El juego ayuda a tu hijo a despertar su pensamiento crítico

El juego ayuda a tu hijo a despertar su pensamiento crítico
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 09 junio, 2020

Aunque no lo creas, una manera simple de ayudar a tu hijo a desarrollar su aprendizaje es dejarlo jugar libremente. Déjalo practicar, que repita sus acciones e incluso las frases que dice, que se sorprenda y sobre todo incentívalo a que descubra el mundo a su manera.

Motívalo a que resuelva por sí mismo sus problemas espontánea y creativa, lo cual podrá hacer cuando llegue a sus propias conclusiones. Sí, el juego hace todo eso.

Una de las mejores cosas que pueden hacer los padres por sus hijos es respetar su criterio, pues es a través de su particular manera de pensar y de participar activamente en las situaciones que se le presentan, que pondrá en práctica su capacidad de razonar de manera lógica.

Y es este tipo de razonamiento lo que lo llevará a desenvolverse apropiadamente en la sociedad moderna y en su vida como adulto.

Desarrollar el pensamiento lógico es una herramienta que le servirá a tu hijo toda la vida. Ahora, que es un niño, esta manera de pensar le ayuda a experimentar menos frustración a la hora de jugar, además reduce los problemas de disciplina y mejora sus habilidades para emprender tareas.

Además, este tipo de razonamiento (que se desarrolla a través del juego libre y estructurado) contribuye a que mejore su interés, compromiso y motivación en general.

El juego ayuda a tu hijo a entender el mundo

Cuando tu bebé no está durmiendo o comiendo, jugar es su actividad principal. Jugar no solo ayuda a un bebé a entretenerse sino que además estimula su capacidad natural de imaginar, crear y aprender, por lo que es muy importante que juegues con tu bebé desde el primer día de nacido, si es posible.

Al principio, los juegos son suaves, pues a esa edad solo responden a estímulos como sonidos, sonrisas, caricias, pero poco a poco – a medida que él crezca- el juego se irá haciendo más agradable.

Ten siempre presente que jugar, como mencionamos anteriormente, ayuda a tu hijo a desarrollar su pensamiento crítico: Un fenómeno psicológico racional que usa los recursos del pensamiento en resolver un problema en específico. 

Y a esa edad, los “problemas” son situaciones que comienzan a cautivarlo. Para un bebé, resolver un problema puede ser descubrir qué es eso que atrapó su atención; y el hecho de hacer todo lo posible por descubrir -a través de sus sentidos- qué es eso que lo cautivó, estimula su pensamiento crítico.

Jugar con juegos que invitan a tu hijo pequeño a encajar una pieza de color vistoso dentro de una estructura, por ejemplo, estimula la curiosidad de tu hijo y como la mayoría de los juegos libres o estructurados lo invita a moverse, a pensar, a mejorar cada día sus habilidades cognitivas y motoras, además de las sociales.

Cada vez que tu bebé juega está aprendiendo algo nuevo. El juego lo ayuda a comprender la relación que hay entre las causas y los efectos de una acción; lo aprende con cosas tan sencillas como saber que si aplica algo de fuerza a una pelota, esta se moverá. Esa simple acción lo ayuda a reconocer que cada acto que realizamos genera un efecto. ¡Eso sí que es un aprendizaje para toda la vida!

Además, dejar jugar a tu bebé de manera libre, es decir sin intervenir en su juego, lo ayuda a fortalecer su sentido de independencia. Tener en cuenta que los adultos debemos respetar el juego del niño es muy importante cuando nos invitan a jugar con ellos, pues es vital que como adultos respetemos las normas de su juego y no caigamos en la tentación de querer imponer las nuestras.

 

El juego ayuda a pensar

 

Desde tiempos inmemoriales el juego ha sido una actividad social y también una actividad de esparcimiento, así como también una actividad que nos ayuda a desarrollarnos como especie:

  • Cada vez que tu hijo juega conoce de manera natural su entorno, una actividad que potencia todos sus sentidos.
  • Jugar de manera estructurada, junto a otros niños, estimula en tu hijo el aprendizaje de valores y el dominio de sí mismo. Con este tipo de actividades también trabaja aspectos como la seguridad, la iniciativa propia, la honradez y la sana competencia.
  • El juego también ayuda a tu hijo a impulsar sus habilidades sociales porque aprende a convivir junto a otros niños, a negociar, a manejar sus emociones, a seguir las reglas, a desarrollar el sentido común y también a tener solidaridad.
  • Desarrollar las capacidades del lenguaje es otra de las ventajas del juego. Hablar es una habilidad que está directamente relacionada con el pensamiento crítico y también con el juego; verás la buena comunicación es fundamental para poder desarrollar y desenvolverse en un juego porque le ayuda a establecer reglas claras, fijar los objetivos del juego y juntarse en equipos.
  • Cada vez que tu hijo se emociona con un juego debe usar su pensamiento para analizar las mejores alternativas que tiene para ganar, resolver problemas de manera creativa, dejar volar su imaginación y saciar su curiosidad. Así es como un juego ayuda a tu hijo a concentrarse, a analizar diversas situaciones y por ende a desarrollar cada vez más su pensamiento crítico.

Deja que tu hijo juegue tantas horas como pueda, pues aunque para muchos el juego sea una simple actividad de ocio, la verdad es que el juego es una de las mejores herramientas que existen para que los niños desarrollen sus habilidades físicas, motrices, cognitivas, afectivas y sociales.

Ten siempre en cuenta que entre más horas de juego tenga tu hijo más posibilidades tiene para desarrollar su pensamiento crítico, porque en realidad jugar para los niños representa un reto que amerita que analice y resuelva problemas.


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