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6 consejos para no consentir demasiado a los niños

4 minutos
En muchas ocasiones, los padres damos a los hijos todo lo que piden y, si hacemos esto, lo único que estamos haciendo es perjudicar su desarrollo. Aquí tienes algunos consejos para no consentir demasiado a tus niños.
6 consejos para no consentir demasiado a los niños
Última actualización: 03 abril, 2020

Todos los padres, por una razón o por otra, a veces caemos en la trampa de darles a nuestros hijos todo lo que piden. Pensamos que, de esta manera, serán más felices, y que si no lo hacemos, no mostramos nuestro afecto. En este artículo hablamos de algunos consejos para no consentir demasiado a los niños.

“Quiero ver tres películas esta tarde”, me compras…”, “quiero ese juguete”, “déjame la tablet”… Y así un montón de peticiones. Estos pequeños detalles que permites para evitar una rabieta, para no oírlos llorar o incluso para no pasar vergüenza delante de otras personas, no son para nada inofensivos.

Si accedemos a todas estas u otras peticiones, a pesar de creer lo contrario, estamos perjudicando su desarrollo. No frustrar a un niño es propiciar que sea un niño consentido.

¿Por qué razón son los niños caprichosos?

En ciertas edades es normal que los niños tengan un comportamiento caprichoso. Durante los primeros años, los pequeños están guiados por un instinto de pertenencia. Por ejemplo, objetos que llamen su atención, aunque no sean suyos, querrá tenerlos sin importar de quién sean. Su seguridad y confianza es poseer lo que a ellos les gusta.

Una vez superada la etapa del ‘complejo de Edipo’, los niños ya empiezan a adquirir valores y reglas morales que enseñan los padres. Estas reglas lo ayudan a controlar ese comportamiento egoísta y a aprender sobre responsabilidad y empatía.

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Consejos para no consentir demasiado a los niños

Planificar los objetivos

Deben respetar su rutina, las tareas de casa y las del colegio. Es muy importante que los niños tengan organizados todos sus días, ya que esto les regulará su distribución del tiempo para poder realizar las actividades que quieran hacer durante ese día.

Manejar la frustración para no consentir demasiado a los niños

Los niños se ponen ansiosos e irritables cuando no pueden hacer algo, y es ahí donde los padres les damos algún capricho para calmarlos. Pero esto no debemos hacerlo; es mejor darles algo que los relaje, como un juguete, leerles un libro, jugar con ellos… Cualquier cosa que les quite de la cabeza esa idea.

Utilizar consecuencias educativas

Estas consecuencias son una alternativa al castigo, pero de forma más positiva. De esta manera, los niños aprenden qué es lo que han hecho mal y cómo reparar el daño que han causado con su comportamiento.

Explicar diferencias entre necesidad y deseo

Los niños todavía no tienen la capacidad mental para entender algunos conceptos, por eso, a través de dibujos, cuentos o ejemplos, puedes explicarles las diferencias entre querer algo porque les gustó y algo que necesita para su desarrollo.

Enseñar el valor que tienen las cosas para no consentir demasiado a los niños

Una de las mejores formas de combatir el egoísmo innato que tienen es que aprecien lo que poseen. Anímalos a utilizar más sus cosas y que aquellos juguetes que no utilizan lo regalen a otros niños que quizás, por determinadas circunstancias, no puedan tenerlos.

Preguntar por qué lo quieren

Si sabemos las razones por las que el niño ha pedido algo, sabremos si es por capricho o tiene motivos para quererlo. Puedes hacerle estas preguntas para indagar en el por qué lo quiere: “¿Puedes tenerlo después?” “¿Hay algo que lo reemplace?”.

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Consecuencias de consentir demasiado a los niños

Ansiedad

Si los niños lo tienen todo, al final, acaban perdiéndose entre el montón. En ocasiones, es beneficioso que los niños se frustren para que pueda resistir dentro de la sociedad.

Depresión en la adolescencia

Conforme el niño crece, su nivel de exigencia también aumenta. Ya no querrá un juguete, sino un ordenador o tablet de alta gama. Si no lo consigue, es muy posible que se ponga agresivo y no consiga dominar sus emociones. Por lo tanto, consintiendo, lo único que consigues es criar adolescentes deprimidos.

Personas intolerantes

La frustración es un proceso que los niños tienen que experimentar como forma de su aprendizaje. Si consientes demasiado al pequeño, lo que estarás es criando a una persona intolerante. Como resultado, en un futuro no sabrá cómo esforzarse para poder conseguir lo que quiere y que todo esfuerzo llevará a una recompensa que, de otra forma, no conseguirá.

Como ves, es muy importante no consentir demasiado a los niños. Esto no quiere decir que no des regalos, sino que tienen que ganárselos con sus acciones y hacerse responsables de sus actos. Un niño consentido puede ser un adulto dependiente y basar las relaciones solo por el interés para satisfacer sus caprichos. Es importante que evitemos consentir para que los niños de hoy sean adultos sanos mañana.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.