¿Qué es la diabetes gestacional?

La diabetes gestacional es una de las complicaciones más frecuentes del embarazo. Con un buen control, no debería representar un peligro. ¡Descubre más a continuación!
¿Qué es la diabetes gestacional?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 22 abril, 2022

Cuando se está embarazada, algunas condiciones u enfermedades tienen la posibilidad de manifestarse en nuestro organismo y podemos ser más propensas a desarrollar unas que otras. En este post hablaremos de una de las afecciones que pueden darse durante esta etapa, la glucosuria o diabetes gestacional. ¿Qué es y cómo nos afecta?

Durante el embarazo el organismo de una mujer se revoluciona. Las hormonas comienzan a hacer de las suyas. Una nueva vida comienza a crecer y con ella se vienen cambios importantes. Una alteración o padecimiento de salud es lo que menos deseamos. Queremos que todo marche perfecto, es por eso que es vital reconocer cuándo algo no está andando bien en nuestro cuerpo más allá de los síntomas propios del embarazo.

El reconocimiento a tiempo de una molestia o efecto, además de una consulta inmediata a tu ginecólogo, pueden realmente hacer la diferencia para que nuestra vida y la del bebé no corran peligro. Es importante estar atenta a todas las señales que proporciona nuestro cuerpo durante el embarazo para evitar a toda costa los riesgos.

Lo que debes saber sobre la diabetes gestacional

diabetes 2

Existen múltiples trastornos que pueden originarse mientras esperamos un bebé y uno de ellos es la diabetes gestacional.  Pero, ¿qué es esto? ¿Afecta a mi bebé? ¿Cómo puedo saber si padezco de esta condición? A continuación responderemos esto y más.

La diabetes gestacional se presenta solo durante el embarazo y se caracteriza por niveles de glucosa o azúcar muy altos en la sangre Este tipo de diabetes, que generalmente aparece en el tercer trimestre, puede traer una serie de complicaciones que se manifiestan en la gestación y a la hora del parto.

En la mayoría de los casos, la diabetes gestacional suele desaparecer después del nacimiento del bebé, pero en algunos casos puede dar paso a padecer diabetes tipo 2 en un futuro. Expertos aseguran que aproximadamente el 6 %  de las embarazadas puede desarrollar esta enfermedad, por lo que se le considera bastante común en esta fase.

La gran mayoría de mujeres que manifiestan este tipo de diabetes tienen bebés sanos, sin ninguna consecuencia, si se toman los correctivos a tiempo.  Es por ello  que es importante tomar algunas medidas de prevención como alimentarse adecuadamente y practicar una actividad física recomendada por el doctor.

¿Qué ocurre en mi cuerpo si tengo diabetes gestacional?

Happy pregnant woman at home eating white yogurt

El crecimiento y desarrollo del bebé dentro de tu vientre implican un gasto importante de energía, sobre todo en el último período del embarazo. 

Tu hijo comenzará a demandar gran cantidad de las reservas que tienes en tu cuerpo, entre ellas la glucosa , cerca del 50 %. Al alimentarte, tu cuerpo asimila parte de esos alimentos para convertirlos en glucosa y de esa azúcar se nutren las células para tener energía.

Posteriormente, para que las células puedan procesar esa glucosa requieren de una hormona llamada insulina que se produce a través del páncreas.  Es posible que en el embarazo las células no respondan a la insulina debido a la gran cantidad de cambios hormonales.

Además el páncreas normalmente está preparado para producir más, pero puede que ello no ocurra. De esta manera, se elevan los niveles de azúcar en la sangre y se origina la diabetes gestacional.  

Síntomas de la diabetes gestacional

Generalmente la diabetes gestacional no presenta ningún síntoma y es por eso que a todas las embarazadas se les realiza un examen. Este examen es conocido como prueba de tolerancia a la glucosa o test de O’Sullivan y consiste en determinar el nivel de glucemia en la sangre tras el consumo de 50 gramos de azúcar. 

