La importancia del cuento de buenas noches

¿Has creado en tu hijo el hábito de leer un cuento antes de cada noche de sueño? Te contamos los beneficios de esta hermosa costumbre.
La importancia del cuento de buenas noches
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 07 octubre, 2022

Más allá de inculcar un hábito, lo que hacemos cuando acostamos a nuestros hijos y les leemos un cuento de buenas noches es ofrecerles un marco seguro y estable. Así, los hacemos sentir importantes, favorecemos su autoestima y les damos las herramientas necesarias para enfrentarse a situaciones de su día a día.

Leerles un cuento de buenas noches a los niños es una de las rutinas que incorporamos casi de manera automática; a ellos les encanta ese momento y a nosotros nos hace sentir conectados y vinculados, creamos un espacio íntimo para cerrar la ajetreada jornada.

Te sorprenderá saber que este sencillo gesto es uno de los más importantes que puedes tener hacia ellos, especialmente en las edades comprendidas entre los 2 y los 4 años. En esa etapa, los infantes necesitan sentirse seguros por la cantidad de miedos a los que se enfrentan; el cuento de buenas noches es una de las mejores formas de hacerlo.

Por qué el cuento de buenas noches es un hábito saludable

La rutina

Los niños necesitan rutinas, esto les da seguridad. Están conociendo el mundo y todo cambia constantemente; por lo tanto, cuando son capaces de anticiparse a lo que sigue, se relajan.

Después de jugar llega el baño, la cena, nos lavamos las manos y los dientes, el cuento de buenas noches y a dormir. Estos rituales le permiten relajarse y conciliar mejor el sueño.

El conejito que quiere dormirse.

Se sienten queridos

El simple hecho de que reserves un tiempo en exclusiva para compartir con ellos es muy enriquecedor para ambos. Por eso, es importante que te olvides del móvil o de todas las tareas que tienes pendientes durante los minutos que estés con él.

Escuchar tu voz, sentir tu cercanía y observar la entonación que le das a cada parte de la historia hace que se sienta abrazado, querido e importante. Sin duda, leer un cuento de buenas noches es la mejor forma de poner el broche final a un día lleno de aventuras.

Los ayuda a procesar sus experiencias

A lo largo del día, los niños se enfrentan a muchas situaciones nuevas para ellos, tal vez hayan tenido una pelea con alguno de sus amigos del colegio o se hayan sentido inquietos al no entender lo que les decía su profesora, entre muchas otras posibles situaciones.

Su pequeño mundo crece a cada segundo y eso no siempre es fácil de asimilar ni de digerir. Cuando escuchan una historia, pueden verse reflejados en ella, identificar alguno de sus miedos e inseguridades y aprender del protagonista herramientas para hacerles frente.

De aquí la importancia de elegir historias adecuadas a su nivel madurativo. Más allá de la edad, cada niño se desarrolla de una forma muy distinta y hay que respetar eso; y que sean cuentos capaces de transmitir mensajes claros y positivos de una forma sencilla.

No es necesario que les vayas explicando lo que está sucediendo. Confía en ellos, en que les va a llegar la parte de la historia que necesitan en cada momento. Esto puede resultar incluso terapéutico y, en este sentido, nunca debes forzar lo que van asimilando de su entorno.

Un refuerzo cognitivo

Pese a que es un momento más vinculado a la parte emocional y a la relajación, escuchar un cuento de buenas noches siempre les va hacer conocer nuevas palabras, formas de expresión y va a favorecer que sus habilidades lingüísticas crezcan.

Además, trabajarás su capacidad de atención, de seguir el hilo de una historia y comprenderla de principio a fin, al tiempo que ponen su imaginación a volar.

“Leerles un cuento de buenas noches a los niños es una de las rutinas que incorporamos casi de manera automática; a ellos les encanta ese momento y a nosotros nos hace sentir conectados y vinculados”

Los relaja

Una buena historia es la forma ideal de cerrar el día. Ellos asocian este momento a que ha llegado la hora de dormir y empiezan a bajar sus revoluciones de forma natural.

Elige historias con un final feliz, haz que tu voz sea suave, intenta bajar la intensidad de la luz y hazlo siempre con ellos metidos en la cama. Verás que es mucho más fácil incorporar hábitos de sueño saludables.

¡Siempre la misma historia!

No te sorprendas si tu hijo te pide una y otra vez que le leas el mismo cuento de buenas noches. Como decíamos, ellos se sienten en paz y seguros cuando son capaces anticiparse, saber lo que va a pasar. Conocer todas las palabras que vas a decir los ayuda a poner en orden su cabeza y todo lo que les ha sucedido a lo largo de la jornada.

Por otro lado, la forma en la que aprendemos es a través de la repetición. Ellos descubren algo nuevo en cada una de las ocasiones que les lees ese cuento y están integrando nuevas palabras, experiencias y reviviendo la emoción que sintieron la primera vez que lo oyeron.

Leer un cuento de buenas noches puede fomentar la seguridad del niño y su autoestima.

No te olvides de los límites

Nuestros hijos necesitan sentirse amados y protegidos; los límites son la forma en la que perciben que los queremos y que los estamos cuidando, porque ellos aún no pueden saber lo que necesitan en cada momento.

Si les has dicho que les contabas solo un cuento, respeta ese acuerdo. De este modo, les estás enseñando a tener palabra y a que pueden confiar en que cuando dices algo, lo cumples.


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