¿Cuál es la edad idónea para aprender a leer?

En el desarrollo del niño, muchos padres se preguntan cuál es la edad ideal para que su pequeño pueda aprender a leer. En realidad, ello dependerá de diferentes parámetros.
¿Cuál es la edad idónea para aprender a leer?
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Última actualización: 22 mayo, 2020

¿Cuál es la edad adecuada para aprender a leer? Es un interrogante cuya respuesta dependerá de las capacidades adquiridas por los niños y de su maduración. Apresurarse o presionarlos puede ser contraproducente e incluso generar frustración.

Lo primero: saber hablar

El primer requerimiento es que el niño tenga un dominio básico del lenguaje. Es decir, que sepa hablar y entender lo que escucha.

La madurez es otro aspecto que se debe considerar, ya que el niño puede no estar en condiciones de asimilar este tipo de aprendizaje. Por ende, para aprender a leer se requiere un desarrollo psicológico y cognitivo adecuado para iniciar este proceso.

Desde que comienzan los primeros sonidos hasta alcanzar la claridad en la expresión a través del lenguaje pasa un tiempo. Este será más o menos largo, dependerá de cada niño. El lenguaje escrito exige un desarrollo intelectual elevado y el niño debe ser capaz de afrontarlo.

¿Cuál es la edad mínima para aprender a leer?

A partir de los tres y hasta los cinco años de edad, pueden producirse los primeros contactos con el lenguaje escrito. Trazos, juegos, dibujos, conocer algunas letras o palabras —como nombres— pueden despertar el interés del niño por el lenguaje escrito. Reconocer algunos signos y comenzar a manejar el lápiz es más que suficiente a esa edad.

Lo habitual es iniciar al niño en actividades de lectoescritura a los seis años. Según sus capacidades en ese momento, podría adelantarse.

Las cuestiones a tener en cuenta para que un niño empiece a aprender a leer son:

  • Coordinación motora.
  • Organización visual.
  • Vocabulario amplio.
  • Capacidad para escuchar.
  • Interés por aprender.
La lectura es una actividad con enormes beneficios para los pequeños.

¿La estimulación precoz es contraproducente?

En el mundo actual todo marcha más rápido, y los niños también. Esta es una era de constante estimulación, cada día más precoz.

Sin embargo, adelantar ciertos procesos puede ser contraproducente. La frustración puede aparecer y desencadenar problemas de comprensión y expresión que se manifiestan alrededor de los 12 años.

“Para aprender a leer se requiere un desarrollo psicológico y cognitivo adecuado”

Pasar del lenguaje oral al escrito implica un salto. De un sonido tras otro se cambia a un signo detrás de otro; esto puede ser confuso y demasiado abstracto para el pequeño. Como consecuencia, adelantar los procesos podría desmotivar al niño.

El inicio de la grafomotricidad 

Tanto el método tradicional como el constructivista fijan en los tres años el período de inicio de la grafomotricidad. Esta práctica de movimientos de la escritura o de la enseñanza de palabras se aplica desde el período de la educación infantil.

La motivación es fundamental

La motivación es una responsabilidad de los padres y maestros y es la determinante para la consecución de los objetivos. Lo importante es que el niño no se sienta presionado. Cerca de los cinco años, el niño es capaz de adaptarse a las rutinas, desarrolla habilidades sociales, juega y trabaja en grupo. Todo se puede lograr, pero sin imposiciones.

La imitación es una práctica habitual en los niños. Pueden interesarse en la lectura o la escritura al ver a sus mayores hacerlo. Serán capaces, incluso, de reconocer e intentar reproducir las letras de su nombre o escribir una carta a los abuelos o a un amigo.

Según todo esto, entonces, ¿cuál sería la edad recomendada para empezar a leer? La respuesta a esta pregunta dependerá de la madurez de cada infante.

Cómo estimular su creatividad

Hay acciones que pueden ayudar al niño a iniciarse más temprano en el aprendizaje de la lectoescritura. Con estos simples actos podemos estimular su creatividad:

  • Leerle buenas historias
  • Mostrarle letras o juegos relacionados a las palabras.
  • Enseñarle libros con relieves, texturas o juegos.
  • Poner a su alcance materiales de dibujo y escritura.

“La imitación es una práctica habitual en los niños. Pueden interesarse en la lectura o la escritura al ver a sus mayores hacerlo”

Siempre el objetivo de estas acciones debe ser que el niño se divierta. De esta forma, se interesará de forma espontánea en el mundo maravilloso de la lectura, una herramienta que podrá mantener de por vida.

Cuando un niño comprende las letras y sus sonidos, ya está listo para aprender a leer.

Un niño que se expresa y pronuncia bien las palabras y que comprende lo que se le dice está listo para aprender a leer. Si entiende conceptos tales como ‘abajo’, ‘arriba’, ‘antes’, ‘después’, ‘izquierda’ o ‘derecha’, el comienzo de la lectura será más fácil.

Cuando sea capaz de realizar trazos con su mano controlando la presión sobre el lápiz, el inicio puede ser inminente.

Desde la enseñanza de letras y oraciones, hasta propuestas que incentiven la imaginación y la creatividad, las opciones son variadas. Lo importante es acompañar a los niños teniendo en cuenta su propio ritmo y ayudarlos en este proceso sin presionarlos en ningún momento.


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