La otra cara de la moneda de la reproducción asistida

Hoy en día existen muchos métodos para buscar un embarazo, cuando no se puede de manera natural. La reproducción asistida es una gran opción para aquellas familias que lo desean, pero no siempre es un caso de éxito. Conoce las causas por las que esto sucede.
La otra cara de la moneda de la reproducción asistida

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 14 diciembre, 2017

Los problemas de infertilidad de millones de parejas han llevado a la ciencia a prepararse para mejorar la calidad de vida de estas personas. En este particular, en todo el mundo se han creado clínicas de reproducción asistida, las cuales han tenido resultados exitosos, pero también numerosos fracasos.

Acudir a tratamientos de fertilidad es una alternativa que muchas parejas tardan en considerar, sin embargo, se trata de un proceso esperanzador que nunca los deja sin opciones de alcanzar el resultado deseado. Los avances científicos permiten que hoy en día puedan ser revertidos hasta los casos más graves de infertilidad, pues las técnicas cada vez son más efectivas; sin embargo, puede tratarse de un largo proceso que no siempre conduce al éxito.

No es suficiente con iniciar un tratamiento de fertilidad, en ocasiones estos procedimientos no funcionan con rapidez, por lo que pueden causar más ansiedad a la pareja. Los factores que inciden en el problema de fertilidad según cada caso, pueden provocar que las técnicas de reproducción asistida fallen; por ejemplo, la edad, factores físicos y psicológicos.

¿Por qué falla la reproducción asistida?

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Pese a los importantes avances, las dificultades para concebir son las mismas cuando se intenta de manera natural que por métodos asistidos; por lo tanto, el panorama que se encuentran los especialistas en reproducción, es por lo general bastante grave. En tal sentido, uno de los principales inconvenientes suele ser la edad materna, algo que juega en contra de cualquiera de los procesos.

Con el paso del tiempo disminuye la cantidad y calidad de ovocitos, por eso, es un tanto difícil que una mujer mayor de 35 años pueda concebir de manera natural, alcanzando los 40 años es bastante más complicado. Esta situación se traslada al plano artificial, puesto que, los especialistas tendrán el reto de ubicar el mejor momento y contexto para aplicar la técnica conveniente.

Algunos factores externos pueden provocar que las condiciones empeoren, por ejemplo, la calidad de los gametos puede verse afectada por el estilo de vida de la pareja. Del mismo modo, es posible que el proceso reproductivo esté siendo perjudicado por el nivel de ansiedad y estrés que ha tenido la pareja durante la búsqueda de un embarazo.

Dichos resultados arrojaron que la mayoría de las personas que han presentado problemas obvios de infertilidad, han recurrido muy tarde a los especialistas. En tal sentido, la dificultad quizá se debe a padecimientos como la aparición de ovarios poliquisticos o endometriosis en las mujeres, que en ocasiones generan problemas ovulatorios.

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Pese a que sus esperanzas están puestas en los procedimientos de reproducción artificial, muchas de las parejas que acuden a estos, probablemente lo hacen a destiempo. De manera que, existe bastante inconformidad con los resultados finales, los cuales no siempre son responsabilidad de los centros, sino de las características particulares de cada caso.

Los especialistas recomiendan que no se deje pasar mucho tiempo antes de consultar sobre la dificultad para concebir, se estima que en los primeros dieciocho meses de intentarlo, una pareja debería lograr un embarazo de manera natural. Por su parte, los tratamientos de fertilidad podrían llevar también mucho tiempo, esto como consecuencia del deterioro de los elementos biológicos que intervienen en el proceso.

De acuerdo al análisis de la OCU, la mitad de las parejas a quienes fueron aplicada las técnicas reproductivas artificiales, no está conforme con los resultados, tanto por el tiempo que les llevó como por la falta de resultados positivos. En tal sentido, es conveniente que los tratamientos comiencen a realizarse una vez que se sospecha la imposibilidad, porque quizá alguna situación requiera  intervenciones más oportunas.

En el caso de los hombres, la baja cantidad de esperma complica el proceso natural y artificial, en las mujeres es la falta de ovulación; estos factores entorpecen un avance positivo, en especial en personas que superan los 38 años de edad. De manera que, entre el grupo de pacientes pertenecientes a un rango de edad entre los 25 y 45 años, la mayoría de los procedimientos de reproducción asistida no funcionan; estas cifras afectan principalmente a casos de salud pública.

 

 


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