casa. Sabemos que la actividad al aire libre es profundamente valiosa para el desarrollo sano de los pequeños.

La importancia de buscar el equilibrio

Como en cualquier aspecto de la vida, lo mejor es tender hacia el equilibrio y evitar caer en los puntos extremos. Como hemos visto, dejar que los niños se ensucien resulta benéfico para ellos tanto física como emocionalmente. No debemos temer que se ensucien de pies a cabeza de vez en cuando, ya que así exploran el mundo. Por esto, es mejor no aislarlos en espacios absolutamente limpios.

Ahora bien, esto no significa que debemos olvidarnos de su higiene ni mucho menos desatender sus necesidades de aseo. Basta con protegerlos de objetos peligrosos y darles un baño caliente cuando terminen de jugar. 


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Aucouturier, B. (2018). Actuar, jugar, pensar. Puntos de apoyo para la práctica psicomotriz educativa y terapéutica. Barcelona: Editorial Graó.
  • Delgado Linares, I. (2011). El juego infantil y su metodología. Servicios socioculturales y a la comunidad. Educación infantil. España: Ediciones Paraninfo.

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