La importancia de una alimentación equilibrada
Una de las maneras más recomendables para poder llevar una vida saludable, es mantener una alimentación equilibrada. La nutrición es importante porque ayuda a prevenir enfermedades que afectan el bienestar de la persona. Además, la calidad de vida mejora cuando comemos bien.
Sin embargo, si la necesidad es precisamente comer, debe ser cubierta por alimentos sanos con los suficientes nutrientes. Comer no puede obviarse, porque es una necesidad básica. En la alimentación encontraremos los nutrientes necesarios para que las defensas del cuerpo estén al 100%.
Por su parte, está comprobado científicamente que una dieta equilibrada es una de las mejores herramientas para que el cuerpo se proteja. Para que el organismo pueda controlar muchas enfermedades como, la obesidad, es preciso un equilibrio. El sobrepeso ataca a la mayoría de las personas que incurren en un descontrol nutricional, especialmente por un desequilibrio en el balance calórico.
Comer sano ayuda también a retrasar el envejecimiento según la literatura científica. De este modo es posible prevenir enfermedades como la diabetes, hipertensión y trastornos que afectan el corazón.
En una alimentación equilibrada no debe faltar ningún nutriente
Muchas veces hay errores sobre las dietas equilibradas, creyendo que eliminando ciertos alimentos podrían estar más sanos, y no es así. El cuerpo necesita los nutrientes suficientes para poder tener la fuerza requerida para todas las actividades.
Por esta razón, no es suficiente con una alimentación a base de verduras. También se deben de consumir proteínas de algunos alimentos como carnes, pescados y huevos. Estos son necesarios para el crecimiento y desarrollo del organismo.
Los beneficios de una dieta equilibrada pasan también por un mejor descanso. Cuando se tiene una dieta sana se consigue descansar de buena forma. Este es uno de los beneficios indirectos de comer bien.
Consumir alimentos procesados y muy grasos provoca que la persona no duerma bien durante la noche y que se despierte peor al día siguiente. En ocasiones, ciertos alimentos pueden ser más difíciles de digerir, por eso se produce este fenómeno. Sin embargo, esto no implica que los eliminemos de nuestra dieta, en todo caso, es preferible cambiar la hora de comerlos y la cantidad en que los ingerimos.
Mantener una dieta equilibrada implica comer de todo, eso sí, sin consumir excesivamente ningún tipo de alimentos en particular. La mala nutrición implica dejar de lado algunos nutrientes o exagerar en el consumo de otros. Este es el principal factor que fomenta el aumento progresivo de peso y la obesidad según los expertos.
Los peligros de las deficiencias nutricionales
La alimentación actual tiende a subestimar la importancia de la ingesta de sustancias fundamentales para el funcionamiento del organismo.
Dos de ella son la fibra y los yogures. Ambas está relacionadas con la salud de la flora intestinal. Una disminución del consumo de yogures y granos enteros puede ocasionar un empobrecimiento de la microbiota.
Esta situación puede desembocar en la aparición de problemas de tránsito intestinal y en un déficit en la absorción de nutrientes.
Los expertos recalcan la importancia de mantener una flora sana y equilibrada. Cada día se descubren nuevas funciones de estos microorganismos que habitan en el tracto intestinal. De hecho a día de hoy comienzan a estudiarse como un órgano independiente.
Por si esto fuera poco, la alimentación en las primeras etapas de la vida puede condicionar la diversidad de nuestra flora bacteriana. Es importante educar a nuestros hijos en hábitos de vida saludable para prevenir la aparición de patologías futuras.
La pirámide de la alimentación
Durante muchos años se ha utilizado como referencia la pirámide de la alimentación. Este grafico funciona como una guía para identificar los tipos de alimentos y la cantidad requerida de cada uno.
No obstante, los nutricionistas actuales, empiezan a dudar de la eficacia de este tipo de gráficos por presentar ciertas carencias y anomalías. A día de hoy se apuesta por una alimentación basada en el consumo de alimentos frescos y en la reducción de la ingesta de procesados.
¡Para tener en cuenta!
No se trata de un asunto estético. Los padres estamos en la obligación de buscar el bienestar de nuestros hijos en todos los sentidos. Desde luego, con los pequeños hay que ser estrictos para de este modo sentar un hábito en lo que a alimentación se refiere. A pesar de todo el equilibrio también consiste en poder darnos un gusto de vez en cuando.
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