Qué hacer si tu hijo siempre intenta controlar a los demás

Los niños dominantes, mandones o controladores suelen tener problemas en sus relaciones sociales. Descubre cómo ayudarlos a cambiar su actitud.
Qué hacer si tu hijo siempre intenta controlar a los demás
Elena Sanz Martín

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Última actualización: 03 noviembre, 2020

Todos conocemos o hemos conocido a uno de esos niños que mandan, ordenan y dirigen a todos cuantos les rodean. Sin embargo, cuando es nuestro pequeño el que adopta esta postura, nos cuesta más reconocerlo. Muchas veces no nos percatamos de que nuestro hijo siempre intenta controlar a los demás; y, otras veces, aunque lo veamos claramente, no sabemos cómo remediarlo.

No obstante, este tipo de comportamientos resultan muy perjudiciales, ya que tarde o temprano afectarán seriamente a las relaciones sociales del menor. Nadie quiere convivir y compartir su tiempo con una persona dominante y controladora, y nuestro hijo puede sufrir el rechazo de sus iguales si no cambia de actitud. Como padres, nuestra tarea será encontrar el origen de esta conducta y ayudar al niño a modificarla.

Niña con explosiones de ira debido a que siempre intenta controlar a los demás.

¿Cómo se comporta el niño controlador?

La necesidad de un niño de controlar a los otros se puede manifestar de formas muy variadas. Algunos recurren a estrategias evidentes como los llantos y las rabietas para lograr que los demás hagan lo que ellos desean. Muchas veces, los adultos, por tratar de calmar al menor, terminamos cediendo ante sus deseos.

Otros pequeños recurren al chantaje emocional. De esta manera, aprovechan la culpa, el miedo y el resto de emociones negativas que el otro siente para condicionar su comportamiento en su propio beneficio.

Sin embargo, en ocasiones, las actitudes controladoras no son tan obvias y, por ello, pasan desapercibidas. Algunos menores tratan de dirigir a los demás empleando la diplomacia y la persuasión. Utilizan un tono de voz sosegado y muestran una confianza en sí mismos que les hace parece más líderes natos que pequeños dictadores.

¿Por qué tu hijo siempre intenta controlar a los demás?

Antes de juzgar o culpar al niño por su comportamiento es importante que entiendas por qué se produce. Hay varias situaciones que pueden ser el motivo de que tu hijo siempre intente controlar a los demás:

  • Los roles en casa no están bien definidos. En un hogar funcional es importante que los padres ejerzan de padres y los hijos de hijos. Cuando los roles no están claros, el niño puede adoptar la postura del adulto y sentirse con el derecho de tomar todas las decisiones y dirigir a los otros.
  • Los padres son excesivamente permisivos; no existen límites claros. Cuando a un niño se le da y siempre se le ha dado todo lo que ha pedido, no aprende a tolerar la frustración. Espera que todo suceda siempre según sus deseos y que los demás le complazcan en todo momento.
  • Se siente inseguro. Muchas veces la necesidad de controlar a los demás surge por el miedo y la falta de confianza. El pequeño controla para asegurarse la atención de mamá o la compañía de sus amigos, pues siente que si no es de esta manera, no puede obtenerlo.

¿Qué hacer si tu hijo siempre intenta controlar a los demás?

Si tu hijo siempre intenta controlar a los demás, comienza por analizar tu propio comportamiento como madre. ¿Has sido capaz de asumir tu rol de autoridad? ¿Pones límites claros y coherentes? Si no es así, es imprescindible que comiences a hacerlo, pues los niños no nacen sabiendo tolerar la frustración, sino que hemos de enseñarles a aceptar un “no” y a comprender que sus deseos no siempre pueden ser complacidos.

Niña con los brazos en jarras porque no sabe cómo salir del enfado.

Por otro lado, hemos de explicarles que para relacionarse con otros han de ser respetuosos y asertivos. No se puede obligar, coaccionar o chantajear a los demás, sino que hay que aprender a negociar, ceder y comprender a veces. Hemos de contarles que controlar a los otros no es una buena forma de asegurarnos su afecto.

Mamá te sigue queriendo aunque en ese momento no pueda jugar contigo y tu amigo sigue apreciándote aunque hoy le apetezca hacer otros planes. Es importante ayudarlos a desarrollar una mentalidad más flexible y adaptable, pues las actitudes rígidas generan un gran sufrimiento.

Por último, prediquemos con el ejemplo. Es posible que tu hijo haya observado esas comportamientos controladores en los adultos de su entorno y los haya asumido como propios. Por ello, cuida cómo te relacionas tú con él y con los demás; asegúrate de ser abierta, comprensiva y tolerante para que tu hijo pueda aprender por imitación esas estrategias.


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