Mitos sobre el trabajo de fuerza física en niños y adolescentes

El ejercicio de fuerza en los niños es motivo de preocupación para algunos padres, a raíz de los dichos populares. Pero ¿son del todo ciertos? Averígualo a continuación.
Mitos sobre el trabajo de fuerza física en niños y adolescentes
Andrés Felipe Cardona Lenis

Revisado y aprobado por el licenciado en educación física y deportes Andrés Felipe Cardona Lenis.

Última actualización: 20 diciembre, 2021

El entrenamiento de los niños y los adolescentes se encuentra plagado de mitos, especialmente cuando se trata de ejercicios de fuerza física. Pero no es cuestión de culpar a las personas por esto, ya que hasta hace algunos años la información al respecto era muy limitada.

Sin embargo, con el paso del tiempo se han podido aclarar varios aspectos relacionados con el trabajo de fuerza en los menores de edad. Razón por la cual, algunas afirmaciones han pasado de ser una ‘verdad irrefutable’ a un simple mito popular.

A pesar de contar con el aval científico, en algunos casos todavía rigen estas afirmaciones falsas y hay quienes se oponen al entrenamiento de fuerza en los niños y en los adolescentes. ¿Es esto realmente necesario? Entérate en el siguiente artículo.

Trabajo de fuerza física en los niños y en los adolescentes

El entrenamiento físico en los niños y en los adolescentes se encuentra marcado por pensamientos erróneos, los cuales se alimentan de la falta de información, la terquedad de los padres o la falta de capacitación de algunos docentes.

Dentro de esta serie de afirmaciones falsas sobresalen las relacionadas con la estimulación de la fuerza en los menores. Este tipo de ejercicio es visto por los mayores con bastante temor, especialmente al momento de trabajar con cargas externas, como pesas, barras u otros elementos similares.

No obstante, el entrenamiento de todas las capacidades físicas es fundamental para el adecuado desarrollo psicomotor del ser humano. De hecho, el estímulo físico desde edades tempranas de la vida construye las bases para la vida deportiva en la adultez. Por tal razón, se hace necesario incluir el trabajo de fuerza dentro del entrenamiento desde la infancia.

Niño enseñando su fortaleza.

Mitos del trabajo de fuerza en niños y adolescentes

Tal y como se mencionó anteriormente, la falta de información y la ignorancia respecto del tema contribuyen a la construcción de mitos populares en torno al deporte. Estos están asociados a los aspectos negativos de esta disciplina y al temor de los padres por hacerle un daño a sus hijos si lo fomentan.

A continuación, te contaremos los mitos más comunes asociados del ejercicio de fuerza en los niños, para que los identifiques y comprendas por qué debes desterrarlos hoy mismo.

Favorece a la aparición de lesiones físicas

El pensamiento negativo más común en torno al entrenamiento de la fuerza física en los niños hace referencia a las lesiones. En general, los padres consideran que este tipo de ejercicio aumenta la probabilidad de dañar las estructuras óseas o musculares de los menores de edad.

A partir de dicha creencia, muchos adultos se oponen a la inclusión del entrenamiento de fuerza en las rutinas deportivas de sus hijos.

Lo cierto es que la probabilidad de sufrir una lesión está latente siempre, en cualquier actividad y a cualquier edad. Pero, afortunadamente, el riesgo de padecerla se reduce cuando existe una adecuada planificación y un control en la ejecución de esta rutina.

Dificulta el crecimiento

Otro de los mitos más reconocidos que se relacionan al trabajo de fuerza en los niños se asocia con la interferencia en el proceso de crecimiento.

Usualmente, se afirma que los menores de 15 años que emplean este tipo de entrenamientos alteran su talla final. Más aún, cuando utilizan cargas externas, como las mancuernas o las barras de halterofilia.

Sin embargo, un entrenamiento de fuerza debidamente planificado y correctamente ejecutado no debería influir de manera negativa en el desarrollo físico del menor.

De hecho, el entrenamiento de fuerza en los niños y en los adolescentes favorece el desarrollo integral de la persona. Además, contribuye al fortalecimiento de las estructuras óseas, musculares y articulares, que son factores claves en el proceso de crecimiento.

Acelera la pérdida de flexibilidad

La flexibilidad es otra de las capacidades físicas del ser humano y como tal, debe ser trabajada y estimulada a la par de las demás. Lo anterior no quiere decir que si se entrena la fuerza, la flexibilidad se vea afectada. De hecho, es todo lo contrario, pues la combinación de ejercicios de fuerza y de flexibilidad potencian a ambas capacidades físicas a la vez.

El entrenamiento de fuerza puede realizarse en cualquier ámbito

Otro de los mitos comunes que se relaciona al trabajo de la fuerza física en los niños y en adolescentes hace referencia al contexto dentro del cual este entrenamiento se lleva a cabo.

En general, los adultos que están a favor de esta práctica creen que el entorno y los elementos utilizados son factores secundarios y que no tienen injerencia alguna sobre el resultado. Pero esta creencia es errónea, pues no se puede extrapolar la experiencia de un organismo maduro al de un niño en pleno desarrollo.

El objetivo principal de este tipo de entrenamiento en los menores es el desarrollo de la fuerza física. Y para ello, es mandatorio que se realice en ambientes controlados, con los elementos adecuados y, sobre todo, con la planificación apropiada, relativa a su edad y a sus capacidades.

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¿Todos son mitos al entrenar la fuerza física?

La idea de este artículo es esclarecer los pensamientos erróneos que se tienen acerca del entrenamiento físico de los niños y los adolescentes. Sobre todo, en cuanto al estímulo de la fuerza.

Más allá de lo recomendable que sea implementar este tipo de entrenamiento desde la infancia, esto no significa que no deban tomarse las debidas precauciones ni seguirse las recomendaciones de los profesionales.

Lo ideal es no emplear cargas externas con pesos exagerados, así como tampoco realizar ejercicios que puedan provocar lesiones discales.

Te aconsejamos recurrir a un grupo de profesionales con el fin de planificar un entrenamiento de fuerza adecuado para tus hijos.


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