¿Cómo afecta la soledad en la adolescencia?

Un adolescente que se siente solo puede sufrir muchos trastornos psicológicos, físicos y emocionales. Saber identificarla y actuar al respecto marcará la evolución del adolescente en el futuro y su relación con los otros.
¿Cómo afecta la soledad en la adolescencia?
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Fernando Clementin

Última actualización: 13 mayo, 2020

La adolescencia es una etapa de muchos cambios, en la que los jóvenes comienzan a forjar la personalidad que los acompañará durante su adultez. Lamentablemente, muchos deben transitar este camino sin la compañía que desearían. ¿Cómo afecta la soledad en la adolescencia?

Padres, amigos, hermanos, primos y novios son un eslabón fundamental en la cadena de crecimiento que desarrollamos desde el inicio de nuestra adolescencia. Contar con un confidente es muy importante en esta etapa. Pero hay muchos jóvenes que no tienen la dicha de poder apoyarse en un ser cercano.

Los psicólogos definen la soledad como la carencia de relaciones sociales satisfactorias, ya sea real o de acuerdo a la percepción de quien la sufre. En la adolescencia, cuando el chico percibe cambios psicológicos, fisiológicos, emocionales y sociales por doquier, sus consecuencias pueden potenciarse.

Hay muchos adolescentes que no logran establecer estos vínculos con sus pares. Ellos necesitan ayuda, especialmente cuando hablamos de soledad crónica y no de periodos de tiempo cortos atados a las circunstancias del momento.

Para empezar, repasemos qué males puede generar la soledad en esta fase de la vida.

Potenciales consecuencias de la soledad en la adolescencia

Un adolescente que se siente solo es proclive a padecer alguna o varias de las siguientes condiciones en el presente o en años futuros:

  • Problemas de peso.
  • Presión arterial alta.
  • Déficit cognitivo.
  • Insomnio.
  • Depresión y angustia.
  • Abuso de sustancias como el alcohol, el tabaco o las drogas.
Muchos adolescentes sufren la soledad.

¿Cuáles pueden ser las causas de la soledad en la adolescencia?

Entre las más frecuentes, podemos enumerar: timidez, baja autoestima, separación física de seres queridos (por divorcios, peleas o fallecimientos), enfermedad física, complejo con la apariencia personal, conflictos con alguien conocido, rechazo o crítica de alguien considerado influyente e incomprensión.

¿Cómo evitar la soledad en la adolescencia?

Ser ayudado

En muchas ocasiones, la colaboración de un tercero resulta fundamental para combatir esta carencia en la adolescencia. Suele pasar que quien la padece no lo nota, no sabe cómo recomponer su vida social o simplemente no quiere o no se siente capaz de lograrlo.

El rol de la familia

Ante la soledad en la adolescencia, un ambiente familiar sano, con mucho diálogo y contención puede ser la solución. Hay que comprender que el adolescente pasa por una etapa compleja y no merece que le carguemos también nuestros miedos. Por el contrario, debemos ser el guía, el asesor, el sostén que tanto necesita.

Puedes pensar en planificar actividades familiares que se adapten a los gustos de todos los integrantes. La idea es relajarse, compartir y fortalecer la confianza entre el hijo y sus padres.

Otras actividades

Además, impúlsalo a que se involucre en actividades extracurriculares. Las clases de teatro, de danza o la práctica de deportes, entre muchas otras opciones, suelen brindar el ambiente de distención necesario para que afloren las relaciones públicas.

Los hábitos

La adopción de hábitos saludables no es un tema menor. Desde joven, es importante que tu hijo conozca y valore su importancia. Los efectos positivos son muchos: en primer lugar, evitará trastornos de la salud, pero también su imagen y humor mejorarán, y esto elevará su autoestima.

Por otro lado, debes controlar que esta intención de mejorar su alimentación no derive en trastornos más complejos. Recuerda que se debe buscar el equilibrio.

La soledad en la adolescencia es muy común.

La positividad

Así mismo, también es importante que refuerces sus pensamientos positivos. ¿Cómo? En primer lugar, siendo el ejemplo de lo que quieres reflejar. Muéstrale la importancia de ser amable, de estar bien predispuesto y de perseguir las metas con optimismo. Las personas que contagian positividad suelen recibir eso mismo de los demás.

Estimula su confianza en sí mismo, felicítalo y déjale en claro lo que es capaz de hacer si se lo propone. Una persona que cree que merece cariño y respeto será capaz de exigirlo y brindarlo a los demás.

Estos pequeños detalles suman mucho a la hora de sobrellevar la dura etapa de la adolescencia y sus enormes cambios. Es una construcción progresiva y constante. No se logra de un día para el otro, por lo que debes ser paciente y acompañarlo.

“Las personas que contagian positividad suelen recibir eso mismo de los demás”

La soledad en la adolescencia también puede ser buena

El estar solo no siempre representa algo negativo. Hay gente que elige estar sola. Tranquilidad, relajación, productividad o florecimiento de la creatividad son las razones más citadas a la hora de justificar esa elección de pasar un fin de semana, una semana o más tiempo a solas.

La compañía de uno mismo, el poder disponer y disfrutar de nuestro propio tiempo y la conexión con nuestro interior, desde el ámbito que se la busque (la lectura, la meditación o un paseo) tienen efectos sumamente positivos. No le tengas miedo a la soledad buena, la que se elige.


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