El agua flotante: un invento revolucionario

El agua flotante supone un invento revolucionario para evitar ahogamientos en piscinas y parques acuáticos. Se trata de un mecanismo basado en la física que puede salvar vidas.
El agua flotante: un invento revolucionario
Saúl Sánchez Arias

Revisado y aprobado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

Última actualización: 19 enero, 2021

La tecnología avanza cada vez más y con ello, la forma de desenvolverse de las personas en el ambiente. Constantemente nos encontramos con múltiples inventos que surgen como formas de mejorar la vida humana en un futuro no muy lejano. 

Por ejemplo, ¿Cuántas veces te has preocupado por que tu hijo esté seguro y a salvo en la piscina? Adivina cuál es el nuevo invento revolucionario para evitarte muchas preocupaciones: el agua flotante para evitar ahogamientos en las piscinas.

Agua flotante, una nueva idea

El ingeniero Antonio Ibáñez de Alba ha desarrollado un tipo de agua en el que las personas puedan flotar sin necesidad de saber nadar o usar algún apoyo. Este tipo de agua no contiene sal y es 30 veces más densa que el agua que se utiliza comúnmente en las piscinas, he allí la novedad que nos presenta este ingeniero.

Siempre he sido muy sensible a las noticias que leía en los periódicos sobre los ahogamientos que se producen en verano. No podía evitar imaginar a una familia entera destrozada por un solo minuto de despiste.

Ibáñez trabajó en la NASA durante 20 años y durante todo este tiempo se ha dedicado a buscar la solución para evitar que las personas y los niños se ahoguen en las piscinas, un mal más común de lo que muchas veces imaginamos.

¿De dónde proviene la idea del agua flotante?

Aunque Ibáñez afirma que no ha habido ningún caso de ahogamiento en su familia, reconoce que le causa mucha tristeza e impacto leer noticias en las que la causa de muerte sea el ahogamiento. Su implicación con la sociedad y con los más pequeños, le han impulsado a querer contribuir a lograr un mundo mejor. Por otra parte, Ibáñez tiene experiencia como nadador semiprofesional.

No debemos olvidar que el ahogamiento en piscinas es la primera causa de muerte en todo el mundo en niños de entre 5 y 14 años. Una cifra que demuestra lo peligrosas que pueden llegar a ser las piscinas aunque muchas veces no lo tengamos en cuenta. La supervisión y el cuidado de nuestros hijos cuando vamos a la playa o a la piscina debe ser una de nuestras prioridades.

El primer intento del ingeniero de acabar con este tipo de tragedias fue en el año 2003, cuando desarrolló su proyecto de piscina antiahogo. Este proyecto le permitió ganar el Primer Premio Internacional en el salón de la Feria de Barcelona a la Innovación Tecnológica. La segunda versión consistió en la mejora del proyecto mediante el desarrollo del agua flotante.

La clave está en su densidad y en una fórmula secreta a base de productos naturales. La idea es que, aunque la persona quede boca abajo en el agua, la presión del aire de la caja torácica haga girar el cuerpo impidiendo que trague agua y, por ende, se ahogue.

Ir a la piscina es una forma de divertirse con los más pequeños

¿Qué repercusión tiene el agua flotante?

El agua flotante se utiliza ya en numerosos parques acuáticos, en la rehabilitación de spas y en balnearios. Gracias a ello, el ingeniero andaluz quiere llegar mucho más lejos, y llevar su idea a toda España en materia de seguridad para evitar los ahogamientos.

Para Ibáñez, sus principales preocupaciones son:

  1. La seguridad de los niños, para quienes muchas veces el peligro puede pasar inadvertido.
  2. La tranquilidad de los padres, a quienes quiere ayudar, o al menos facilitar la vida con su invento.

¡Viene un tercer invento en camino!

El ingeniero e investigador se presentará pronto en Barcelona, España, para dar a conocer su tercer invento, sobre el que afirma haber mejorado la idea. Con ello, podemos constatar que Ibáñez está definitivamente implicado con la labor de salvaguardar las vidas de las personas en el agua.

En el diario Crónica adelantó que su nuevo diseño “se trata de una serigrafía a modo de sello –como los de las discotecas– sólo que incoloro, que se aplica sobre la nuca y gracias a una tinta conductora asociada a un algoritmo controla en tiempo real los tiempos de sumersión de los bañistas, tanto de una piscina como en mar abierto”.

De este modo, en caso de que la serigrafía permanezca más tiempo de lo debido bajo el agua, se activan las alarmas de los padres. Así los padres podrán estar más tranquilos mientras sus hijos disfrutan en el agua.

En verano los niños deben divertirse en el agua, pero siempre acompañados por sus padres

El agua flotante, un invento que puede salvar vidas

Ibáñez es una persona creativa. Siempre busca la forma de desarrollar tecnología que permita facilitar la vida del ser humano, por lo que no será de extrañar que continuemos viendo su nombre, tanto en el entorno científico como en los medios de comunicación. ¡Esperamos que sus ideas continúen teniendo éxito y que podamos acceder a sus inventos muy pronto!


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