La gestión de conflictos a través de la mediación

La mediación es una estrategia que sirve para resolver los conflictos de una manera positiva. A continuación, te explicamos todo lo que debes saber sobre este tema.
La gestión de conflictos a través de la mediación
Ana Couñago

Escrito y verificado por la psicóloga Ana Couñago.

Última actualización: 16 abril, 2024

Es importante que los niños sepan solucionar situaciones conflictivas y hacer frente a los problemas de la vida cotidiana sin necesidad de utilizar la violencia. Por ello, en este artículo vamos a tratar el tema de la gestión de conflictos a través de la mediación.

Esta estrategia de resolución de conflictos ayuda a analizar, regular y resolver los problemas de un modo pacífico, constructivo y cooperativo. Lo cual es muy beneficioso para el desarrollo social de los más pequeños, pues, desde los primeros años de vida, aprenden a convivir con otros de una forma positiva.

“No podemos resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos”.

-Albert Einstein-

La gestión de conflictos a través de la mediación

Según el Doctor en Ciencias de la Educación, Juan Carlos Torrego, la mediación se puede definir como:

“Un método de resolución de conflictos en el que las dos partes enfrentadas recurren voluntariamente a una tercera persona imparcial, o mediador, para llegar a un acuerdo satisfactorio”.

-Juan Carlos Torrego-

Piezas de madera representando un mediador frente a dos conflictos.
Con base en esta definición, se puede decir que dicha técnica de resolución de conflictos se caracteriza por la existencia de:
  • Voluntariedad de las dos partes enfrentadas.
  • Predisposición y esfuerzo de ambas partes para comunicarse, comprenderse y conseguir acuerdos.
  • Intervención de una persona externa al conflicto, que actúa como mediadora.

De manera que el mediador lleva a cabo las siguientes funciones:

  • Controlar todo el proceso, sin emitir juicios de valor y sin asumir la responsabilidad final.
  • Ayudar a las partes a comprenderse, a negociar y a resolver el conflicto.
  • Ayudar a las partes implicadas a identificar y satisfacer sus intereses y necesidades.
  • Fomentar un clima agradable, relajado y de confianza a lo largo del proceso.
  • Ayudar a las partes a expresar sus opiniones y a profundizar en sus ideas.
  • Proponer formas de llegar a un acuerdo, buscando la mejor solución posible para ambas partes.

Así, las dos partes que se encuentran involucradas en el conflicto, están obligadas a participar y comprometerse activamente en la búsqueda de la solución del mismo, logrando superar el problema de una forma sana y diplomática.

Fases del proceso de mediación

Para poner en práctica la estrategia de mediación, es necesario seguir una serie de fases. Dichas fases se presentan a continuación:

  1.  Explicar brevemente en qué consiste la mediación y presentar las reglas que hay que asumir.
  2. Decidir quién empieza a exponer su punto de vista sobre el problema.
    Profesora haciendo de mediadora entre dos alumnos.
  3. Contar lo que sucedió: cada una de las partes describe la situación conflictiva, así como sus pensamientos y sentimientos al respecto. En esta fase, el mediador tiene que:
    • Escuchar activamente.
    • Asegurarse de que ambas partes se expresan de forma asertiva.
    • Identificar los aspectos más importantes del problema.
    • Registrar los puntos de acuerdo y de confrontación.
  4.  Aclarar el conflicto: el mediador debe realizar las preguntas que considere pertinentes con el fin de profundizar y concretar el problema. En esta etapa, se pretende conseguir una visión consensuada del conflicto, el cual debe reunir las opiniones de cada una de las partes.
  5. Proponer soluciones: se hace una lluvia de ideas en la que las dos partes implicadas plantean diversas formas de resolver el conflicto.
  6. Llegar a un acuerdo: se valoran todas las propuestas, analizando sus ventajas y desventajas, con el objetivo de encontrar la solución más viable y beneficiosa para todos.
  7. Redactar un acuerdo: se escribe un documento en el que se especifique de forma clara cuál es la solución que se ha acordado, de modo que quede constancia del compromiso de las dos partes enfrentadas.
  8. Revisar el acuerdo de forma periódica: por último, es necesario hacer un seguimiento y comprobar que se está cumpliendo con lo establecido.

 “No se puede desatar un nudo sin saber cómo está hecho”.

-Aristóteles-


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  • Suárez-Sandomingo, J. M. S. (Ed.). (2005). Mediar para remediar conflictos. Lugo: Axac.
  • Torrego, J.C. (2000): Mediación de conflictos en instituciones educativas: manual para la formación de mediadores. Madrid. Narcea.

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