5 consejos para visitar con niños una exposición

5 consejos para visitar con niños una exposición
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 13 mayo, 2019

Visitar un museo con niños se puede convertir en una aventura emocionante o en una pesadilla. A los niños les gusta ir a los museos pero hay que motivarlos para que disfruten con el arte y para que no se aburran y se porten mal.

Antes de visitar un museo es una buena idea motivar a los niños con imágenes sobre la visita que podéis encontrar en libros o en Internet. También muchas veces los museos tienen visitas virtuales en las que podrán ver las obras más destacadas que vais a ver. Cuando hagáis la visita al museo seguro que recordarán lo que visteis y disfrutarán mucho más.

Muchos museos dedican en la actualidad visitas guiadas adaptadas a los niños que incluyen divertidos talleres y entretenidas actividades. Antes de planificar la visita al museo que hayáis elegido, puedes preguntar  si tienen alguna visita guiada a la que podáis acudir adaptada para la edad de los niños.

Una buena idea es llevar a varios amiguitos de su edad como compañeros de clase o vecinos para que pueda compartir sus impresiones con otros niños. Seguro que todos se divertirán mucho si pueden comentar lo que les parecen los diferentes cuadros u obras de arte.

 
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Una visita corta

Aunque nosotros quisiéramos estar toda la mañana o la tarde visitando el museo elegido, los niños y las niñas pequeños se pueden aburrir si pasan más de dos horas. Los menores de ocho años se suelen aburrir a la hora.

Por eso una buena idea es elegir un recorrido que dure ese tiempo para ir directamente a lo que queréis ver, evitando que se aburran pronto. Intenta planificar lo más importante para el principio porque si lo dejas para el final se pueden haber cansado los niños. Los niños son impredecibles pero si dura más de horas la visita seguro que se aburrirán y os tendréis que marchar pronto sin terminar la visita.

Una buena idea es buscar los museos que les puedan gustar preguntando a otros padres sobre los que más les han gustado o viendo comentarios en Internet sobre visitas para niños. Tenéis que encontrar los museos más entretenidos para su edad y planificar itinerarios cortos y entretenidos. Si se aburren pronto se portarán mal, si les gusta la exposición estarán entretenidos.

Para visitar un museo tenemos que poner normas a los niños para que no corran ni chillen y tenemos que pensar en actividades entretenidas para que vean la visita como un juego divertido.

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Hay que poner normas en el museo

Aunque a los niños les gusta ir al museo, no nos podemos olvidar de su edad. A los niños les gusta jugar, tocar y correr cuando van a visitar cualquier sitio. Pero hay que dejarles claro que en los museos no pueden chillar, ni  correr por los pasillos y ni mucho menos tocar las piezas del museo. Tienen que saber que las obras de arte se pueden estropear si todos los niños que van a visitar el museo las tocan.

También tienen que tener muy claro que no se puede molestar a los demás visitantes con su comportamiento. Si gritan, chillan o hablan alto, los demás visitantes se sentirán incómodos. Los vigilantes del museo no dudarán en llamarnos la atención si el comportamiento de los niños no es el adecuado.

También hay que intentar no explicarle las obras de arte con términos complicados. A los niños les interesará la visita al museo si les vas contando historias que les transmitan sensaciones y sentimientos diversos. Una buena idea es que lleven una libreta para que cuando acabe la exposición dediquen un rato a dibujar los cuadros o las obras de arte que más le han gustado según su punto de vista. Seguro que te sorprenderán con sus originales dibujos incluso si se trata de un museo de arte contemporáneo y además fomentarán su creatividad.

También puedes inventar fichas divertidas para los niños con juegos de búsqueda para que encuentren en las salas del museo o en los cuadros algo concreto como una flor, un personaje o un perro. Ya verás cómo estarán más atentos y se divertirán.

Si vemos esculturas una buena idea es que jueguen a la estatua congelada. Los niños tendrán que caminar alrededor de la estatua hasta que les demos una señal. Entonces se convertirán en estatuas congeladas en la misma posición que la estatua de la exposición.

Sobre todo no dejes de acudir al museo con tus hijos porque seguro que les encantará y si la planificas adecuadamente será todo un éxito.

 

 


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.