El derecho a la educación de los niños

Uno de los pilares en los que se asienta la sociedad es la educación. El derecho a la educación de los niños debe ser una de las prioridades de todos los países y debe ser fomentada como tal.
El derecho a la educación de los niños
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Última actualización: 11 marzo, 2022

El derecho a la educación de los niños es una preocupación de todos los países del mundo. Este derecho es reconocido como uno de los derechos humanos fundamentales.

La infancia es vulnerable. Por tanto, debe asegurarse su desarrollo saludable, tanto en el aspecto físico como social y psicológico. Reconociendo esta realidad, las Naciones Unidas han elaborado la Convención sobre los Derechos del Niño.

Es un tratado internacional en el que los países se comprometen a asegurar la aplicación de sus derechos a todos los niños sin distinciones de ningún tipo. El Artículo 28 de ese acuerdo, establece “Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a la educación…”. 

Esta declaración implica el reconocimiento de que la educación debe ser accesible a todos los niños. Además, obliga a los países a tomar las medidas necesarias para que este derecho a la educación de los niños sea respetado.

¿Qué implica para los gobiernos el derecho a la educación de los niños?

Los países que firmaron la Convención se comprometen a:

  • Establecer sistemas de Enseñanza Primaria, Secundaria, General y Profesional. Estas modalidades deben ser gratuitas, para asegurar que todos puedan asistir.
  • Disponer de recursos para que todos los niños puedan concurrir a instituciones educativas. Se implementarán sistemas de becas y facilidades de transporte, por ejemplo.
  • Lograr una enseñanza superior al alcance de todos. La continuidad educativa debe ser una meta universal. Las personas que así lo desean deben tener a disposición un sistema de educación superior.
  • Trabajar para la inclusión educativa que abarque a todos los niños, sin discriminación de sexo, raza, orientación sexual, lugar de residencia, etc. Es decir, reducir los índices de deserción escolar.
El orientador sirve de guía y apoyo para los alumnos.
  • Contribuir a eliminar el analfabetismo y la ignorancia en el mundo. Esto se logrará en principio con medidas dentro del propio país. Pero también se implementarán medidas colaborativas que atiendan especialmente a los lugares más desfavorecidos del mundo.

Objetivos universales de la educación del niño

Existen algunos principios generales que marcan las grandes líneas de la educación de los niños en el mundo. Cada país desarrollará esos principios de acuerdo con su cultura y sus posibilidades.

Por lo tanto, estos principios no suponen restricción alguna a la libertad de las políticas educativas de las instituciones. Las naciones diseñarán libremente sus políticas educativas a las que se ajustarán las organizaciones escolares.

La educación del niño estará encaminada a:

  • Desarrollar la capacidad mental y física del niño. Se promoverá el desarrollo pleno de sus aptitudes, de sus capacidades y de su personalidad.
  • Fomentar el respeto de los niños a los derechos de los demás, a las diferencias culturales y a los valores nacionales diferentes de los suyos. Esto supone la educación en la paz, comprensión, tolerancia y solidaridad.
  • Capacitar al niño para llevar una vida responsable poniendo énfasis en el respeto del medio ambiente.

El derecho a la educación de los niños y la responsabilidad de los padres

Los padres son los primeros responsables de hacer cumplir el derecho a la educación de los niños. El niño nace en el seno de una familia, y allí deben comenzar a asegurarse sus derechos.

Las inteligencias múltiples en el aula elevarían la participación de los niños en clase.
  • La familia tiene la posibilidad de elegir la educación que prefiere para sus hijos. De este modo, los padres decidirán el tipo de institución en el que su hijo recibirá educación formal en cada etapa de su desarrollo.
  • Podrá optar entre las instituciones laicas o religiosas y entre prácticas que respondan a diferentes teorías pedagógicas. De este modo el niño se podrá educar de acuerdo a los valores y creencias familiares.
  • El derecho a la educación de los niños implica que los padres o tutores reciban de las instituciones toda la información acerca del desempeño de sus hijos. También tienen derecho a presentar quejas acerca de discriminaciones o sanciones del niño.
  • Aunque el niño asista a una institución educativa formal, los padres siguen siendo responsables de su educación y, por tanto, deben volverse los principales colaboradores del maestro. 
  • Esta responsabilidad de la familia en el cumplimiento del Derecho a la Educación de los niños implica poner a disposición de las instituciones la documentación que se requiera.

Avanzado el siglo XXI, la educación continúa siendo inaccesible para miles de niños. El mundo necesita un compromiso más tangible para asegurar que este derecho sea respetado.


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