Cómo hacer que el niño aprenda a ser ordenado

Cómo hacer que el niño aprenda a ser ordenado
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 04 abril, 2020

¡El orden! Todo en esta vida está regido por cierto orden, mira la naturaleza y encontrarás un buen ejemplo: su orden es perfecto, por eso nos parece hermosa. Aprender a ser ordenado, además de ser una cualidad importante, ayudará a tu hijo crear.

Con el tiempo verá que cada creación es rica en orden, por ejemplo en la música encontrará que las armonías y melodías rigen el orden de las notas, apreciará que a través de la arquitectura se ordenan los espacios y también valorará que en la gran mayoría de hogares también hay orden.

Cuando se es niño poco se piensa en el orden, en recoger los juguetes al finalizar de jugar. Al fin y al cabo el juego para los niños nunca termina, esa debe ser la razón por la cual no se preocupan mucho en guardar sus juguetes.

Sin embargo, a todo padre siempre le llegará su momento de enseñarle a su hijo a ser ordenado. Durante esta transición, al principio serás tú quien recoja los juguetes y después le tocará el turno al niño. Quizás cuando llegue ese momento tu hijo escuchará una trompeta que le anuncie con un: ¡Taran! que comenzaron las responsabilidades.

Demostrarle a alguien cómo se hacen las cosas siempre será el mejor método para impartir una lección. De nada servirá que el niño aprenda a ser ordenado si detrás de ellos los padres están dejando un desastre, el ejemplo es principal elemento que afianza la enseñanza.

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Sin embargo, cuando emprendas la tarea de enseñarle a tu hijo a ser ordenado, ten en cuenta que en esa tarea no ayuda mucho ser muy estricto e inflexible. Si el niño está comenzando a enfrentarse al orden no le exijas tanto, toma como un logro el hecho de que entres al cuarto y los juguetes o la ropa no estén en el piso.

Los niños siempre quieren imitar o hacer lo mismo que hacen los adultos. Al principio, seguramente, se mostrará renuente cuando le pidas que deba guardar sus cosas o ser ordenado, pero cuando note que en el hogar es una práctica común ser ordenado, él también querrá serlo. El orden y la disciplina van de la mano: La constancia le creará un hábito en su vida.

La vida del ordenado es divertida

Los hogares o espacios ordenados inspiran calma. Tu hijo, aprenderá con el tiempo que la búsqueda de algún juguete, color o ropa le será más sencilla si sabe dónde ubicar todas sus cosas, no importa lo pequeñas que sean, sino que él poco a poco aprenderá que ese será su espacio y su orden. Seguramente cuando se sienta confiado con su orden, te evitarás el stress de pedirle que busque algo y no lo encuentre.

No olvides nunca que al niño le gusta ser tomado en cuenta, cuando le estés enseñando a ser ordenado deja que él disponga su orden, que tome decisiones y si no sabe elegir su orden, entonces puedes hacerle sugerencias, pero siempre toma en cuenta su opinión.

Ordenar su área no debe ser una tarea tediosa. Para evitar que esto ocurra, convierte el orden en una tarea dinámica y entretenida, pon música y bailen mientras ordenan, también puedes tomar el tiempo de la faena y ponerte a jugar a mejorar el tiempo cada vez que ordenen. Si son dos los niños en casa, crea pequeñas carreras para ver quién ordena en menor tiempo y al final saca de la nevera una rica gelatina o postre que previamente has preparado y compártanlo en familia al finalizar la tarea.

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La vida es más bonita, si es ordenada

El orden en los hogares es liderado por los padres. Las mesas, closets y estantes están hechos a medida de los adultos, evita que el cuarto del niño tenga este tipo de estantes o closets, y adecúa la habitación a la altura promedio de tu hijo para que sienta la libertad de crear su propio orden sin pedirte ayuda para guardar sus cosas. Ver que es tomado en cuenta y que él impone su orden lo hace sentir respetado y le incentiva a seguir mejorando.

Una importante lección que todo niño debe aprender es que el orden no es una tarea semanal, quincenal o mensual: El orden es  una tarea diaria y nunca termina. Su práctica se traduce en beneficios como el desarrollo de la constancia y la disciplina, virtudes que abren muchas puertas en la vida de cualquier persona.

Si bien pocas veces se deja a los niños ayudar en las tareas más apremiantes del hogar como el lavado y la cocina, muchos niños cuando están en esa etapa de descubrir el mundo, querrán ayudar en algunas tareas o áreas de la casa que le causen curiosidad, no desaproveches este momento, enséñale en qué consisten esas tareas y también aprovecha la oportunidad para enseñarle que en estas tareas el orden es importante.

No olvides nunca de que tu hijo, aunque seguramente es muy muy inteligente, es un niño, y por lo tanto, generalmente estará jugando y divirtiéndose mientras te ayuda. Ten paciencia mientras le enseñas, eso evitará que algún error lo cohíba o asuste, dejarlo ayudar y participar mientras le muestras el orden que implica resolver cada tarea: Recoger la mesa, lavar los platos o secarlos son tareas sencillas que fomentarán el orden en el niño.

Detrás de un adulto ordenado hay unos padres que seguramente le enseñaron que el orden es un factor determinante en nuestro día a día, que mejora mucho nuestro ambiente y que ser ordenado habla muy bien de él. Seguramente a ese adulto, desde temprana edad fue instruido el buen hábito del orden, y poco a poco aprendió a no seguir a la siguiente tarea sin haber terminado la primera.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.