Aspectos legales para conciliar la vida familiar

La conciliación de la vida familiar y personal está entre las preocupaciones actuales de las familias jóvenes, sobre todo las que acaban de ampliarla. ¿Cómo se recogen y protegen en la ley estas situaciones?
Aspectos legales para conciliar la vida familiar
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 03 febrero, 2022

La familia y el trabajo son dos partes fundamentales de la vida de toda persona. Sin embargo, no siempre es sencillo conciliar la vida familiar con la laboral. Es necesario poder disfrutar de la familia y también dedicar el tiempo necesario a las responsabilidades laborales.

¿Cómo hacer esta conciliación? Este dilema es, muchas veces, el responsable de que las parejas decidan no tener hijos o postergar la decisión para más adelante.

La administración es consciente de estas situaciones y es por eso que existe un conjunto de derechos y leyes encaminados a hacer que sea más fácil conciliar la vida familiar con el trabajo. Estos derechos están recogidos en la denominada ‘Ley de conciliación de la vida familiar y laboral’. 

A continuación, veremos algunos elementos para conocer mejor los aspectos legales para conciliar la vida familiar y laboral.

La conciliación de la vida familiar y laboral es un derecho

La conciliación de la vida familiar y laboral es un derecho garantizado por la Constitución. En efecto, la legislación contempla que todo trabajador tiene derecho a adaptar la duración y la distribución de su jornada laboral para favorecer la conciliación de su vida personal, familiar y laboral. La ley también indica una serie de medidas destinadas a conseguir estos beneficios y derechos.

Pareja disfrutando de la vida familiar después del trabajo con su hijo.

Principales derechos para conciliar la vida familiar y laboral

La ‘Ley de conciliación de la vida laboral y familiar’, Ley 39/1999, recoge en detalle todos los derechos que tienen los trabajadores para alcanzar la anhelada conciliación. Muchas veces, los propios trabajadores no conocen esta ley y no reclaman sus derechos. En ella están contemplados una serie de derechos, unos retribuidos y otros no retribuidos.

Entre los principales derechos retribuidos están el permiso de maternidad, el permiso de paternidad, el permiso de lactancia y las vacaciones, entre otros. El permiso de maternidad contempla 16 semanas de permiso por nacimiento o adopción, y tiene algunas excepciones que lo prolongan, como en el caso de hijos con discapacidad o hijos prematuros.

El permiso de paternidad otorga al padre 13 días por nacimiento o adopción, los mismos que se prolongan dos días más en caso de parto o adopción múltiple. En caso de familia numerosa, el permiso se extiende a un total de 20 días.

El permiso de lactancia le otorga a la madre una hora diaria que puede, también, ser convertida en días libres. Este permiso puede ser disfrutado por el padre o la madre.

Entre los derechos no retribuidos, se encuentran la reducción de horas de trabajo y la excedencia, que consiste en suspender el contrato de trabajo hasta que el menor cumpla tres años.

Estos últimos, si bien son derechos contemplados por la ley, se cumplen bajo ciertas condiciones y deben ser producto de una negociación con el empleador. Es importante conocer, exigir y utilizar estos derechos para conseguir que la familia y el trabajo sean compatibles.

Familia desayunando junta sabiendo conciliar la vida familiar y la laboral.

Los acuerdos con la empresa son fundamentales

Cuando un trabajador decide, de acuerdo a sus derechos, solicitar la reducción o la adaptación de su jornada laboral a fin de conciliar mejor su vida familiar y laboral, deberá procurar llegar a un acuerdo con la empresa que lo contrató. Si no se produce el acuerdo, será un juez quien tenga que valorar las necesidades de conciliación con los requerimientos organizativos y productivos de la empresa.

Durante ese periodo, el trabajador que se beneficia de la reducción de su jornada laboral para dedicarse al cuidado de un menor de 12 años goza de una protección especial. Esta protección le impide al empresario despedirlo, a menos que sea por una causa disciplinaria o una razón objetiva que justifique su despido.

En caso de excedencia por cuidado de un menor, la empresa tiene la obligación de guardarle al trabajador el mismo puesto de trabajo que ocupaba, hasta por un año. Si la excedencia se prolonga más allá de ese tiempo deberá entregarle, a su regreso, un puesto de categoría similar.

Durante el periodo de excedencia, en principio, está permitido que el trabajador trabaje en otra cosa que sea más compatible con el cuidado del menor. Sin embargo, todo dependerá de cada caso y la empresa podría intentar un despido.


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