Viajes en familia: cómo aprovecharlos para estrechar vínculos con tus hijos

Viajar en familia te ofrece el tiempo y las condiciones necesarias para aumentar la confianza, la comunicación y la conexión con tus hijos. Descubre algunos consejos para aprovechar la oportunidad.
Viajes en familia: cómo aprovecharlos para estrechar vínculos con tus hijos
Elena Sanz Martín

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Última actualización: 14 febrero, 2023

Si piensas en tu infancia, seguramente algunos de tus mejores recuerdos de esos años incluyan viajes en familia. Y es que esas escapadas, cortas o largas, a lugares cercanos o a puntos distantes del globo terráqueo, constituyen una auténtica aventura para los niños. Estas ocasiones les permiten ampliar su cultura, su tolerancia y hasta el dominio de idiomas; pero, además, son la oportunidad perfecta para estrechar lazos familiares.

Esto tiene una importancia mayor de la que imaginamos. Y es que, con frecuencia, los progenitores sufren porque sus hijos no se comunican con ellos, no siguen sus directrices ni se hacen responsables de las tareas que les asignan. El elemento que falta en todos estos casos, por lo general, no es la disciplina, sino la conexión emocional. Ser capaces de crear intimidad y confianza con los hijos es crucial y realizar un viaje juntos puede facilitar esta tarea.

¿Por qué los viajes en familia son perfectos para estrechar vínculos con tus hijos?

Por supuesto, la tarea de estrechar vínculos es diaria y no podemos esperar a salir de viaje para acometerla. Sin embargo, las escapadas en familia ofrecen una serie de condiciones que hacen más sencillo forjar esa conexión:

  • Durante un viaje nos deshacemos de la rutina cotidiana y, por lo tanto, tenemos más libertad de horario y movimiento. Esto nos permite no tener que presionar a los niños para cumplir con las tareas del día y poder disponer de las horas con tranquilidad y flexibilidad.
  • Todos los miembros de la familia están más relajados y de mejor humor, ya que durante esas vacaciones desconectamos de las obligaciones diarias. El estrés se esfuma y experimentamos con mayor frecuencia emociones positivas como ilusión, relajación, alegría o gratitud.
  • Quizá en tu día a día solo puedas ver a tus hijos un rato por las noches debido a las obligaciones escolares, laborales y personales de todos. En cambio, durante un viaje el tiempo compartido se multiplica y existe la posibilidad de realizar multitud de actividades en compañía de los pequeños.
  • Al cambiar de aires, cambian las dinámicas familiares. Cuando permanecemos siempre en el mismo lugar, nos acostumbramos a actuar y a relacionarnos de una manera determinada, casi por inercia. Así, en ocasiones, esto implica repetir las mismas discusiones día tras día. Los viajes en familia permiten vivir un nuevo entorno y comunicarnos de una forma más ligera y agradable.

Aprovecha los viajes en familia para lograr un mejor vínculo

Como ves, las oportunidades están presentes. Pero, aun así, es necesario aplicar algunas pautas para verdaderamente aprovechar ese viaje con los hijos. Si quieres incrementar vuestra comunicación, confianza y cercanía emocional, estos son algunos consejos que pueden ayudar:

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Al involucrar a los niños en la elección del destino y permitirles exponer sus preferencias y el por qué quieren ir a ese lugar, ayudamos a que se sientan tenidos en cuenta.

Decidid el destino de forma democrática

Viajar permite estrechar lazos entre padres e hijos, incluso antes de comenzar la travesía. Y es que escoger el destino puede ser una bonita actividad compartida. En este punto, conviene tener en cuenta las sugerencias y preferencias de todos para llegar a un equilibrio que satisfaga a padres e hijos. Por ejemplo, se puede buscar un destino cultural que también tenga actividades infantiles divertidas. La crianza democrática es muy positiva para los vínculos familiares.

Planificad las actividades con anticipación

Se ha demostrado que planificar un viaje genera una gran cantidad de emociones positivas: nos ilusiona, nos alegra y nos pone de buen humor. Por ello, podéis dedicar momentos en familia a investigar acerca del destino escogido y todo lo que tiene para ver. Con esta información, podéis diseñar el itinerario de cada día y esas actividades que no pueden faltar. Estos momentos, sin duda, os unirán mucho.

Pasad tiempo juntos

Una vez en el destino, aprovechad que disponéis de todas las horas del día para compartir en familia. Los niños necesitan tiempo en cantidad con sus padres, ya que su mera presencia les reconforta y poder pasar días completos en su compañía es todo un regalo. Por esto, aunque pueda haber momentos en que os separéis, procurad aprovechar al máximo para estar juntos. Finalmente, es el tiempo compartido el que da la oportunidad de profundizar en la relación.

Compartid intereses

Una de las mejores formas de crear intimidad emocional con una persona es al conocerla profundamente y permitir que ella nos conozca. Esto, que se conoce como autodivulgación, genera confianza y una mayor afinidad entre ambas partes. Así, un viaje es una ocasión perfecta para realizar con tus hijos sus actividades favoritas y permitirles formar parte de aquellas que más te gustan a ti.

En el trayecto en coche, podéis escuchar las canciones preferidas por padres e hijos. Una vez en el destino, podéis involucrar a vuestros hijos en vuestros intereses, como por ejemplo visitar un museo; y participar en los suyos, como acudir a un parque temático.

Es importante permitid que los niños os cuenten sus pensamientos y ocurrencias, cómo se sienten y cómo lo pasan. Comentad el paisaje y las actividades. Centraos uno en el otro.

Conversad con calma

Conversar con los niños es primordial para acercarse a ellos, pero debéis involucrar los cinco sentidos en ese momento y prestarles toda la atención. Un viaje os permitirá hacerlo con mayor facilidad y asegurará que el tiempo que les dedicáis sea de calidad. Así, olvidad el teléfono móvil y charlad con los pequeños.

Bajad el ritmo

Los viajes en familia son diferentes a los realizados por los adultos. En este caso, conviene olvidarse de horarios rígidos y de planes inamovibles. Es preferible ser más flexibles y relajados.

Para que todos disfrutéis de la experiencia, los adultos habréis de ser sensibles a las necesidades de los niños y modificar los planes en consecuencia. Si tu hijo está cansado, tiene calor o frío o quiere dormir, es preferible regresar al hotel y posponer esa visita que teníais programada. Finalmente, lo que cuenta es estar juntos.

No olvidéis tomar fotos de esos viajes en familia

Recordad inmortalizar esos momentos tan especiales que vais a vivir junto con tus hijos. Esto también os permitirá estrechar lazos al volver a casa mientras repasáis las fotografías y rememoráis los momentos vividos. Además, para hacerlo más especial, podéis involucrar a los niños en la creación de un álbum. Desde tomar fotos a lo largo del viaje hasta rellenar las páginas con anotaciones y pequeñas anécdotas, puede ser una gran actividad familiar.

En definitiva, los viajes en familia son una oportunidad única que permiten aumentar la confianza, la comunicación y la conexión emocional con los niños. Durante la experiencia llegaréis a conoceros mejor, podréis compartir grandes momentos y crearéis recuerdos únicos que permanecerán por siempre en vuestra memoria.


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