Normas de seguridad para ir a la playa con nuestros hijos

Para ir con los hijos a la playa, hay un buen número de medidas a considerar. En la práctica, se busca eliminar riesgos y la máxima seguridad para los pequeños. Desde las banderas de la playa, socorristas, hidratación, etc. Hay algunos consejos imprescindibles.

En la temporada de verano, y en las vacaciones, en general, a todos nos gusta disfrutar de la playa con nuestros hijos. Es el lugar ideal para pasar una jornada divertida en familia y refrescarse. Un día en la playa es una excelente forma de salir de nuestro entorno habitual y romper con la rutina del año escolar.

Sin embargo, en este periodo también aumentan considerablemente los accidentes infantiles, por lo que debemos extremar las precauciones. Para ir a la playa con niños, es necesario tomar ciertas medidas de seguridad. De esta manera, evitaremos riesgos innecesarios y accidentes.

Si los pequeños saben nadar, tendremos una preocupación menos, pero aun así es necesario vigilarlos en todo momento. Basta un pequeño descuido para que pueda ocurrir un grave accidente. A continuación, veremos algunas recomendaciones y normas de seguridad para ir a la playa con nuestros hijos.

Normas de seguridad para ir a la playa con nuestros hijos

Proteger a los niños del sol

Cuando vamos a la playa con nuestros hijos, es indispensable protegerlos del sol. De lo contrario, podrían tener una insolación o sufrir quemaduras en la piel y ocasionar que un día de diversión termine en urgencias.Madre con su hijo disfrutando de un día nublado de playa.
Es recomendable evitar las horas de mayor radiación solar, es decir, entre las 12 y las 16 horas. En lo posible, hay que planificar otro tipo de actividades durante esas horas que no impliquen la exposición al sol.

Los menores de un año deben permanecer el mayor tiempo posible a la sombra, debajo de una sombrilla o en algún lugar protegido. Los niños y los adultos deben utilizar protector solar con un factor adecuado a su tipo de piel. Es importante renovar la crema cada dos horas.

La hidratación es muy importante

Cuando los niños se están divirtiendo en la playa, es muy común que se olviden de beber. Y, con el calor, es muy fácil que se deshidraten. Más aún si están realizando alguna actividad que implique ejercicio intenso, como correr o nadar; es necesario tener mucho cuidado con estas cuestiones.

Por eso, debemos hacer que los pequeños tomen agua frecuentemente. Es importante contar con algún recipiente que nos permita mantener el agua fría; esto ayudará a bajar la temperatura corporal de los pequeños y a refrescarlos.

No perder de vista nunca a los niños a la hora de ir a la playa

Cuando vamos a la playa con nuestros hijos, debemos vigilarlos en todo momento. No podemos descuidarnos ni un solo instante. Aunque ya sepan nadar, o si están fuera del agua, es indispensable que un adulto los supervise. Si los niños son pequeños y no saben nadar, deben estar acompañados por un adulto para bañarse.

Al jugar en la playa, los niños pueden despistarse y perderse. Es muy fácil desubicarse. Además de no quitarles el ojo de encima, una buena medida de precaución es colocarles una pulsera con el nombre de los padres y el teléfono.

Muchas veces, los socorristas pueden proporcionarnos uno de estos dispositivos de control. Si no tenemos una pulsera, lo más fácil es escribir el número de teléfono sobre la piel del pequeño.Padres con sus hijos en la playa disfrutando de las vacaciones.

El chaleco salvavidas

Los niños no deben ir solos al agua. Además de enseñarles a nadar lo antes posible, es necesario que utilicen un chaleco salvavidas mientras aún no saben hacerlo.

Hay que tener cuidado con otro tipo de materiales que no se ajustan bien y puedan escurrirse. Las colchonetas o flotadores hinchables no son seguros y son peligrosos porque dan una falsa sensación de seguridad. Es mejor evitarlos.

Seguir las recomendaciones oficiales

Los socorristas y el responsable de la seguridad de la playa emiten una serie de recomendaciones que debemos seguir y enseñar a nuestros hijos. Esto nos ayudará a evitar posibles ahogamientos y accidentes. Si hay bandera roja, el baño está totalmente prohibido. Este color de bandera indica que el mar es bravo y existe un gran riesgo de ahogamiento.

La bandera amarilla nos indica que debemos tener precaución, es decir, que podemos bañarnos, pero evitando alejarnos mucho de la orilla. Esto, generalmente, se debe a la presencia de corrientes o de fuertes oleajes. Este color también se utiliza para advertir sobre la presencia de medusas en el agua.

Finalmente, la bandera verde es la que todos queremos ver. Las autoridades nos indican que no existe peligro y que el mar se encuentra en condiciones ideales para el baño. Esta es la situación más adecuada para que los niños disfruten con seguridad de un día en la playa.

Bibliografía

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