Acepta las emociones de tus hijos cuando tengan un mal comportamiento

Cuando un niño se comporta mal, hay que tener en cuenta sus emociones para que aprenda a gestionarlas e identificarlas. Te contamos más en este artículo.
Acepta las emociones de tus hijos cuando tengan un mal comportamiento
María José Roldán

Escrito y verificado por la psicopedagoga María José Roldán.

Última actualización: 03 mayo, 2023

Los niños pueden ser bastante intensos cuando son pequeños. Y es que esto es algo que va en su propia naturaleza. A los adultos, a quienes se les ha olvidado lo que implica ser menor, muchos de esos comportamientos pueden parecerles totalmente irracionales y fuera de lugar. Por eso, es importante que, como padre, tengas en cuenta que lo que se corrige es el comportamiento de tu hijo, pero no sus emociones.

Es necesario que se les permita a los niños sentir sus emociones, incluso cuando el adulto no sea capaz de entender lo que pasa por su cabeza. Pero lo que se les debe hacer entender a los pequeños es que, aunque se respeten sus emociones, eso no hace que puedan comportarse de la manera que quieran.

Como padres, tenemos la obligación de educar a los niños cuando rompen las reglas o se hacen daño a ellos mismos o a los demás. Un comportamiento inaceptable no se puede tolerar. Por eso, es necesario que los hijos interioricen que sentir emociones de enfado, tristeza o miedo es aceptable, como cualquier otra emoción que puedan experimentar.

Pase lo que pase, sus emociones son importantes

Las emociones, incluso las consideradas negativas, no son malas. Lo que sí es importante es que el niño aprenda a gestionarlas para expresarlas de la mejor manera posible.

Para corregir el mal comportamiento de los hijos, pero no las emociones, entonces es importante no minimizarlas. Por ejemplo, si le dices a un niño que deje de llorar, en el futuro hará todo lo posible por evitar sentir dolor o que otros vean que está triste. Y, como sabrás, este no es un comportamiento saludable.

Si los niños piensan que estar triste es algo malo, es probable que intenten poner una sonrisa falsa en su rostro y que no quieran hablar de sí mismos o de aquello que les hace sentir mal. Debes saber que la ira en sí misma no es mala, porque nos hace saber qué es lo que nos ocurre. Solo hay que encontrar la manera de expresarla de forma saludable.

El comportamiento va precedido de la emoción

Es importante que separes las emociones que siente tu hijo de su comportamiento. Por ejemplo, un golpe es un comportamiento y la ira es la emoción. Entonces, en lugar de enseñar a tu hijo a no sentir, instrúyelo para que pueda comprender las emociones que siente. De esa manera, también podrá adquirir e implementar técnicas de gestión emocional.

Hazle entender que, en ocasiones, sentirse enfadado es normal, pero tener un mal comportamiento no lo es. Muéstrale que no tendrá consecuencias por sus emociones, pero que sí las habrá ante un mal comportamiento. Así, comprende sus emociones y responde de forma adecuada según las circunstancias. Si el niño se siente comprendido emocionalmente, también se sentirá validado. De esa manera, su autoestima y su confianza en ti y en sí mismo se reforzarán.

Enseña a corregir el comportamiento

Al comprender que las emociones están bien y que deben encontrar las formas de gestionarlas para que sean socialmente adecuadas, el comportamiento de los niños mejorará.

Para enseñar a los niños a corregir y reconducir su comportamiento, el primer paso es que puedan entender las emociones, porque solo así podrán identificarlas. Para ello, puedes seguir los siguientes pasos:

  • Etiqueta las emociones. Enseña a tu hijo a nombrar sus sentimientos para que así pueda identificarlos. Puedes decirle frases del tipo «me he dado cuenta de que estás triste porque ese niño no ha querido jugar contigo».
  • Enseña habilidades de afrontamiento que sean apropiadas. Enseña a tu hijo a que sea capaz de afrontar las emociones más incómodas de manera positiva. Por ejemplo, si está triste puede pintar mandalas o escribir cómo se siente. O si está enfadado puede ir a dar un paseo.
  • Hazle ver que tiene control sobre sí mismo. Si el niño está de mal humor, hazle ver que hay ciertos comportamientos que pueden hacer que se estanque en ese lugar. Sin embargo, muéstrale que tiene el control para escoger otras opciones que le hagan sentir mejor y animarse, como por ejemplo, ver una comedia.
  • Aplica la disciplina positiva. Ante un comportamiento inapropiado, como romper el juguete de su hermano solo porque se ha enfado, debe haber una consecuencia. De esa forma, se le ayudará al niño a entender que ese comportamiento está mal. Sin embargo, debe quedar claro que se tendrá que reflexionar con calma sobre la conducta, pero no por la emoción que ha experimentado.

Ayuda a tu hijo a gestionar las emociones

Además de todo lo citado es este artículo, es importante hablar sobre las emociones y enseñar a los niños a gestionarlas. Esto será de gran ayuda para que logre mejorar su conducta y cumplir con sus responsabilidades. Una emoción no tiene que ser una excusa para no hacer las cosas que le corresponden, salvo en algunas excepciones más trágicas, como la muerte de un familiar, una emergencia o una enfermedad.


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  • J. Siegel, D (2018) Disciplina sin lágrimas: Una guía imprescindible para orientar y alimentar el desarrollo mental de tu hijo. Editorial: Debooks
  • Cerón Berján MF, Contreras Maldonado M (2022) Estrategias de validación emocional y psicología positiva con niños, niñas y adolescentes.  Tesis de grado, Facultad de Psicología, Pontificia Universidad Javeriana. Disponible en: https://repository.javeriana.edu.co/handle/10554/60333

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