Cómo afecta el cambio climático al embarazo

Los fenómenos naturales derivados del cambio climático, como las olas de calor, los incendios forestales y los huracanes, pueden incidir negativamente en la salud de la embarazada y del bebé.
Cómo afecta el cambio climático al embarazo
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Escrito por Leidy Mora Molina

Última actualización: 02 julio, 2023

El cambio climático es una de las mayores amenazas para la salud de la población en la actualidad. Aún más, en grupos vulnerables, como las embarazadas, donde sus efectos incrementan el riesgo de complicaciones y comprometen el bienestar de la madre y del bebé.

Ciertamente, durante la gestación, el organismo de la mujer realiza cambios drásticos para favorecer el bienestar del pequeño. Esto aumenta la susceptibilidad a factores del medio ambiente que pueden incidir directa o indirectamente en su salud. A continuación, te contamos cómo afecta el cambio climático en esta importante etapa.

Cambio climático y embarazo

En los últimos años, hemos escuchado hablar de como el cambio climático puede traer consecuencias desfavorables para la población.  La Organización de las naciones unidas (ONU), define este efecto climático de la siguiente manera:

“El cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera global y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables”.

En este sentido, diferentes fenómenos naturales, como incendios forestales, olas de calor extremo, huracanes, inundaciones y sequías, resultan de este problema ambiental y afectan la calidad del aire, del agua y de los alimentos que consumimos.

Particularmente las embarazadas, están sujetas a variaciones hormonales que las hacen vulnerables a cualquier evento que ocurre a su alrededor. Como consecuencia, existen mayores probabilidades de que desarrollen infecciones, hipertermia, deshidratación, hipertensión o diabetes, entre otras enfermedades.

Veamos en detalle cómo puede afectar el cambio climático durante el embarazo.

Aumento de la temperatura

Durante el embarazo aumenta naturalmente la temperatura corporal de la mujer. Sin embargo, al incrementarse esta alteración producto del cambio climático puede ocasionar problemas como deshidratación o insuficiencia renal.

Durante el embarazo, la acción de los estrógenos y la progesterona favorece el aumento del flujo sanguíneo y la vasodilatación corporal. Estos efectos producen un incremento fisiológico de la temperatura y una afectación en la termorregulación corporal de la mujer.

Ahora bien, las olas de calor y el aumento de la temperatura ambiental que provoca el cambio climático acentúan esta alteración. Por eso, aumenta el riesgo de un sobrecalentamiento en la embarazada que puede generar deshidratación y, en casos avanzados, insuficiencia renal.

Así mismo, la hipertermia materna aumenta el riesgo de alteraciones fetales como malformaciones anatómicas, problemas de crecimiento fetal y parto prematuro.

Una investigación publicada en la revista The Lancet, titulada “El impacto de las altas temperaturas ambientales en el momento del parto y la duración de la gestación”, encontró que el calor extremo causa un incremento de partos prematuros que se acortan entre seis días y dos semanas por esta causa.

Alteraciones respiratorias

La contaminación del aire también influye negativamente en el bienestar del embarazo. Alteraciones en la salud cardiopulmonar de la madre y daños placentarios, son consecuencia de las partículas procedentes de la combustión de elementos fósiles, automóviles y de incendios forestales. Así lo afirma la Federación Internacional de Ginecólogos y Obstetras FIGO, en su artículo titulado ¨El cambio climático, la salud de la mujer y el papel de los obstetras y ginecólogos en el liderazgo¨.

“Ciertamente esta afectación en los pulmones, el corazón y la placenta de la madre, favorece el desarrollo de hipertensión arterial y así, el riesgo de padecer preeclampsia y eclampsia”.

Por su parte, la disminución de aporte de oxígeno al feto y el paso de estos contaminantes a través de la placenta, aumenta la incidencia de abortos, partos prematuros, bebés con bajo peso al nacer y bebés con alteraciones en la capacidad cognitiva.

Nutrición comprometida

Los huracanes, las lluvias, las inundaciones o las sequías, afectan la producción y la calidad de los alimentos. Esto se traduce en déficits nutricionales de la embarazada y consecuencias como diarreas e infecciones secundarias por el consumo de alimentos contaminados.

Estas son algunas de las consecuencias que pueden desencadenar los problemas gestacionales:

  • Desnutrición.
  • Anemia.
  • Deshidratación.
  • Infecciones graves.
  • Malformaciones fetales.
  • Abortos espontáneos.
  • Fetos con problemas de crecimiento.
  • Bebés con bajo peso al nacer.
Las mujeres embarazadas suelen ser más propensas a sufrir cuadros de estrés producto de los cambios hormonales, pero esto se puede incrementar ante olas de calor, huracanes o inundaciones, entre otras condiciones meteorologicas.

Estrés

Las embarazadas son más propensas a sufrir de estrés debido el coctel hormonal que manejan. Evidentemente, este se incrementa ante los eventos meteorológicos importantes como las olas de calor, los huracanes o las inundaciones. Estas condiciones pueden generar estrés postraumático y otros problemas como depresión.

Enfermedades infecciosas

Los desastres naturales que surgen del cambio climático pueden exacerbar y propagar enfermedades infecciosas relacionadas con los alimentos, el agua y los insectos, como son los casos de dengue, zika o esquistosomiasis, por nombrar algunas de ellas.

Las embarazadas son un grupo de riesgo, pues a lo largo de la gestación el sistema inmune se deprime para evitar el rechazo al bebé.

¿Se pueden evitar estos efectos sobre el embarazo?

En muchos casos es difícil prevenir los efectos del cambio climático sobre las gestantes. Sin embargo, una atención médica oportuna y un control prenatal periódico puede mitigar la gravedad de los mismos.

En este sentido, la atención prenatal permite diagnosticar y tratar, de manera precoz, las posibles consecuencias derivadas de este problema. De esa forma, se disminuyen los efectos negativos sobre la madre y el feto.

En los últimos años, algunas asociaciones de salud, como el Colegio Americano de ginecólogos y obstetras ACOG, reconocen la necesidad urgente de buscar soluciones a gran escala que frenen el cambio climático y sus efectos sobre la salud de las personas.


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