7 tips para que tu bebé duerma toda la noche

7 tips para que tu bebé duerma toda la noche
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 03 febrero, 2022

 

Llevar el trote que requiere atender a un bebé durante sus primeros meses de vida suele resultar algo agotador para la madre. Esto ocurre sobre todo porque el niño no duerme toda la noche y por ende la madre tampoco puede descansar largas horas de manera ininterrumpida.

El hecho de que el bebé no duerma toda la noche es un mecanismo de supervivencia. Ellos están en continua alerta, se despiertan a menudo si están incómodos, si tienen hambre, o solo para comprobar que estás cerca.

La buena noticia es que conforme van creciendo, sus ciclos de sueño serán cada vez más largos, casi como los de un adulto. Durante los primeros 6 meses notarás grandes cambios y a partir de esa edad los bebés tienen un desarrollo significativo que hará que su sueño nocturno sea más continuado y tranquilo.

A pesar de esto, no todos los niños se desarrollan y se comportan igual. Unos dormirán toda la noche desde los 6 meses y otros lo harán cumplidos los 2 años o más.

Qué hacer para que tu bebé duerma toda la noche

 

Establece rutinas 

Los especialistas recomiendan establecer un horario y cumplirlo todos los días, en la medida de lo posible. Esto sirve para crear poco a poco un buen hábito de sueño que favorezca el mayor tiempo de descanso posible.

Colócalo en la cuna antes de que se duerma del todo

La idea de esto es que sea consciente de que se duerme en la cuna y se despierta en el mismo sitio, si lo duermes en tu cuarto, en la sala o cualquier parte del hogar para luego trasladarlo a su cuna, existirán grandes posibilidades de que note el cambio al ser pasado a la cuna y por lo tanto se despertará.

bebé bostezando en su cuna mientras se queda dormido solo

 

Deja que pase un tiempo entre la última toma y la cuna

No acuestes al bebé inmediatamente después de tomar el biberón o darle el pecho ya que le  pueden provocar regurgitaciones, gases o cólicos.

Asegúrate de que por lo menos hayan pasado unos 20 minutos para evitar que estas molestias no lo dejen dormir.

 

 Si se despierta por la noche no acudas de inmediato

Por lo general las madres acuden de inmediato al rescate de su pequeño apenas lo escuchan despertarse o llorar un poco. La recomendación es que tengas un poco de paciencia, mantente cerca de la habitación del niño pero en silencio y espera por si se vuelve a dormir él solo.

Si en todo caso tu hijo no logra quedarse dormido solo, ve a su lado y trata de calmarlo suavemente, con caricias, cantos, sin encender la luz y por sobre todo evita sacarlo de la cuna, consuélalo pero desde afuera para que comprenda que debe seguir durmiendo.

 

Si aún sigues amamantando ofrécele el pecho

Tal vez el niño no tenga hambre, pero está comprobado que en tu pecho, el niño no solo busca alimento sino reconfortarse y calmarse. Escuchar los latidos de tu corazón es uno de los métodos más eficaces para que el niño logre calmarse y si está calmado le será fácil conciliar o volver a conciliar el sueño si se acaba de despertar.

Si tu bebé está sano y con buen peso no necesita tomas nocturnas

 

Si tu bebé tiene más de 8 meses, está sano y gana peso con el paso del tiempo, no es necesario que le hagas las tomas de biberón nocturnas.

Muchas veces los niños lo que tienen es sed en vez de hambre. Ofrécele un biberón pero con agua, la simple sensación de estar chupando lo puede relajar y poner a dormir de nuevo.

 

Asegúrate de que duerme lo necesario por el día

Las siestas a esta edad son muy importantes. No creas que dormirá mejor si duerme menos por el día. No es recomendable que hagas esto, ya que puede evitar que tenga sueño a la hora acostumbrada, el cansancio puede impedirle conciliar bien el sueño.

Es importante que los bebés duerman en un entorno cómodo y en una habitación con clima agradable. Es necesario que antes de hacer cualquier cambio en la rutina del niño, sepas que un buen hábito de sueño se convertirá en un fuerte cimiento para que en el futuro tu hijo no padezca algunas afectaciones en su salud.

Estas podrían ser el insomnio, los dolores de cabeza, los cambios de estado de ánimo, falta de concentración e incluso y trastornos en su apetito.


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