Si la prueba arroja un nivel igual o superior a 190 miligramos de glucosa por decilitro, el resultado por diabetes gestacional es positivo. Aunque la mayoría de las embarazadas no presentan alguna señal si son afectadas por esta enfermedad, hay algunos signos a los que debemos prestar especial atención y acudir a nuestro médico:

  • Incremento en la sensación de sed frecuente.
  • Aumento del apetito.
  • Fatiga.
  • Visión borrosa.
  • Aumento de la micción.
  • Náuseas y vómitos. 
  • Infecciones frecuentes.

Complicaciones

La diabetes gestacional no controlada puede tener graves consecuencias tanto para la madre como para el bebé. Por ello, es fundamental identificar las señales de la alarma lo antes posible para recibir el tratamiento médico adecuado. Dentro de las principales complicaciones de esta patología destacan las siguientes:

  • Sobre peso al nacer.
  • Parto prematuro.
  • Dificultades respiratorias graves en el recién nacido.
  • Hipertensión arterial y preeclampsia.
  • Muerte fetal.
  • Cesárea de emergencia.
  • Hipoglucemia en el neonato.
  • Abortos espontáneos.

Causas y factores de riesgo de la diabetes gestacional

Por desgracia, los expertos aún no logran determinar la causa precisa de la diabetes gestacional. Una de las teorías más aceptadas involucra los cambios hormonales mencionados con anterioridad, los cuales alteran el metabolismo de la glucosa.

La diabetes gestacional suele estar presente en el organismo solo durante el embarazo, pero existen algunos factores que hacen que una mujer sea más propensa a desarrollarla, dentro de los cuales destacan los siguientes:

  • Sobrepeso u obesidad.
  • Antecedentes de diabetes gestacional en un embarazo anterior.
  • Hipertensión arterial.
  • Síndrome de ovario poliquístico.
  • Antecedentes de diabetes en el grupo familiar.
  • Edad mayor a los 35 años.
  • Falta de actividad física.
  • Parto previo de un bebé mayor a 4 kilogramos.
  • Ser de raza negra o hispana.
  • Tener un exceso de líquido amniótico.

Tratamiento

El tratamiento de la diabetes gestacional es muy sencillo, siendo los cambios en el estilo de vida una de las principales medidas que se deben tomar. Si bien la pérdida de peso no está recomendada durante el embarazo, es necesario comer de forma saludable y realizar ejercicios de baja intensidad como las caminatas.

Por otro lado, el control constante de la glucosa sanguínea permitirá mantener un registro adecuado para asegurarse que se encuentre dentro de los niveles saludables. Además, permitirá identificar de forma oportuna si la gravedad de la afección aumenta.

En los casos más graves, puede ser necesario administrar insulina para controlar la glucemia, sobre todo cuando la dieta y el ejercicio no tienen los resultados esperados. Los hipoglucemiantes orales también pueden ser de utilidad en estos casos.

¿Cómo prevenir la enfermedad?

Por desgracia, no existe una medida 100 % efectiva que permita evitar la aparición de la diabetes gestacional. No obstante, es posible realizar algunos cambios en el estilo de vida que permitan disminuir la probabilidad de padecer la enfermedad. Dentro de los principales cambios recomendados destacan los siguientes:

  • Mantener una dieta saludable y balanceada: lo ideal es comer alimentos ricos en fibra y bajos en grasa. Además, se recomienda el consumo de proteínas de calidad, así como la ingesta de frutas y verduras.
  • Realizar ejercicios físicos de forma constante: un estilo de vida activo ayudará a prevenir una gran cantidad de enfermedades. En este sentido, hacer 30 minutos diarios de actividad física puede ayudar en gran medida con este cometido.
  • Comenzar el embarazo con un peso saludable: perder peso antes de quedar embarazada puede ser uno de los mejores consejos si se desea prevenir la diabetes gestacional. Además, es un buen comienzo para adoptar un estilo de vida saludable.
  • No aumentar de peso de forma excesiva: si bien todas las mujeres embarazadas deben subir de peso, es importante hacerlo de forma saludable. Lo ideal es ganar el peso necesario de forma paulatina, ya que hacerlo rápidamente aumenta el riesgo de diabetes gestacional.

Ante cualquier duda consulta con tu médico

Si notas o experimentas cambios que pudieran indicarte que algo va mal, lo más recomendable es consultar tan pronto como sea posible con tu médico de confianza.  El control y tratamiento a tiempo garantizarán tu bienestar y el de tu bebé.


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