Cuarto trimestre del embarazo: ¿por qué es tan importante?

Los primeros meses de vida del bebé deberían abordarse como una continuación de la gestación. Esto es lo que afirma la teoría del cuarto trimestre del embarazo.
Cuarto trimestre del embarazo: ¿por qué es tan importante?
Elena Sanz Martín

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Última actualización: 29 noviembre, 2020

Todos estamos al tanto de que el embarazo humano se divide en tres trimestres a lo largo de los cuales el bebé va creciendo y desarrollándose dentro del útero materno. Pero ¿y si la gestación no terminase en el momento del parto? ¿Y si los primeros meses de vida del bebé fuesen tan relevantes para su formación como la etapa intrauterina? Esto es lo que propone la teoría del cuarto trimestre del embarazo.

Cuando un niño llega al mundo, pensamos que ya está listo para afrontar la vida que en él le espera. Por ello, muchos padres y madres pueden frustrarse ante las quejas, molestias y complicaciones que experimenta su bebé.

Pueden preguntarse incansablemente qué están haciendo mal o qué le ocurre a su pequeño. Sin embargo, si nos detenemos a pensar en la brusca transición que está viviendo el niño, nos será más sencillo empatizar con él y mantener la calma.

Padres abrazando a su hijo recién nacido durante el cuarto trimestre de embarazo.

¿Qué es el cuarto trimestre del embarazo?

El cuarto trimestre del embarazo es un concepto propuesto y desarrollado por el pediatra estadounidense Harvey Karp. Esta teoría surge a partir de la noción de que el bebé humano llega al mundo inmaduro, capaz de sobrevivir, pero incapaz de hacerlo por sí mismo. Por ende, necesitará varios meses de exterogestación (gestación fuera del útero) para terminar de desarrollar sus capacidades.

Para comprender esta idea resulta muy útil fijarnos en procesos similares que tienen lugar en la naturaleza. La mayoría de los mamíferos son capaces de sostenerse en pie e incluso desplazarse y correr al poco tiempo de nacer.

Por el contrario, el ser humano depende enteramente de los adultos hasta mucho más adelante. La teoría del cuarto trimestre postula, entonces, que incluso los bebés a término nacen prematuros en muchos aspectos.

El feto necesitaría permanecer en el vientre materno durante más tiempo para desarrollarse completamente a nivel neurológico. Sin embargo, esto conllevaría que, al momento de nacer, su cabeza tuviese un tamaño mucho mayor, algo que complicaría el parto de forma importante. Así, los primeros meses de vida del bebé deberían considerarse una prolongación de la etapa de gestación.

Una brusca transición

Durante los meses que ocupa el cuarto trimestre de embarazo, es común que en el niño presenten síntomas tales como ansiedad, cólicos o problemas de sueño.

Pero esto, lejos de ser un signo de enfermedad o una irregularidad, es algo completamente normal. Tengamos en cuenta que el entorno en el que ahora se encuentra dista mucho del ambiente que le rodeaba dentro del útero:

  • En el útero la temperatura se mantenía estable a unos 37 º C. Ahora se enfrenta a temperaturas cambiantes y en ocasiones extremas.
  • En tu vientre la estimulación era mínima. No había olores, luces intensas ni ruidos fuertes. Ahora se halla en un entorno repleto de estímulos desconocidos y abrumadores para sus sentidos.
  • Durante el embarazo tú eras su hogar, su alimento y su compañía. Por lo mismo, durante esos meses el bebé nunca experimentó hambre, sed o incomodidad física. Al nacer, todas esas sensaciones nuevas y desagradables comienzan a aparecer y el pequeño no sabe cómo afrontarlas.
  • Pero, sobre todo, desde el inicio ha contado con un contacto continuo y permanente contigo. Desde que llega al mundo ha de enfrentarse a la soledad, a la separación y al miedo y el desconsuelo que esto conlleva. Tú ya no estás siempre, no te siente y le haces falta.
    Madre con su bebé dormido en brazos.

¿Cómo abordar el cuarto trimestre del embarazo?

Por todo lo anterior, resulta recomendable que los primeros meses de vida del bebé se aborden como una continuación de la gestación. Es decir, el objetivo en este momento no será tratar que el pequeño se adapte al mundo, sino intentar que se encuentre en unas condiciones similares a las experimentadas en el útero.

Por ello, es importante garantizar el contacto piel con piel de manera frecuente, alimentar al bebé siempre que lo demande y procurar evitar la estimulación excesiva. Sostenerlo en brazos el mayor tiempo posible, cantarle, arrullarle y mecerle con sonidos rítmicos le proporcionará, en parte, el confort y la seguridad que perdió al nacer.

En definitiva, tu bebé ya no está en tu interior, pero aún te necesita como si lo estuviera. No temas malcriarlo; cuanto más puedas facilitarle esta transición, mejor será su desarrollo psicológico y emocional.


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  • Karp, H. (2015). The Happiest Baby on the Block; Fully Revised and Updated Second Edition: The New Way to Calm Crying and Help Your Newborn Baby Sleep Longer. Bantam.
  • Karp, H. (2004). The “fourth trimester”. Contemporary Pediatrics21(2), 94-104. https://www.drdefranca.com/the-fourth-trimester-and-colic.html

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